14 Noviembre 2022

Javier Sierra o cuando vivir en un piso lleno de humedades te arruina la vida

Publicado en Actualidad

Según los informes médicos, su vivienda del barrio de Doña Carlota le ha provocado EPOC

Antonio Luquero | Vallecasweb
A Javier Sierra le cambió radicalmente la vida hace dos años. Los graves problemas de humedad que presenta la vivienda que habita en el barrio de Doña Carlota de Puente le han provocado una EPOC respiratoria que puede acabar con su vida en menos de cuatro años.

Nacido en Santander en 1977, Javier Sierra llegó a Vallecas hace 15 años. Vivió primero en la calle Almonacid y después en la plaza del Doctor Lozano hasta hace dos años, cuando se mudó a una vivienda de alquiler muy cerca del mercado de Doña Carlota.

Al entrar en su nuevo piso, situado en una primera planta, desconocía que estaba lleno de humedades y que esto afectaría gravemente a su salud: “Cuando lo alquilé en marzo de 2020 no había ni rastro de las humedades porque el dueño lo había pintado recientemente y lo camufló muy bien. A partir de septiembre de ese mismo año empecé a sentir fatigas y veo que comienza a salir moho en las paredes. Le pregunto al dueño y me dice que eso es puntual, que en su vida eso lo había tenido en su casa”.

Según Javier Sierra, esos “defectos ocultos” que tenía su vivienda no eran hechos puntuales, sino algo que venía sucediendo desde hacía tiempo: “Algunos vecinos me han comentado que viene de las arquetas y del mal aislamiento térmico de la fachada exterior a la que nunca se ha hecho mantenimiento y cuando llueve se moja directamente, penetrando en las viviendas”.

A raíz de la humedad de su vivienda, la salud de Javier se ha deteriorado, como señalan los numerosos partes médicos que presenta tras sus continuas visitas al hospital después de haber desarrollado EPOC, una grave enfermedad pulmonar que le impide respirar: “Yo tenía un problema de cadera que me dejó en silla de ruedas durante un año; tardaron en saber las causas de qué me pasaba hasta que descubrieron que se debía a una infección que se me estaba generando en el pulmón provocada por las humedades de la casa. Mi situación llegó a ser tal, que no podía ni bañarme ni salir a la calle ni apenas hacer nada, siempre necesitaba ayuda. Incluso tuve que dejar de recibir la ayuda a domicilio porque no podía pagarlo con la pensión que me quedó, ya que tenía que hacer un copago cada vez que venían a casa y yo no podía permitírmelo, porque con ese dinero pagaba la leche, la comida, o pagar las medicinas que necesito todos los meses”.

La presencia de humedades en la fachada del edificio es evidente. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)La presencia de humedades en la fachada del edificio es evidente. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

La presencia de goteras y humedades también se manifiesta en las zonas comunes del edificio. (© Foto: JAVIER SIERRA / Vallecasweb.com)La presencia de goteras y humedades también se manifiesta en las zonas comunes del edificio. (© Foto: JAVIER SIERRA / Vallecasweb.com)

Cuando Javier entró a vivir en su casa no había rastro de humedades. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)
Cuando Javier entró a vivir en su casa no había rastro de humedades. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

El estado que presenta el cuarto de baño deja mucho que desear. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)
El estado que presenta el cuarto de baño deja mucho que desear. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

El parquet y la puerta de entrada también presentan desperfectos. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)
El parquet y la puerta de entrada también presentan desperfectos. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

La incapacidad a la que se ha visto abocado Javier le ha dejado una paga de 821 euros al mes con la que debe hacer frente a los 612 euros del alquiler de la vivienda (“Cuya mensualidad nunca he dejado de pagar”, recalca) y los 200 euros que paga a su exmujer por el mantenimiento de una hija en común. Para el resto, tiene que hacer malabares: “Ahora mismo vivo gracias a los amigos que me traen táperes con comida que te puedo enseñar; los tengo ahí, en la cocina. He llegado a un acuerdo con el banco por el cual pago siempre 300 euros al mes siguiente. En comida gasto 120 euros que destino sobre todo a cuando viene mi niña a verme, que tampoco lo puede hacer mucho porque no quiero que viva y duerma entre este moho. Yo normalmente sólo hago una comida al día.

Sobre las humedades que presenta la vivienda, Sierra asegura que el dueño le ha dicho que se deben “a que no abro las ventanas para ventilar, que el culpable soy yo porque a él esto nunca le había pasado. Pero luego te enteras de que en el año 2018 una inspección ya determinó que había humedades, ahí está el informe. Y que se han quejado de lo mismo varios vecinos de otros pisos. Entonces, si después de todo esto me lo alquila, ¿no hay un delito por vicios ocultos de la casa?.

Tras los informes médicos que ha presentado, un dictamen de la Seguridad Social ha determinado que Sierra sufre incapacidad absoluta para realizar cualquier trabajo reglado. Es decir: sufre incapacidad total para trabajar con una minusvalía del 65 por ciento.

Javier querría marcharse de este piso, pero no puede por motivos económicos: “Tengo un contrato de arrendamiento por cinco años, pero yo no puedo seguir así. Los médicos me han dicho que salga de esta vivienda como sea, pero ¿adónde voy yo? Si en dos meses no tengo una solución me tendré que ir… pero a vivir a la calle. A otro piso no puedo ir porque económicamente no puedo pagarlo. Me piden hasta tres y cuatro meses de fianza. Con lo que yo gano ¿qué capacidad de ahorro tengo yo para poder pagar eso? Es imposible: o me dedico a robar, o a atracar a alguien. ¿Me pongo a pedir en el metro? Si lo hiciera me podrían quitar la pensión que estoy percibiendo por hacer actos de mendicidad. Entonces, ¿qué hago?”.

Durante la entrevista, Javier Sierra nos comenta que dentro de su casa está siempre con mascarilla por prescripción médica para evitar el moho. De hecho, tiene que parar de hablar en varias ocasiones por accesos de tos e insuficiencia respiratoria: “En este armario tengo todos los medicamentos que necesito para pasar el mes, que como verás son muchísimos. Estas dos medicinas son para los dolores pulmonares que sufro que a veces son inaguantables, por eso tengo que tomar morfina. Esta otra es de rescate para cuando me ahogo mucho, pero a veces no es suficiente. En ese caso, tengo que llamar urgentemente al 112 que vienen, me estabilizan con Urbasón y me ponen oxígeno. En la mayoría de los casos me trasladan al Hospital Gregorio Marañón hasta que sature bien. Este año ya he ido al hospital más de 90 veces, no hay semana que no vaya una o dos veces como mínimo”.

Tanto el actual concejal presidente de Puente de Vallecas, Borja Fanjul, como el anterior concejal Francisco Pérez Ramos se han interesado por su caso: “Borja Fanjul se sentó a hablar conmigo y yo le he ido informando, pero dependemos de un informe de Servicios Sociales que no termina de llegar. Paco Pérez y Olga Martínez se entrevistaron conmigo también, vieron la situación y me dijeron que esto era denunciable”.

Una de las claves para la solución del problema pasa por el mencionado informe de Servicios Sociales de Puente de Vallecas: “Una trabajadora social que se dignó a bajar a la casa me dijo que la vivienda estaba en perfectas condiciones y que qué es lo que quería. Parece ser que los informes negativos de la EMVS [Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo] sobre la situación del edificio y todos mis informes médicos no los piensa tener en cuenta”, confiesa con amargura. “Yo lo único que solicito es que me faciliten una vivienda en alquiler en condiciones de salubridad, que para mí es lo fundamental, y que yo pueda pagar. A día de hoy, lo único que falta es el informe de la trabajadora social porque los médicos me han dicho que, de seguir deteriorándose así mi salud, tengo un 30 por ciento de posibilidades de morirme antes de cuatro años.

Hasta caer enfermo, Javier hacía una vida completamente normal: “Esta situación ha arruinado mi vida, la de mi hija y mi ilusión por vivir. Porque yo era feliz yendo al hospital donde trabajaba como enfermero, iba a ver partidos de fútbol, entrenaba a equipos en la Fundación Rayo Vallecano. Ahora llevo dos años en los que, sinceramente, me he convertido en un parásito, me siento una carga con cuarenta y cinco años y con todos los conocimientos que tengo que podría revertir mucho en la sociedad y para bien, cuidando a mayores y a enfermos como hacía antes. Estudié muchos años para conseguirlo y cuando ya tenía mi contrato indefinido me ha cortado las alas. Me siento frustrado”.

Javier Sierra tiene numerosos informes sobre sus continuos ingresos hospitalarios. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Sierra tiene numerosos informes sobre sus continuos ingresos hospitalarios. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

No todo lo hacen los medicamentos. Los médicos le han dicho a Javier que permanezca fuera de su casa todo el tiempo posible. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)No todo lo hacen los medicamentos. Los médicos le han dicho a Javier que permanezca fuera de su casa todo el tiempo posible. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Javier Sierra ha sido entrenador en la Fundación del Rayo Vallecano. Sus amigos de la Peña Rayista Discapacitados le han pagado este año un abono para que salga de casa a ver los partidos del Rayo y se airee, pero su salud no siempre le permite acudir al Estadio de Vallecas. (© Foto: VALLECASWEB.COM)Javier Sierra ha sido entrenador en la Fundación del Rayo Vallecano. Sus amigos de la Peña Rayista Discapacitados le han pagado este año un abono para que salga de casa a ver los partidos del Rayo y se airee, pero su salud no siempre le permite acudir al Estadio de Vallecas. (© Foto: VALLECASWEB.COM)

Javier trabajó muchos años como enfermero en hospitales y residencias de la Comunidad de Madrid hasta que en 2013, y debido a un problema de cadera, recicló su puesto de enfermero a tareas de información en los mismos centros donde trabajaba: “Yo no me quería ir del tema sanitario porque es mi vocación y conseguí que me readaptaran”.

“Cuando en su día fui a la EMVS para solicitar una vivienda, presenté el cambio de grado de incapacidad y fotos de mi piso, de tal manera que en uno de los anexos pusieron que la vivienda en la que estoy actualmente está insalubre. Pero lo pone así, textual. Entonces si todos dicen que está mal y todo está mal...”.

“El médico me ha recomendado que esté dentro de esta casa lo menos posible, sus palabras textuales son: “No puedes estar en tu casa”. Lo pone en los dictámenes médicos: tengo una enfermedad respiratoria por infección de moho. Si yo estoy aquí inhalo mucho moho, pero si abro las ventanas como habían dicho paso frío. Yo empecé con mi infección en el año 2020 con una fatiga que no se sabía lo que era. En septiembre, los informes ya diagnostican el EPOC. Ya no puedo vivir ni con los fármacos”, concluye Javier Sierra.

¿Se puede denunciar?
Situaciones tan graves como la que padece Javier necesitan de soluciones rápidas, algo que las administraciones públicas no siempre son capaces de ofrecer. Con el fin de explorar otras vías y atendiendo a casos similares, hablamos con la abogada Mercedes Rubiales. ¿Qué se puede hacer y cómo actuar?

“Lo primero que hay que saber es a quién compete resolver el problema: si es a la comunidad de propietarios del edificio, al ayuntamiento correspondiente o si es al propietario de la vivienda. Hay que valorar qué daños o qué perjuicios está teniendo la persona que está viviendo en esa casa. Una vez que se tiene localizado quién es el responsable, habrá que ver qué daños se han causado, qué perjuicios se han ocasionado, valorarlos y actuar contra la persona o entidad correspondiente”.

Mercedes Rubiales, que nos responde desde su despacho en el paseo de la Castellana nº 91, 4ª planta, asegura que “normalmente, cuando un ayuntamiento abre un expediente sobre el estado de un edificio es porque ha comprobado que hay un problema que puede ser grave, y que incluso puede afectar gravemente a las personas que viven en él. Si ese ayuntamiento pone una multa porque siguen sin solucionarse los problemas detectados, es el momento de actuar por la vía judicial o la vía penal.

“El problema de las humedades es que, si no se solucionan, siempre van a más, con consecuencias primero para el edificio y luego para las personas que viven en ese edificio. Tenga en cuenta que el problema de las humedades genera enfermedades clarísimamente. Si no se cuida y se produce moho es terrible para las personas con problemas pulmonares o problemas respiratorios”, asegura Mercedes Rubiales. Y recomienda, además de seguir dando pasos en las administraciones públicas, ponerse en manos de un abogado: “Si hay gente que no puede vivir en esa vivienda porque las humedades son importantes, lo primero es acudir a los servicios sociales para que le faciliten una vivienda. Yo he visto casos de humedades en los que realmente se estaba poniendo en peligro la estructura del edificio porque llevaban muchísimos años y no se solucionaban. En casos así tienes que denunciarlo, claro”.

De ser así, concluye Rubiales, “se podrían llegar a pedir unas medidas cautelares, porque luego ya se sabe que los procedimientos llevan sus tiempos. Puedes dirigirte contra la jurisdicción civil para reclamar el daño e incluso daños y perjuicios, o si esto fuera ya una diligencia por tema más grave, según el caso, acudir a la jurisdicción penal”.

(*) En la imagen que abre esta información, Javier Sierra con la medicación mensual que necesita para tratar sus problemas respiratorios. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)