22 Enero 2020

La memoria de El Gayo Vallecano pervivirá en Vallecas para siempre

Publicado en Reportajes

Roberto Angulo publica un libro sobre la historia del mítico grupo teatral

Antonio Luquero | Vallecasweb
“Lo importante de este libro es que está escrito con hechos que hemos narrado quienes los vivimos de primera mano, no está contado por personas a quienes otros les contaron lo que sucedió”. Con esta aseveración y los recuerdos intactos pese al paso de los años, el actor Juan Margallo, protagonista e impulsor de la mayor hazaña teatral jamás conocida en Vallecas, El Gayo Vallecano, desmenuzó en una emotiva y divertida charla celebrada en el Ateneo Republicano de Vallecas los orígenes de este grupo de actores entusiastas que inundó Vallecas durante seis años con cientos de actividades culturales y de ocio para todas las edades.



El recién publicado libro sobre la historia de El Gayo Vallecano (Roberto Angulo, Editorial Agita Vallecas, 2020) llena por fin un vacío que Vallecas no se podía permitir. La historia de Vallecas y El Gayo Vallecano permanecen unidas desde que el grupo teatral se instaló en una sala del Colegio Raimundo Lulio en 1978 hasta su desaparición en enero de 1984. El origen del mismo está en un homenaje al cantaor vallecano Luis Marín, fallecido por causas nunca aclaradas (se habló de un atropello fortuito) el 21 de junio de 1978 en el Paseo de Recoletos. Juan Margallo y Jesús Sastre, que militaban como Marín en la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT), decidieron dar un homenaje al malogrado cantaor y encontraron cobijo en el Colegio Raimundo Lulio del barrio de San Diego en Puente de Vallecas. Tras el concierto, los actores solicitaron a los curas del colegio si podían utilizar su sala como espacio permanente para instalar su compañía teatral y la respuesta fue afirmativa.

Según Roberto Angulo, autor del libro, “El Gayo Vallecano nació como Agrupación Teatral en 1978 creado, entre otros, por Juan Margallo, Petra Martínez, Fermín Cabal y Luis Matilla, con la pretensión de descentralizar la cultura de la capital, pues todo el circuito cultural estaba agrupado en el centro de Madrid”. Para Angulo, el atropello de Luis Marín nunca estuvo claro: “Paquita Sauquillo me dijo que no fue un accidente sino un atropello hecho por un capitán del ejército y que, según su primo Bartolomé Marín, existen pruebas de que fue torturado antes de su muerte. Incluso en el informe emitido por el Hospital de la Paz dirigido entonces por el doctor Cabezas se determinaba que había lesiones incompatibles con un atropello. Todo quedó muy turbio. Ese fue el punto de partida para hacer un homenaje a Luis Marín y fueron a parar al Colegio Raimundo Lulio”.

Begoña Loza desveló cómo surgió la idea de publicar un libro sobre la historia de El Gayo en Vallecas. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)Begoña Loza desveló cómo se gestó la idea de publicar un libro sobre la historia de El Gayo en Vallecas. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Juan Margallo, alma mater del grupo y ferviente defensor de que la cultura llegue a las clases populares, recordó que “en aquellos tiempos los grupos de teatro teníamos un estatuto en el ministerio que no nos permitía hacer más de tres funciones por ciudad, para evitar que le hiciéramos la competencia al teatro profesional, lo que nos hacía estar todo el día de acá para allá con la furgoneta. Cuando sucedió lo de Luis Marín ya nos rondaba la cabeza buscar un sitio en el que estar de forma permanente. Estando colocando los focos para el homenaje hablé con el director del Raimundo Lulio y nos dijo que sí, ahí fue el inicio de El Gayo Vallecano”.

La ebullición de El Gayo Vallecano durante su existencia fue tal, que incluso al propio Margallo le cuesta entenderlo: “Me parece mentira que pudiéramos hacer tantas cosas en tan poco tiempo: más de 100 representaciones para adultos, teatro para niños los domingos, un concierto cada quince días, clases de improvisación para niños y adultos, dábamos hasta cerámica; es increíble que pudiéramos hacer tantas cosas. Claro que estábamos allí las veinticuatro horas. Bueno, allí y en el bar de enfrente… Hace un año nos reunimos allí los de 'Castañuela 70' que acaba de cumplir 50 años y los de El Gayo Vallecano y nos hicimos unas fotos preciosas. Allí estábamos todos excepto algunos… que ya están en casa de sus padres”, remató Margallo con humor al recordar a quienes no pudieron asistir por haber fallecido.

La inmensa labor social de El Gayo Vallecano se vio reflejada en infinidad de cursillos de formación, que permitían por vez primera a los vecinos de Vallecas asistir a clases de interpretación y cursos de fotografía. “Incluso llegamos a dar clases durante cinco años en la cárcel, hasta que en unas navidades me echaron por intentar meter dos botellas de champán y me cogieron”, recuerda entre risas Margallo.

Juan Margallo recordó la cantidad ingente de actividades que El Gayo Vallecano desarrolló en Vallecas durante sus seis años de existencia. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)Juan Margallo recordó la cantidad ingente de actividades que El Gayo Vallecano desarrolló en Vallecas durante sus seis años de existencia. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Reunión de integrantes de El Gayo Vallecano el 28 de junio de 2018 en Vallecas para celebrar los 40 años de su fundación. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)Reunión de integrantes de El Gayo Vallecano el 28 de junio de 2018 en Vallecas para celebrar los 40 años de su fundación. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

La relación de El Gayo Vallecano con el Rayo Vallecano, pese a lo que pudiera creerse, fue circunstancial, salvo el parecido del nombre con el que jugaba el grupo teatral: “En El Gayo teníamos un microbús que le habíamos comprado al Ejército de Salvación, en cuyo frente ponía: “A sangre y fuego”, y en el lateral: “El Gayo Vallecano”. A veces, cuando llegábamos a un pueblo, había gente que salía y nos decía: “¡Coño, que viene el equipo del Rayo de Vallecas!”.

La elección del nombre del grupo, pese a que busca la similitud con el equipo de fútbol, no es casual según Margallo, pues tenían una dinámica adoptada en los nombres de sus grupos anteriores: “Nosotros siempre tuvimos como referencia nombres de animales. 'El Tábano' se le ocurrió a José Luis de Santos, autor de 'La Estanquera de Vallecas ', el siguiente fue 'El Buho'. Estando reunidos, Fermín Cabal dijo que por qué no le poníamos 'El Gayo Vallecano' que recordaba al nombre del Rayo y habría quien diría: “Voy a ver una obra de teatro al Gayo Vallecano pensando que es el equipo de fútbol”. Yo le quería haber puesto Urogallo, pero no nos dejaron ponerlo porque había un bar en Zaragoza con ese nombre y no nos dieron permiso”.

El Gayo Vallecano, además de su actividad cultural, desarrolló numerosas iniciativas de carácter solidario, como un concierto para recaudar fondos con los que ayudar a los afectados por el envenenamiento del aceite de colza adulterado: “Nos gastamos en publicidad un dinero que no teníamos y de repente leemos: 'Se prevé lluvia para el jueves ', y el jueves era el día de la acción, que era en el patio del Colegio Raimundo Lulio. ¡Venía hasta Joan Manuel Serrat! Yo acojonado pensando: “Como se suspenda no tenemos dinero para pagar la publicidad”. Contactamos con una empresa de andamios para ver si nos podían hacer una cubierta y nos contestaron que les enviáramos el proyecto para que lo visara el arquitecto. Les pregunté que cuánto tardaría eso y me dijeron que unos diez días. Y yo les contesté: “¡Pero si el concierto es mañana!”. Total, que llamé a Mariano López que tenía un taller al lado de la Albufera donde hacían decorados de teatro. Cogió dos gitanos que trabajaban con él y con trozos de decorado, unos plásticos y unos cables montaron un escenario y lo taparon, y menos mal porque comenzó a llover y los instrumentos y los bafles se salvaron. Ya en el concierto yo estaba con prisa para que pudiera cantar rápido Serrat porque era al que todo el mundo había venido a ver y no paraba de llover y llover, pero había un cabrón de argentino, uno solo, que no paraba de cantar, una, otra, otra, y otra y no se iba; se llamaba Rafael Amor. ¡Cantó nueve, el cabrón! Al final cantó Serrat y fue un éxito”, rememora Juan Margallo entre carcajadas, pero dejando entrever la angustia del momento.

Entre los éxitos más sonados de El Gayo Vallecano estuvo la organización de 'La Feria Mágica', creada por Luis Matilla y dirigida por Juan Margallo para niños de 7 a 11 años. El espectáculo estaba prohibido para mayores y era una obra cara de hacer porque no dejaban pasar a más de 300 niños, que se dividían en 5 grupos. “Era como unos cuentos de hadas en los que había que resolver un enigma, un plano… Su repercusión fue tal, que llegó a representarse en Venezuela, Cuba y Rusia”, recuerda Margallo.

El Ateneo Republicano de Vallecas se llenó a rebosar para asistir a la presentación del libro sobre la historia de El Gayo Vallecano. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)El Ateneo Republicano de Vallecas se llenó a rebosar para asistir a la presentación del libro sobre la historia de El Gayo Vallecano. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

El Gayo Vallecano fue la única compañía independiente de teatro con sala estable que se creó en toda España durante la Transición, y según Roberto Angulo “tuvieron una gran acogida en Vallecas sobre todo por su implicación. Por ejemplo, en los primeros carnavales que hubo tras el franquismo en los que Vallecas participó, allí estuvo El Gayo Vallecano”. También hicieron encuentros de teatro de barrio, encuentros de teatro de las nacionalidades, incluso encuentros con familiares de presos políticos en los primeros años tras la llegada de la democracia. En el verano de 1982, la prensa hablaba de El Gayo Vallecano no como de un faro cultural en Vallecas, sino en Madrid. Incluso en Bilbao, Valencia y Barcelona intentaron imitar el proyecto.

El final de El Gayo Vallecano llegó, como no podía ser de otra manera, por la falta de apoyo institucional: “La Junta Municipal de Vallecas abrió un centro cultural y querían municipalizarlo todo, incluso nos propusieron municipalizar El Gayo Vallecano. Pedimos dieciocho millones de pesetas para poder continuar con todas nuestras actividades pero no llegó nada, así es que decidimos, al no tener un mínimo para hacer teatro, irnos”, concluye Margallo.

El libro que recoge la historia de El Gayo Vallecano, escrito por Roberto Angulo, nace de un proyecto de Begoña Loza y Jorge Jiménez, creadores de la editorial Agita Vallecas e impulsores de la Librería La Esquina del Zorro. La obra cuenta con un prólogo del actor Pepe Viyuela y numerosas fotografías que demuestran que Vallecas y El Gayo Vallecano no se pueden entender el uno sin el otro.

El reconocimiento que este libro supone para la ingente labor desarrollada por El Gayo Vallecano es un acto de justicia, pero las instituciones municipales deberían hacer algo más para poner en valor este hecho cultural sin precedentes. Por ejemplo, colocando una placa histórica en la puerta de la sala que trajo el teatro de vanguardia a las clases populares de Vallecas, en la Avenida de San Diego número 96.

Portada de “El Gayo Vallecano (1978-1984)”, escrito por Roberto Angulo y editado por Agita Vallecas. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)Portada de “El Gayo Vallecano (1978-1984)”, escrito por Roberto Angulo y editado por Agita Vallecas. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

MÁS INFORMACIÓN
Título: El Gayo Vallecano (1978-1984).
 Autor: Roberto Angulo.
 Editorial: Agita Vallecas.
 Año: 2020.
 Género: historia del teatro.
 Páginas: 308.
 Encuadernación: rústica.
 Tamaño: 14x19,5 cm.
 Precio: 18,50 euros.
 ISBN: 978-84-948242-5-8
 Dónde comprarlo: Librería La Esquina del Zorro, C/ Ramón Calabuig nº 27 (Metro: Puente de Vallecas). Teléfono: 91 833 14 57. Correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
► En la red: www.laesquinadelzorro.com

(*) En la imagen que abre esta información, Roberto Angulo y Juan Margallo durante la presentación del libro “El Gayo Vallecano (1978-1984)” en el Ateneo Republicano de Vallecas. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

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