20 Septiembre 2015

“Los jugadores están a siglos luz de la camiseta del Rayo Vallecano”

Publicado en Reportajes

ENTREVISTA | Quique Peinado, autor del libro ‘¡A las armas!’

Antonio Luquero | Vallecasweb
¿Se fiarían de un tipo como Quique Peinado si se lo cruzaran por la calle? Les daré algunas pistas sobre el personaje. Nacido en el Pueblo de Vallecas, confiesa ser hijo de una madre mucho más famosa que él por regentar una tienda de confecciones durante años y reconoce, sin vergüenza, haberse iniciado en el mundo del fútbol pateando por las calles las jeringuillas que dejaban abandonadas los drogadictos. Además, declara que los futbolistas del Rayo se la traen al pairo, que es de izquierdas y más soso de lo que aparenta en televisión. Con semejante currículum ¿no les entran ganas de esquivarlo?

Enrique Peinado Moro, “Quique Peinado” (Vallecas, 20 de abril de 1979), es de esos periodistas comprometidos que desconoce algunos matices de la palabra “diplomacia”, sobre todo aquellos que la relacionan con la “condescendencia”. Marcado por toda una vida en Vallecas, estudió de pequeño en el antiguo colegio “Isabel de Castilla”, ya desaparecido, y acaba de publicar su libro ‘¡A las armas!’, una buena manera de mostrar Vallecas desde el punto de vista de una persona que lleva las gafas limpias y lo ve todo con una claridad e ironía alejadas de los dramatismos y tópicos habituales.

Vallecasweb habló con él sobre su infancia en Vallecas y su relación con el Club de la franja roja. Si están dispuestos a pasar un buen rato es el momento de tirar para adelante o, sino, de saltar precipitadamente.

- ¿El colegio al que fuiste de pequeño, el “Isabel de Castilla”, te marcó mucho en tu infancia?
- Quizás menos de lo esperado. Mi cole era un colegio de monjas en el que había un internado; las monjas llevaban el internado y el colegio iba un poco aparte. Por ejemplo, de los amigos del colegio no conservo a ninguno. En el último año fui a El Quijote y ese me marcó un poco más, y luego el Politécnico algo más aún. Más que el colegio, lo que a mí me marca es la vida aquí de todos los días. Es que, además, los chavales de antes hacíamos muchísima vida en la calle. Mi madre tenía una tienda de ropa en el barrio y conocía mucha gente.

- ¿Supiste que querías ser periodista desde muy pequeño?
- No, a mí me gustó siempre escribir, aunque no te sabría decir el formato. La ficción no siempre me ha llamado pero me ha gustado mucho escribir ensayos. Yo empecé siendo periodista deportivo porque me gustaba mucho el baloncesto y, como muchos otros periodistas deportivos, lo hice también porque nunca pude ser deportista. Yo, jugando al baloncesto, era muy malo y no tuve siquiera una pequeña opción de poderme dedicar a ello profesionalmente. Luego me desencanté un poco del periodismo deportivo y fui haciendo otras cosas hasta que al final he terminado haciendo televisión. Pero lo que a mí me gusta es escribir, escribo guiones de humor; disfruto mucho escribiendo los libros pero como de ello no se puede vivir me tengo que dedicar a otras cosas.

- Aseguras que muchas de esas cosas que te suceden son genéticas, que las has ‘heredado’ de tu familia, de tus padres, de tus abuelos. ¿Ser de izquierdas también te viene de la rama genética?
- Seguro que un poco sí, también de mi madre que es muy buena mujer y se preocupa mucho de los problemas de los demás. Hay mucha gente que esto lo encauza de muchas maneras y yo lo encaucé por la izquierda. Pero sobre todo es el barrio, siempre he tenido esa sensación de abandono y de que no les interesábamos una puta mierda. Eso, supongo, te lleva a enfrentarte a ello y yo lo hice desde la izquierda. Yo soy un izquierdista bastante particular porque, aparte de ser de la vieja escuela, soy muy poco dogmático, no me gustan nada los dogmas de la izquierda y ese lenguaje antiguo que utilizan. Sí que es cierto que parece que lo están intentando hacer desaparecer.

El periodista vallecano es un asiduo a las Fiestas de Villa de Vallecas, donde acude literalmente “a mamarme como un piojo”. (© Foto: A, LUQUERO / Vallecasweb.com)El periodista vallecano es un asiduo a las Fiestas de Villa de Vallecas, donde acude literalmente “a mamarme como un piojo”. (© Foto: A, LUQUERO / Vallecasweb.com)

- Se dice que el Rayo es un equipo de izquierdas, pero me gustaría que me aclararas si el Club es de izquierdas o lo es sólo la afición.
- El Club no lo es nada y nunca ha sido nada. Ya lo he contado en el libro: ni siquiera el campo. Ibas allí el domingo por la mañana con la bota de vino, el bocata de tortilla y sólo oías “¡Qué bonitos son los goles del Rayito!” y daban palmas y ya. Es a raíz de que entran Bukaneros cuando la gente cambia. Hombre yo, que de chaval iba a la Peña Los Petas, la ‘banda’ que veías ahí era lo que era, evidentemente eran todos gente de izquierdas y el típico vallecano medio. Pero hasta que no llegó Bukaneros el campo no es nada y el Club no es nada de izquierdas. Uno era del Rayo porque era el equipo de tu barrio, siempre en las televisiones decían aquello de “la populosa barriada de Vallecas”.

- Y no daban ninguna información del partido, sólo el resultado: “Jugado esta mañana, Rayo Vallecano dos…”.
- Eso es, y ya está. Desde que entra Bukaneros eso cambia y el estadio se convierte en lo que es hoy, y eso no hay que disimularlo ni hay que decir lo contrario, ni hay que avergonzarse de ello. Es un Club politizado por su hinchada y los aficionados hemos tomado este camino y estamos muy contentos con el club que somos.

- Los guiños de la directiva hacia las personas desahuciadas, como el caso de Carmen, o el reciente de las camisetas con la franja solidaria, ¿a ti que te parecen?
- Van muy a remolque de la afición y muy detrás de lo que les pide la afición. Éste es un movimiento tan grande y tan uniforme, y que arrasa con tantas cosas, que eso se va a acabar filtrando a la directiva. Va a tardar un tiempo, pero yo creo que el Club va a acabar siendo algo en un futuro de lo que terminaremos sintiéndonos orgullosos, porque el empuje de la afición va a ser tan grande que va a ser irresistible, no van a poder pararlo. Este es el primer paso, muy pequeño, de lo que queremos que sea el Rayo y vamos a apretar todos los días, y yo el primero, para que esto vaya a más y el Club algún día sea lo que tiene que ser.

- El año pasado había un jugador, Cristian Álvarez, que cuando terminaba el partido se volvía a casa en el Metro o en un pequeño Smart, el resto lo hacía en coches de un valor económico importante. ¿Los jugadores del Rayo no tienen unos hábitos un poquito de derechas?
- No lo sé: son futbolistas. Honestamente, los jugadores del Rayo a mí me dan igual, tengo muy pocos jugadores con los que diga "te identificas a muerte". Muy pocos a lo largo de la historia. Son jugadores que van y vienen, llegan a jugar aquí y ya está. Yo sólo he conocido a un jugador —aunque a ninguno le he conocido personalmente— que fue Mikel Labaka, que estuvo dos años en Vallecas, un tipo que desgraciadamente era un futbolista muy justito y llegó al final de su carrera, que era un jugador que estaba verdaderamente orgulloso de estar y jugar aquí, que quería al barrio y se preocupó. Estuvo en la Cañada Real y tuvo contacto con gente de la afición, ese fue el único tipo que creo que entendió un poco adonde venía de verdad. El resto… pues supongo que Michel querrá mucho al club e incluso a la afición, pero no me preocupa; los jugadores son gente que vienen a jugar al fútbol profesionalmente y queremos que ganen porque llevan nuestra camiseta, pero que no tengo ningún interés por ellos. Alguno me gusta más, como Trashorras que me cae un poco mejor y tal, pero están a siglos luz de la camiseta y de lo que a mí me interesa que es desde que se acaba el césped hasta que se acaba el estadio, que es la grada. Eso es lo que a mí más me interesa de este club.

El libro ‘¡A las armas!’ se vende al popular precio de 8 euros. (© Foto: A, LUQUERO / Vallecasweb.com)El libro ‘¡A las armas!’ se vende al popular precio de 8 euros. (© Foto: A, LUQUERO / Vallecasweb.com)

- Tú que eres un gran conocedor del mundo del baloncesto, ¿por qué hay tantas diferencias a la hora de expresarse ante los medios de comunicación entre los jugadores de baloncesto y los del fútbol? ¿No son muy distintos, por ejemplo, Pau Gasol y Gerard Piqué?
- No sé si hay tanta diferencia, no lo sé. Yo creo que a veces es más un prejuicio que una realidad. El futbolista tiende más a los tópicos porque tiene más presión mediática, ¡ojalá todos los futbolistas fueran como Gerard Piqué! Puede ser un bocazas y tener un defecto, pero ojalá todos fueran como él, lo que significaría que es gente que está en el mundo, piensa y opina. Creo que es más un tópico que una realidad, porque un jugador de baloncesto tiene menos atención y también menos dinero. No conozco lo suficiente a unos y a otros como para hacer un juicio de valor con sentido.

- ¿Ves alguna solución al problema de los horarios televisivos que, en algunos casos, empieza a vaciar de público los estadios de fútbol?
- Es difícil, porque es el choque entre el fútbol ‘hiperprofesionalizado’ y lo que los aficionados queremos ver en el campo. Yo lo que pediría es que estuviera un poco más repartido; que no nos tocara siempre a los mismos jugar un viernes o un lunes y tener esos horarios de mierda. Estaría bien que otros clubes se comieran también el marrón que nos comemos nosotros. No sé cuál es la solución…

- ¿Tal vez cobrar por las entradas un precio simbólico?
- Tal vez sí, aunque este año el Rayo ha superado los 11.000 abonados. Es una situación complicada y espero que no nos toque siempre a los mismos, porque yo llevo un montón de tiempo queriendo llevar a mis sobrinos y no hay manera. No sé si al club le renta en el presente pero no sé si en el futuro le rentará tanto.

- Ya la última, imagínate que tienes que ponerte a vender tu último libro en una boca del metro en Vallecas, y no tienes más que 3 segundos para convencer a los que pasan por allí a toda prisa. ¿Cómo les explicarías en una sola frase lo que es ‘¡A las armas!’?
- Si se bajan en el metro de Vallecas sería fácil, les diría: “¡Este libro es una vida como la tuya!”. Creo que la gente de Vallecas, la gente de barrio, se sentirá muy identificada con lo que cuento. Al autor, un libro no le da casi dinero, te lo digo honestamente, es una cosa que tú haces porque te gusta y no por un dinero que no ganas. Creo que quien lo compre se sentirá identificado con lo que cuento, sea o no sea del Rayo y le guste o no le guste el fútbol.

MÁS INFORMACIÓN
‘¡A las armas!’
 Autor: Enrique Peinado.
 Editorial: Libros de K.O., S.L.L.
 Páginas: 112.
 Primera edición: mayo de 2015.
 Precio: 8 euros.
 ISBN: 978-84-16001-40-8.
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(*) En la imagen que abre esta información, Quique Peinado, un tipo del que uno puede fiarse... (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

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Comentarios (3)

  • Juan Carlos Gonzalez Plaza

    Juan Carlos Gonzalez Plaza

    21 Septiembre 2015 a las 09:24 |
    Feliz lunes equipo.
    Muchos le conoceis de la tele otros/as por haber compartido press de banca con él en el gym.
    Grandes mis escritores deportistas del gym el gran Jorge Fernández Gonzalo y el gran Kike Peinado. No estaría mal un libro que se titulase " zombies de izquierdas".
    Orgulloso de mis amigos vallekanos.
    Be happy team.
  • carrion

    carrion

    22 Septiembre 2015 a las 12:02 |
    No leo libros de pijos
  • Abel Roldan Lopez

    Abel Roldan Lopez

    22 Septiembre 2015 a las 19:53 |
    Muy interesante lo que dice si señor me comprare el libro