José Luis Belinchón | Vallecasweb
El libro 'Trilogía 59', de Jonás Sánchez Pedrero, es un libro raro. No es una novela, tampoco es un ensayo, ni un texto escolar. Es difícil de definir. A lo que más se aproxima es a una guía, quizás una guía para náufragos. Si llegara a la tierra un marciano, acontecimiento que no se espera en los próximos meses, se daría con un canto en los dientes, si es que los marcianos tienen dientes, cuando se topara con este libro. Con él, podría hacerse una idea cabal de lo que por aquí se cuece en literatura, cine y música.

El conjunto de lo que llamamos cultura se ha convertido en un inmenso océano, muchas veces barrizal, donde navegan ingentes cantidades de obras, la mayor parte de ellas a la deriva, en cuyas agitadas aguas resulta extremadamente difícil, por exceso o por defecto, encontrar creaciones que merezcan la pena. Otras veces auténticas obras maestras se van directamente al fondo oceánico.

Así pues, Jonás nos presenta en su 'Trilogía 59' una selección, su selección de 59 obras de la literatura universal, 59 películas y 59 obras musicales, en la que tienen cabida todo tipo de géneros. No están, como es lógico, todas las que son, pero sí son todas las que están.

Jonás, nacido en Vallecas, hijo de padres vallecanos —su padre es el conocido pintor Pedro Sánchez— estudió Biblioteconomía en la Universidad Complutense de Madrid y, como el salmón, retornó a Extremadura, siguiendo los pasos de sus abuelos, todos extremeños, pero en sentido contrario. Allí lleva ejerciendo de bibliotecario en el hermoso pueblo Hervás desde el año 2004.

Yo, que conozco desde hace algún tiempo la primera edición parcial de esta obra (la parte dedicada a literatura) quería hacer una nota para su publicación en Vallecasweb pero, por capricho del destino, ha llegado hasta mí la magnífica reseña de 'Trilogía 59' hecha en su blog por Eduardo Moga (Barcelona, 1962) poeta, traductor y crítico literario, licenciado en Derecho y doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona, circunstancia que ha arruinado mi proyecto. La sapiencia y maestría con que Eduardo Moga ha glosado sus percepciones del libro de Jonás me invitan a que desista, por la imposibilidad de aproximarme al buen hacer y la extraordinaria sensibilidad que en su texto trasluce y, humildemente, me limito a extractar parte de su contenido, invitando a quien quiera leer el texto de Eduardo en su totalidad a que visite el blog (http://eduardomoga1.blogspot.com).

En el extracto que refiero con su autorización, Moga se refiere al libro de la siguiente manera: “Trilogía 59, de Jonás Sánchez Pedrero (Madrid 1979), es un buen ejemplo de cierto tipo de libros que se publican en España: libros magníficos, muchos mejores que la mayoría de las mediocridades que se editan en colecciones de postín, pero pasan inadvertidos para casi todos.

El referido libro reúne las críticas de literatura, cine y música que Jonás ha publicado en ediciones de bibliófilo. Cada una de ellas constituye una sección del libro, y las tres cuentan cincuenta y nueve reseñas (que el autor califica de mentiras).

Pero 'Trilogía 59' es mucho más que un libro nuevo: es un libro excelente. Lo hacen destacar una mirada incisiva, muy personal, y una prosa singularísima, punzante, a menudo descacharrante, que huye como de la peste del academicismo y la convencionalidad. Posee una sensibilidad inteligente, irremediablemente matizada por la ironía y el desengaño. Sus juicios no son solo certeros, sino que revelan con frecuencia un tino pasmoso. Por ejemplo, cuando habla de Amarcord, de F. Fellini, dice: “El reparto está clavado. Los niños tienen cara de hambre, las mujeres cara de sexo y los hombres cara de tontos”, y después remata con esta observación insuperable: “A Fellini lo que le importa es todo lo que no importa. No tengo nada que decir, pero sé cómo decirlo”.

El arte es la forma que Jonás tiene de estar en la vida: plenamente, desesperadamente. Y su visión es amplia: no es sectario; le interesa todo. Jonás salpimenta las reseñas, el discurso principal, de microjuicios estupendos, que trenzan con este una prosa colmada de descubrimientos y abren sin cesar ventanas a la reflexión.

La escritura de Jonás tiene punch: siempre está tensa; nunca se amorcilla. Como debe ser. Y es indudablemente suya: no se parece a ninguna otra que conozca, aunque se nota —y él reconoce— la impronta que le han dejado algunos de los mejores estilistas españoles, como Valle-Inclán, Gómez de la Serna, Pla y, sobre todo, Francisco Umbral.

Leer 'Trilogía 59' es, inevitablemente, sonreír, aunque a veces lo hagamos con una sonrisa triste. En la reseña de 'Mediterráneo', la deliciosa película de Gabriele Salvatores, dice: “Cuando el escepticismo se viste de sarcasmo, adelgazas. Salvatores hace la guerra de Gila, pero en cine”.

La crítica de Jonás tiene otras virtudes. Una de las más destacadas es su capacidad para conectar lo tratado con el mundo: se infiltra en nosotros y condiciona nuestra forma de leer (de ver cine y de escuchar música). Si la inteligencia se ha definido como la capacidad para establecer relaciones, 'Trilogía 59' es uno de los libros más inteligentes que conozco, porque en él todo aparece vinculado, por asociación o contraste. En la reseña dedicada a 'Muerte accidental de un anarquista', de Darío Fo, escribe: “Esta obra es el esperpento valleinclanesco a la italiana, lo que Billy Wilder hizo a lo yanqui en su excelente película 'Primera Plana', donde no falta un anarquista ni su muerte accidental”. Los trabajos de Jonás nunca dejan de establecer paralelismos, analogías y similitudes, en una inacabable quermés intelectual. Así empieza la crítica de 'Trópico de Cáncer', de Henrry Miller: 'Trópico de Cáncer' es a la novela lo que el orinal de Duchamp a la escultura. (…) Miller es un provocador que no sabe escribir y se nota: Nadie ha sabido no escribir tan bien como él”. Y todo ello articulado mediante excursos, mediante pobladas arborescencias, que dan a 'Trilogía 59', pese a la brevedad de la mayoría de los trabajos, una exuberancia casi selvática. Jonás estudia a fondo a los escritores de los que habla: ha leído lo que se ha escrito sobre ellos y conoce su correspondencia, si la hay.

'Trilogía 59' es aforístico: un encadenamiento de latigazos valorativos. En el volumen se percibe también un trasfondo lírico, con sorprendentes —y certeros— golpes metafóricos. Cuando habla de la versión musicalizada por Paco Ibáñez de 'Palabras para Julia', de José Agustín Goytisolo, habla en realidad de la poesía (y de sí mismo) y, al hacerlo, roza el poema en prosa: “Yo iba a que mi padre me hizo sus Palabras para Julia, y me jodió la vida. Tuvo esa delicadeza…”.

Las reseñas cinematográficas son más largas: son textos ácidos y felices. Jonás continúa su labor arquitectónica —y a la vez ramificante— de establecer parentescos y denominadores comunes, y vincula el cine con el cómic y con la pintura, en la que emerge con frecuencia la figura de Goya, aquel moderno de antes de la modernidad. A veces habla muy poco, casi nada, de la película reseñada. La crítica es entonces solo un pretexto para hacer un pequeño pero sustancioso recorrido por la historia del cine —y de las artes en general—.

Las reseñas musicales se dedican aún menos a lo reseñado: son viñetas entre confesionales o autobiográficas y panorámicas, retratos de época de los lugares en los que ha vivido, como Vallecas, a la que invoca con el pretexto de hablar de 'Vengan a ver' de Luis Pastor, o, precisamente Extremadura. En el texto sobre las Cuatro Estaciones, a los conciertos de Vivaldi solo les dedica una línea (“sabemos reconocerlos porque el aleteo de violín de la primavera es inconfundible”). El resto trata del profesor de música del instituto El Pingüino que les inculcó el gusto por el arte por el extraño procedimiento de renunciar a darles clases. Las críticas musicales son las más personales del libro, siéndolo mucho todas, y también a menudo las más socarronas. Y su visión es, como siempre, ecléctica y amplísima. No tiene empacho en reseñar al Chiquilicuatre y su memorable participación en Eurovisión o “Los pajaritos” de María Jesús, y entre ambas reseñas dedicar una página a Carmina Burana, de Carl Orff. Jonás Sánchez Pedrero atiende a todo, porque todo en la vida lo interpela, porque su sensibilidad y su inteligencia no le dejan escapatoria”.

Después de la brillante radiografía de Eduardo Moga, con la que coincido, no sería capaz de expresar, tan certeramente como él, los grandes valores literarios que la obra contiene. 'Trilogía 59' es, sin duda, un libro útil, que trasciende lo aparente y surfea entre textos, cine o músicas en busca de las esencias, no en sí mismas, sino en relación al mundo en el que orbita cada obra, cada autor y cada tiempo, y se cruzan entre sí.

Este libro es una herramienta útil para bibliotecas, centros escolares, tertulias literarias y, por supuesto, para aquellos lectores perdidos, que no saben a qué libro agarrarse y muchas veces aparecen ahogados, en la orilla de cualquier sitio. '59 Mentiras' es una mirada, una brújula, una forma heterodoxa de ver la cultura o parte de ella.

MÁS INFORMACIÓN
■ Título: Trilogía 59.
■ Autor: Jonás Sánchez Pedrero.
■ Prólogos: Victor Chamorro, José Camello y Víctor Ramos.
■ Cubierta: Pedro Sánchez.
■ Editorial: Ediciones del Ambroz.
■ Año de edición: 2021.
■ ISBN: 978-84-120851-5-0.
■ Precio: 24 euros.

(*) En la imagen que abre esta información, Jonás Sánchez Pedrero ofrece una visión crítica y divertida de 59 obras de cine, música y literatura en su 'Trilogía 59'. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

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