25 Septiembre 2012

“Los Insensibles”

Publicado en Deportes

Rayo 0 – Real Madrid 2

Antonio Luquero / Vallecasweb
Resulta curioso lo noticiable que ha resultado para los medios la victoria del Real Madrid en Vallecas, cuando este hecho entre los aficionados del Rayo no tiene nada de novedoso. Que el Madrid le gane al Rayo es tan normal como que llueva hacia abajo, o que todos los días salga el sol.

Sin embargo, y viendo cómo lo cuentan, parece que muchos olvidan que estamos hablando de una pelea desigual, en la que unos tienen las de ganar de todas “todas” y los otros, el Rayo, las de perder salvo sorpresa mayúscula. Incluso teniendo los de Paco Jémez un gran día, era poco probable que la victoria se quedara en casa.

Siempre se comenta que los partidos frente al Real Madrid no están en la “liga” del Rayo. Pero tampoco lo están en la del Valencia, el Ath. Bilbao o el At. Madrid, equipos de superior presupuesto y que tampoco pueden hacer frente al nivel que detentan Madrid y Barcelona. Ninguno de estos mencionados, nadie, juegan la Liga de estos dos mastodontes del fútbol, que han conseguido con el paso de los años hacerse más grandes a costa de frenar o incluso reducir los presupuestos y la expansión del resto de equipos de la Liga española.

Es evidente que cada día, los dos grandes son más grandes y los demás, o se quedarán como están en el mejor de los casos, o verán reducidos sus ingresos y aficiones hasta el punto de una posible desaparición.

Cristiano intenta penetrar en el área rayista, perseguido por Tito y Labaka (Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)
Cristiano intenta penetrar en el área rayista, perseguido por Tito y Labaka (Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

Esto no lo ven así ni los comentaristas deportivos ni los aficionados de Madrid y Barça. Algunos hinchas del conjunto merengue hicieron ostentosa demostración en la grada vallecana de lo que es su obsesión: ganar a toda costa. Gritaron y mostraron unas alegrías de alguien que gana una batalla frente a un coloso. No se pararon a pensar, en su enorme soberbia, que el Rayo es un Club con un grupo de jugadores limitados por el presupuesto, y una afición exigua a la que no se deja crecer.

En Vallecas tuvimos que padecerles en la grada, en el campo, y fuera de él. Para el recuerdo quedará esa entrada del autobús del Real Madrid desde la M-40, enfilando la Avenida de la Albufera, escoltado por motoristas haciendo sonar sus sirenas y tres furgonetas de Policía Municipal vigilando la presencia de posibles grupos de “incontrolados”. Hay películas de acción que emplean menos medios que el Madrid en sus traslados…

 Labaka corta sin contemplaciones una jugada de Marcelo (Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)Labaka corta sin contemplaciones una jugada de Marcelo (Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

No olvidaremos tampoco las tremendas medidas de seguridad, las calles cortadas, las decenas de policías antidisturbios, las vallas aquí y allá, los accesos del estadio limitados para los propios aficionados del Rayo, las puertas cerradas hasta 35 minutos de inicio del encuentro (lamentable). En fin, las molestias para el que va a ver al Rayo y se encuentra su barrio tomado por los problemas que acarrea la visita del equipo rival.


Pero de entre todas las cosas, lo más llamativo fue el desprecio de los jugadores del Real Madrid hacia sus propios aficionados. Cientos de ellos se agolpaban en la lejanía de la calle Payaso Fofó, apoyados en vallas de seguridad, esperando ver a los suyos, a Iker, a Ramos, Kaká, Pepe, Alonso, Cristiano... Gritos de grandes y chicos anunciaban que uno de ellos acababa de salir, camino del autobús. En todos ellos la respuesta era la misma: ni un gesto, ni un saludo, nada. Sólo unos cuantos privilegiados conseguían acercarse a la zona de Prensa, también acotada por vallas, logrando verlos de cerca y en casos extremos, consiguiendo una foto forzada. Así, de esta manera tan distante, ortopédica y frustrante, “disfrutan” los aficionados del Madrid de estas superestrellas que han elevado tan superalto, y que pasan tan superolímpicamente de aquellos que les idolatran hasta la enfermedad.

Leo Baptistao trata de escaparse de Pepe y Arbeloa Labaka (Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)
Leo Baptistao trata de escaparse de Pepe y Arbeloa (Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

La actitud de estos “insensibles” del balón chocaba, en cambio, con la cercanía de los jugadores del Rayo, que salían del vestuario con la mayor normalidad del mundo, tras haber perdido por dos goles ante el equipo de los depredadores del fútbol, y charlaban con aficionados y periodistas de tú a tú, sin que ningún "gorila" fabricado en un gimnasio se interpusiera entre ellos.

Entre los aficionados del Rayo y los del Real Madrid hay la misma diferencia que entre los futbolistas de ambos equipos. Los del Madrid son y seguirán siendo siempre infelices y tristes, porque en su egoísmo gastarán sus energías pensando no en el título que acaban de ganar, sino en el que puede que no ganen en el futuro.

Sin embargo los del Rayo, que posiblemente no han visto ni un pase bueno de los jugadores de su equipo, ni un tiro a puerta, son infinitamente más felices. Alguno de ellos debería explicarles a los del Madrid cuál es el secreto…

En la imagen que abre esta noticia, Arbeloa pasa de largo en dirección al autobús del Real Madrid (Foto: L. HERRERA / Vallecasweb) 

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