11 Marzo 2021

Antonio Rodríguez Luna, unos pinceles cordobeses para Vallecas

Publicado en Ocio y Cultura

HOMENAJE A LA ESCUELA DE VALLECAS

Jesús López | Vallecasweb
El trazo moteado del anterior tapiz sobre los personajes relacionados con la Escuela de Vallecas —esa corriente vanguardista de raíces autóctonas, con un acendrado sesgo telúrico—, determinaba el origen cordobés de uno de sus simpatizantes, el poeta Juan Rejano. En aquel artículo, se comentaba el lazo afectivo que vinculó al escritor de Puente Genil con los artistas vallecanos, años después de esos paseos fundacionales por los campos del extrarradio que culminaban en la cima del cerro Almodóvar. En esta ocasión, el protagonista de la historia también tiene ascendencia cordobesa aunque, a diferencia de Rejano, su parentesco con los postulados artísticos de la Escuela de Vallecas se articulan desde unos rasgos comunes compartidos, sobre todo en la producción gráfica de su primera etapa.



El pintor Antonio Rodríguez Luna nace en Montoro en 1910, “entre el blanco escalofriante de un pueblo olivarero situado entre la Sierra y la campiña de la provincia de Córdoba”, según nos describe el propio Antonio en el prólogo de sus Dieciséis dibujos de guerra. Este montoreño de estirpe humilde —herencia campesina por parte de madre y oficio de talabartero por parte de padre—, marchó con trece años a Sevilla para ingresar en la Escuela de Bellas Artes. Permanece en la ciudad hispalense hasta 1929, año en el que se traslada a Madrid, donde comienza a frecuentar las tertulias del Café de Oriente, punto de partida de ese incipiente surrealismo rural instigado por las agrestes caminatas hacia Vallecas. Su amistad con Daniel Vázquez Díaz y el apoyo de Timoteo Pérez Rubio le condujeron a la toma de contacto con la Sociedad de Artistas Ibéricos (SAI), lazo determinante con los principales creadores vallecanos.

Tanto es así que en el otoño de 1932, la SAI le seleccionó para la primera muestra realizada fuera de España, celebrada entre el 10 de septiembre y el 2 de octubre en el Palacio de Charlottenborg en Copenhague (Dinamarca). Junto a los paisajes del cordobés se alinearon veinte dibujos de Alberto y ocho óleos de Benjamín Palencia, destacando de este último Tierras silúricas, con manifiestas esencias reconocibles de la Escuela de Vallecas. No fue la única muestra colectiva en el exterior de la SAI, puesto que entre el 17 de diciembre de 1932 y el 30 de enero del 1933 se organizó en la Galería Flechtheim de Berlín la Neure Spanische Kunst. La crítica berlinesa no dudó en considerar a Rodríguez Luna entre los mejores representantes del surrealismo rural ibérico enmarcado en ese señuelo denominado Escuela de Vallecas.

Artículo sobre la exposición de los Ibéricos en la 'Revista Arte'. 1933. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Artículo sobre la exposición de los Ibéricos en la 'Revista Arte'. 1933. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

'Cumbres de Extremadura'. Primera edición 1938. Ilustraciones de Herrera Pétere. (© Foto: VALLECASWEB.COM)'Cumbres de Extremadura'. Primera edición 1938. Ilustraciones de Herrera Pétere. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Portada de 'Dieciséis dibujos de guerra'. 1937. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Portada de 'Dieciséis dibujos de guerra'. 1937. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Este bagaje con los Ibéricos le llevará a exponer individualmente en el Museo de Arte Moderno, que recientemente había nombrado director al crítico Juan de la Encina y subdirector a su amigo Pérez Rubio. El propio Museo adquirió de aquella exposición una de las obras más representativas de la estética vallecana del cordobés. Pájaros en el melonar pregona los recursos clásicos de la propuesta alentada por Alberto y Benjamín: dominio del campo como protagonismo, eliminación de la figura humana, sustituida preferentemente por pájaros, y una proliferación de elementos paisajísticos antropomórficos. Cabe la hipótesis de que esta representación pictórica se le figurara a Antonio paseando hasta Vallecas por las vías del tren, a la altura del Camino de Hormigueras; camino que llevaba desde los hornos de cocer cerámica al pueblo entre huertas dedicadas al cultivo de melones.

Pájaros en el melonar. 1932. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Pájaros en el melonar. Antonio Rodríguez Luna, 1932. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Tres formas femeninas para arroyos de juncos. Alberto Sánchez. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Tres formas femeninas para arroyos de juncos. Alberto Sánchez. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Para Antonio, la influencia de Alberto Sánchez fue determinante, la amistad que le unió con el panadero-escultor fue proverbial. Juntos realizaron durante el verano del 33 el Cursillo de Formación del Profesorado. El gobierno de la República ofertó, a través del Ministerio de Instrucción Pública y con objeto de reducir el peso de la enseñanza impartida por religiosos, un Cursillo de selección de plazas de Profesor de Dibujo para instituto. De hecho Alberto y Rodríguez Luna tuvieron que desarrollar el mismo ejercicio consistente en dibujar un plato con dos cangrejos. Asimismo, en ese mismo año, en el que el pintor se casó con Teresa Serna en un juzgado de Chamberí, Alberto firmó como destacado testigo de boda. No obstante, su estrecha relación sufrió una grieta como consecuencia de la polémica generada a raíz de los escritos publicados, durante 1935, en la revista valenciana Nueva Cultura, dirigida por Josep Renau, donde Rodríguez Luna, tras el paso hacia una concienciación política después de los acontecimientos de revolución de octubre del 1934, criticó la falta de compromiso revolucionario en la obra plástica de Alberto.

Este posicionamiento ideológico de Antonio se fue radicalizando durante la guerra y le llevó a la participación directa en el Pabellón Español de París en 1937 mediante una serie de dibujos, continuación de sus exitosos Dieciséis dibujos de guerra, elaborados bajo la impronta tenebrosa de los grabados de Goya. Bombardeo de Colmenar Viejo y Terrateniente se convertirán así en sus obras más destacadas expuestas en el Pabellón. La misma línea de ese estilo la continuaría un año más tarde para alzarse con el primer premio de dibujo en el Concurso Nacional de Pintura y Dibujo celebrado en Barcelona, con sus obras Parapeto en Carabanchel y La bestia fascista.

Terrateniente. Antonio Rodríguez Luna. Exposición de París. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Terrateniente, 1938. Antonio Rodríguez Luna. Exposición de París. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Rodríguez Luna frente a un decorado teatral de La Barraca. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Rodríguez Luna frente a un decorado teatral de La Barraca. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Escultura de horizonte. Alberto Sánchez. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Escultura de horizonte. Alberto Sánchez. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Tierras silúricas. Benjamín Palencia. Exposición Palacio de Charlottenborg. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Tierras silúricas. Benjamín Palencia. Exposición Palacio de Charlottenborg. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Rodríguez Luna en sus primeros años del exilio en México. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Rodríguez Luna en sus primeros años del exilio en México. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Toro furioso (1973). Icono del Museo que el pintor tiene en su localidad natal de Montoro. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Toro furioso (1973). Icono del Museo que el pintor tiene en su localidad natal de Montoro. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Rodríguez Luna en su estudio durante los últimos años en el exilio mejicano. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Rodríguez Luna en su estudio durante los últimos años en el exilio mejicano. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

En ese mismo 1938, Rodríguez Luna ilustraría una de las mejores novelas de otro paseante vallecano, José Herrera Pétere, titulada Cumbres de Extremadura. En mayo de 1939, los dos zarparían — acompañados de otros españoles en su misma situación — en el transatlántico holandés Vedammm desde el puerto francés de Saint Nazaire con destino a México, vía Nueva York. Sin embargo, esta es ya otra historia, una triste historia de otros muchos pintores, escultores o poetas del exilio republicano español que abandonaron nuestra tierra para tal vez nunca más poder volver a pisarla.

(*) Vallecasweb agradece a la Mesa de Cultura de la Villa de Vallecas y el Club de Poesía ViVa su colaboración en la elaboración de este reportaje, contribuyendo a la recuperación de la Historia de Vallecas.

(*) En la imagen que abre esta información, Antonio Rodríguez Luna. Foto de archivo en el Museo Guggenheim de Nueva York. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR…

ESCUELA DE VALLECAS

Llega a Vallecas la exposición “Cerro Testigo. Pájaros”, imprescindible para descubrir el arte de vanguardia en el Cerro Almodóvar.
 Juan Rejano, un cordobés en la Escuela de Vallecas.uan Rejano, un cordobés en la Escuela de Vallecas.
 Vallecas, paisaje de Castilla.
 Los versos de Miguel Hernández 'rompieron' la clausura en Vallecas.
 Homenaje audiovisual en Vallecas en el aniversario de la muerte de Miguel Hernández.
 Caneja, un pintor poeta en el Cerro Almodóvar.
 El III Paseo Cultural Homenaje a la Poética de la Escuela de Vallecas será el domingo 13 de octubre.
 Caneja, el pintor poeta de la Escuela de Vallecas, paseos por los campos del "extrarradio".
 Un canto de cisne al Cerro Almodóvar.
 II Paseo Cultural al Cerro Almodóvar en homenaje a la Escuela de Vallecas.
 Los pájaros vallecanos beben en Luis Felipe Vivanco.
 José Herrera Pétere: 'Acero de Madrid' y yeso de Vallecas.
 Miguel Hernández y el Cerro Almodóvar.
 Maruja Mallo volvió a Vallecas.
 Rafael Alberti recuerda a Alberto Sánchez en La Arboleda.
 Réquiem por Alberto Sánchez.
 Paseo cultural homenaje al Cerro Almodóvar y a la Escuela de Vallecas.

CULTURA E HISTORIA DE VALLECAS

 Los últimos pastores de Vallecas.
 Así es 'Ferrotipos', primer cortometraje de la directora vallecana Nüll García.
 V Ofrenda Vecinal a Federico García Lorca en Villa de Vallecas.
 Exposición de Arte Vecinal en Villa de Vallecas.
 El CEIP Santo Domingo se convierte en un 'cole' de cuento.
 Federico García Lorca, en la memoria de la Villa de Vallecas.
 Sueño de una noche en los Veranos de la Villa de Vallecas.
 La I Semana Cultural de la Villa de Vallecas entusiasmó a los vecinos del distrito.
 La poesía pintó el Paseo de la Villa de Vallecas.

-------------------

 Puedes leer otras noticias sobre la actualidad de Vallecas accediendo a la portada de nuestro periódico www.vallecasweb.com
 También estamos en @vallecasweb(Twitter) y vallecasweb(Facebook)
 Si quieres colaborar con nosotros, puedes escribirnos un correo electrónico clicando en el enlace: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

Comentarios (0)

Déje un comentario

Estás comentando como invitado.