Antonio Luquero | Vallecasweb
La cadena de televisión Telecinco inicia este martes la emisión de la tercera temporada de su exitosa serie “Entrevías”. De su capítulo uno de la primera temporada nos queda el aviso de lo que nos espera, en boca del personaje del policía corrupto protagonizado por Luis Zahera: “Hijos de puta los hay de todos los colores, pero todos acaban en Entrevías”.

Protagonizada por José Coronado, Luis Zahera y Nona Sorbo, la trama se desarrolla en un entorno de delincuencia, policías corruptos, yonkis, bandas juveniles y emigrantes no integrados, mientras los vecinos “normales” intentan protegerse con armas de fuego en un barrio al que, curiosamente, a la ficción le ha dado por ponerle un nombre real: Entrevías.



No conozco a nadie en Entrevías que esté feliz con que la nueva temporada de la serie que lleva el nombre del barrio de Vallecas donde viven se llame precisamente “Entrevías”. Precisamente ese fue el título que eligió la productora cuando hace tres años comenzó el rodaje de la serie en escenarios reales de Vallecas. Casualmente (o quizás no) un número nada desdeñable de escenas se grabaron precisamente en calles y plazas del barrio real que da nombre a la serie de ficción. Yo fui testigo de algunas de ellas.

Ya desde la emisión de la primera temporada, tanto las asociaciones vecinales como los vecinos de Entrevías mostraron su malestar con la serie, indicando el perjuicio económico y de reputación que una ficción con enorme difusión no sólo en España sino en el extranjero podía acarrearles tanto a nivel personal como económico, con negocios señalados y el precio de las viviendas devaluado.

Antes de que la serie tuviera su primera emisión en febrero de 2022, el acumulado de noticias en Internet relacionadas con Entrevías hablaba del esfuerzo de sus vecinos por salir adelante, sus luchas por conseguir viviendas dignas, el trabajo de parroquias como la de San Carlos Borromeo con los curas Enrique de Castro y Javier Baeza ayudando a inmigrantes sin recursos, la casa de Peironcely nº 10... En suma, el desarrollo de la vida normal de unos vecinos trabajadores llegados desde todos los puntos de España que hicieron su vida aquí y lograron salir adelante sin ir pegando tiros por las calles.

Tras la emisión de la primera y la segunda temporada, todas estas informaciones sobre la historia de Entrevías fueron arrolladas por un tren de noticias que sólo hablan de los contenidos de la serie. A partir de ahí, ya se pueden imaginar. Que alguien intente encontrar una referencia real, más allá de los tiroteos de la serie, los robos a las viviendas de sus protagonistas, las reyertas a navajazos y los casos de corrupción entre policías resulta toda una proeza. Si intentas comprar, alquilar o vender un piso en el Entrevías real, será prácticamente imposible no dudar en hacerlo tras resistir la embestida de la locomotora de comentarios que ha suscitado y va a suscitar ahora aún más la serie en cuestión.

Con la emisión de los primeros capítulos en 2022 y tras las quejas de las Asociaciones de Vecinos de Entrevías, la productora se avino a colocar un cartelito antes de emitir cada capítulo que venía de decir que se trataba de una serie de ficción y que cualquier parecido con el barrio real del mismo nombre era pura coincidencia. Todo ello expresado en un letrero que aparecía durante apenas dos segundos, y con una tipografía ilegible y diminuta similar a la que se utiliza en aquellas campañas de televisión en las que no quieren que leas la letra pequeña. El aviso era pues una tomadura de pelo a las protestas de los vecinos. La “Entrevías” de ficción se estaba riendo de la Entrevías de verdad con total desvergüenza.

El Vallecas Rugby Unión es un auténtico emblema de Entrevías, con cientos de niñas y niños practicando deporte a diario. Así es el Entrevías real. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Crear ficciones de televisión con nombre reales (me viene a la memoria la titulada “El Príncipe”, relacionada con el barrio del mismo nombre en Ceuta al que titulares periodísticos consideran “El más peligroso de España”) no sólo es dañino, sino que se ceba generalmente con las personas más humildes y los lugares más vulnerables. Además, no es casual; el nombre del Entrevías de verdad tiene tanto tirón, que ni se plantearon llamarla “Entrecalles”, “Entreautopistas”, “Entredelincuentes” o “Entre…” lo que ustedes quieran añadir.

No existe, sin embargo, una serie de ficción donde dirigentes con sueldos millonarios pero dudosos conocimientos sobre el medio audiovisual, adopten decisiones erróneas sobre la programación hasta acabar con el reinado de audiencias de la cadena de televisión más exitosa. De existir esa ficción, también podía revestirse de un nombre real. Por ejemplo: “Telecinco”.

(*) En la imagen que abre esta información, “Entrevías” será en una serie exitosa, pero eso no evitará que se convierta en una canallada para los vecinos de este histórico barrio de Vallecas. (© Foto: TELECINCO / Vallecasweb.com)