22 Mayo 2024

Lorenzo Benito y Julián Huerta, homenajeados por la Federación de Peñas del Rayo Vallecano

Publicado en Deportes

Por su defensa de la franja y el escudo del Rayo Vallecano

Antonio Luquero | Vallecasweb
La Federación de Peñas del Rayo Vallecano ha homenajeado a Lorenzo Benito y Julián Huerta, ejemplos más que representativos de lo que significa defender al Rayo Vallecano durante toda una vida, en un acto celebrado en la Feria del Libro de Vallecas.



Julián Huerta es el abonado nº 7 del Rayo Vallecano. Nació hace 78 años en la calle Puerto Alto número 8 en la misma casa donde vivían Toribio y Marcelina, él conocido por ser utillero de la ADRV durante muchísimos años y ella por encargarse de zurzir y remendar las camisetas y calzones de los jugadores de los desgarrones producidos tras cada partido.

A Julián no le llegó el Rayismo de una manera casual, precisamente porque fue en casa de los Huerta donde se fundó el Rayo, en concreto en la casa que sus abuelos tenían un poco más arriba, en la calle de Nuestra Señora del Carmen número 28.

Me comenta Julián, minutos antes de recibir el premio, que la calle empezaba en la parte baja del actual bulevar: “Esto era todo uno, no estaba dividido en dos partes. El número 2 de la calle de Nuestra Señora del Carmen empezaba abajo, junto a la esquina de lo que ahora es la Avenida del Monte Igueldo. En fiestas aquí arriba, junto a la Casa de Socorro, se ponían las atracciones de feria durante las fiestas”. Tras la anexión a Madrid en 1950 y para evitar la duplicidad de nombre con la calle del Carmen de la capital, el de aquí hubo que cambiarlo por otro más montañoso: calle del Puerto de Monasterio.

Modesto Huerta fue unos de los niños que fundó la Agrupación Deportiva El Rayo aquél 29 de mayo de 1924. Julián lo sabe bien porque Modesto era su padre, hijo a su vez de Prudencia Priego, la “supermadre” del Rayismo. De ahí que a Julián Huerta lo del Rayo le venga de cuna aunque paradójicamente reconozca que, siendo pequeño, no jugó jamás en el equipo que fundara su padre sino en otros del Puente de Vallecas “en campos que nunca estaban planos, siempre cuesta arriba o cuesta abajo”.

Julián Huerta es el abonado número 7 y representa los verdaderos orígenes de la Agrupación Deportiva El Rayo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)Julián Huerta es el abonado número 7 y representa los verdaderos orígenes de la Agrupación Deportiva El Rayo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Aunque Julián nació en la calle Puerto Alto vivió también en la misma casa donde se fundó el Rayo, que era la de su abuela, aunque lo hizo después de la reforma: “Yo vivía en la primera planta y abajo teníamos un taller”. En la actualidad la casa sigue siendo suya, por lo que podemos asegurar que los orígenes vallecanos y rayistas de la vivienda permanecen en buenas manos.

Tras subir al escenario y recibir el premio de la Federación de Peñas, Julián Huerta reconoció que es como magia que un club creado por mi familia siga existiendo cien años después. Estoy emocionado porque son muchas las cosas que se han vivido aquí”.

Sin embargo, resulta curioso que viviendo dentro de la casa y de la familia que fundó el Rayo, las noticias a Julián le llegaran por terceras personas: “¿Sabes?, yo entonces era muy pequeño y mi padre era poco dicharachero. La mayoría de cosas de la época de él las he podido averiguar gracias a otros socios fundadores. Una de las anécdotas que me contaron era que mi padre jugaba de defensa central y que siempre decía que, cuando venía hacia él un rival con el balón, tomaba la determinación de que los dos no pasaban: o pasaba el balón o el jugador contrario, pero los dos, no”.

Julián Huerta se muestra escéptico sobre la evolución del fútbol en los últimos tiempos y lo define en una frase final: “¿Qué queda del espíritu del barrio en el que se fundó el Rayo hace 100 años?, la verdad es que ha cambiado todo muchísimo. Hoy el fútbol es sobre todo un asunto económico, como me tocó comprobar al declarar en el juzgado con el tema de los Ruiz-Mateos”.

La Federación de Peñas también quiso homenajear con estas Jornadas del Rayismo del Centenario a un futbolista que lo dio todo (y lo sigue dando) por la Agrupación Deportiva Rayo Vallecano.

Lorenzo Benito Pozo (Vallecas, 15 de mayo de 1950) es un vallecano de raza. Nació en una modesta vivienda de la calle de Sierra Nevada número 7, en el barrio de San Diego, muy cerca de donde se encuentra actualmente la Fuente de la Asamblea de Madrid.

Con 14 años entró en el Rayo y subió pronto al primer equipo de la mano del gran Manuel Peñalva, a quien recuerda con mucho cariño. Militó siete temporadas en el primer equipo de la ADRV entre 1969 y 1976, todas en Segunda División. Disputó 168 partidos defendiendo la franja y logró 21 goles. Jugó de delantero centro y de extremo derecho, con un juego pausado y reflexivo.

Benito forma parte de aquel grupo de “héroes” que vio cómo se cerraba y demolía el antiguo Estadio de Vallecas y tuvieron que exiliarse a jugar en Vallehermoso, lo que puso al Rayo al borde de la desaparición.

Una vez retirado del fútbol, montó un taller mecánico en la casa que le vio nacer dando empleo durante décadas a un buen número de vallecanos. Benito se muestra orgulloso de haber invertido el dinero que obtuvo en el fútbol en generar trabajo en Vallecas.

Ligado desde siempre al Rayo Vallecano, fue entrenador del Rayo Aficionados (precursor del actual Rayo B) al que subió desde categoría Regional Preferente a la Tercera División por primera vez en su historia, categoría que nunca más llegó a perder. Entrenó también al Rayo Vallecano Sub-19.

Junto con José Luis Martín, puso en marcha en 1987/1988 el primer Torneo Local de Fútbol-7 en Vallecas, deporte totalmente desconocido en aquellas fechas. El campeonato estaba formado por 16 equipos con chavales vallecanos de entre 10 a 12 años que podían jugar a “futbito” de forma gratuita. Para poder celebrar los partidos, en Tajamar, tuvieron que recurrir a un carpintero para que hiciera las porterías a medida ya que no existían con estas dimensiones. Ante la falta de apoyo institucional, Benito decidió pagar las equipaciones completas de 8 de los equipos con el patrocinio de “Talleres Benito” y Dani Jimeno, portero del Rayo, las otras ocho. El torneo fue un éxito.

Promotor y fundador de la Asociación de Veteranos del Rayo Vallecano, Benito ha sido entrenador del Rayo Vallecano Veteranos con el que ha colaborado (y colabora) en numerosos actos benéficos y solidarios.

Benito se subió al escenario a recoger su placa y… casi se quedó sin palabras: “¡Uf, para mí… que me hagan este homenaje...! ¡Es que es la primera vez que me hacen esto en mi barrio!”, afirmó muy emocionado y agradecido tras recibir su trofeo de manos de Antonio Mora, presidente de la Federación de Peñas del Rayo Vallecano.

Tras coger un poco de aire y recibir un larguísimo aplauso por parte del público, el futbolista vallecano continuó: Yo he nacido en Vallecas y he vivido toda mi vida en Vallecas, mis negocios también los he tenido en Vallecas. Además, tengo una gran alegría porque están hoy aquí unos cuantos compañeros míos: Felines, Potele, Antonio Anero, Josemari. Y también una persona a la que quiero mucho… [se emociona] …que es mi hermano Elías, que está aquí también”.

Efectivamente, entre los asistentes también estaba Elías, otro vallecano de raza gracias al cual el Rayo pudo respirar en un momento difícil económicamente hablando: “Gracias a su traspaso al Cádiz, el Rayo consiguió recaudar tres millones de pesetas. Lo pueden confirmar Ángel Ortega, que está aquí y fue directivo, o el señor Manuel Gallardo, o Fernando Zambrano”.

Efectivamente, a Elías Benito lo traspasó el Rayo Vallecano en 1983 jugando en el Cádiz durante seis temporadas en Primera División, compartiendo vestuario y partidos con el mítico “Mágico” González teniendo como entrenador al carismático David Vidal.

“Hay unas cuantas personas que son amigos míos que me alegro muchísimo de que estén aquí”, continuó Benito, “pero sobre todo quiero dar mucho las gracias a la Federación de Peñas por acordarse de mí, porque es la única vez que en mi barrio me han hecho un homenaje”.

El futbolista Lorenzo Benito nació en Vallecas y ha vivido siempre en Vallecas. Una vida entera dedicada al Rayo Vallecano. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)El futbolista Lorenzo Benito nació en Vallecas y ha vivido siempre en Vallecas. Una vida entera dedicada al Rayo Vallecano. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Lorenzo Benito tiene en su haber ser el jugador del Rayo Vallecano que ha tenido activa durante más años una peña con su nombre: “Para mí es un orgullo como rayista que durante 49 años un grupo de personas haya llevado mi nombre por todas las partes de España; es algo que nunca podré pagar. Estoy súper agradecido a ellos”. Si lo pensamos detenidamente, la cifra es de escalofrío: el Rayo Vallecano cumple 100 años y durante prácticamente la mitad de esos cien años (49 años) una peña ha llevado el nombre de un jugador que, además, ha nacido y vivido siempre en Vallecas. Impresionante…

En octubre de 1972 se cierra el Estadio de Vallecas por su estado ruinoso y el equipo tiene que empezar a disputar sus partidos en Vallehermoso, una instalación destinada al atletismo, pero no al fútbol. Los aficionados dejan de acudir en masa y lo sufren sobremanera, pero los futbolistas también.

Benito formaba parte de aquella plantilla que intentó hacer frente a las adversidades no sólo para que el Rayo no perdiera la categoría (Segunda División), sino para que incluso no desapareciera: “Pienso que había un grupo humano extraordinario, la mayoría de jugadores éramos de Madrid. Antes se ha comentado que en la Asociación de Veteranos empiezan a faltar socios porque los futbolistas que juegan en el Rayo vienen de lejos y cuando terminan su trabajo aquí se vuelven a su tierra o a su país, es lógico. Antiguamente al menos cinco o seis éramos de Vallecas, otros eran de Carabanchel, de Villaverde, cada uno éramos de un barrio. Creo que aparte de un gran grupo humano teníamos un gran grupo como futbolistas. Lo que pasa es que jugábamos en un patatal, porque Vallehermoso era un auténtico patatal. Allí tiraban jabalina, martillo... Y había una persona que no está pero que, si alguno lo quiere recordar, fue fundamental en que el Rayo subiera a Primera División: fue Carlos Álvarez del Villar, un preparador físico maravilloso, gran persona, y que trabajó mucho con nosotros. Porque entonces la preparación física que teníamos, en comparación con la de ahora, era de risa. Hasta que llegó este señor y nos puso a todos como motos, corríamos como motos. No había ningún equipo que físicamente nos impusiera su ritmo. Y esto Felines, Potele y Antonio Anero lo pueden corroborar. Y mi hermano Elías también, que estuvo tres años con él, pero los que estuvimos con Álvarez del Villar siete años nos conocíamos la Casa de Campo mejor que nadie”.

Benito destaca cómo ha cambiado la preparación y el aspecto de los futbolistas de antes con lo que se ve ahora: “Yo entonces era muy espigado y muy larguirucho; ahora los futbolistas vienen todos formados, están cuadrados. En calidad técnica no sé si antes éramos mejores, porque la vida evoluciona y el fútbol ha evolucionado mucho; ahora se juega con un delantero o a veces con ninguno y antes como mínimo jugábamos siempre con tres delanteros. No sé si el fútbol de ahora es mejor o peor, pero lo importante es que en cada época el futbolista se tiene que amoldar”.

El acto permitió hacer esta foto con personalidades muy importantes en la historia de la Agrupación  Deportiva Rayo Vallecano. De izquierda a derecha: Antonio Anero, Antonio Mora, Felines, José Luis Martín, Julián Huerta, Ángel Ortega, Manuel Gallardo, Potele, Lorenzo Benito, Elías Benito, Josemari y Fernando Zambrano. Un “once” de lujo, aunque en realidad son doce. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)El acto permitió hacer esta foto con personalidades muy importantes en la historia de la Agrupación  Deportiva Rayo Vallecano. De izquierda a derecha: Antonio Anero, Antonio Mora, Felines, José Luis Martín, Julián Huerta, Ángel Ortega, Manuel Gallardo, Potele, Lorenzo Benito, Elías Benito, Josemari y Fernando Zambrano. Un “once” de lujo, aunque en realidad son doce. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

El ex delantero rayista puso en valor el trabajo de aquellos jugadores que lucharon en Segunda para que el Rayo fuera cada vez más fuerte y pudiera dar el salto, años más tarde, a la Primera División: “Hubo mucha gente que hizo un gran trabajo. Como Ángel Ortega, que fue directivo siendo presidente Marcelino Gil. El Rayo lo forman un grupo de personas que ha hecho un gran trabajo en el tiempo hasta que se consiguió el ascenso en 1976-1977”.

La ausencia de jugadores nacidos en Vallecas en las últimas plantillas del Rayo Vallecano también lleva a Benito a la reflexión: “¡Claro que hay jóvenes en Vallecas! De la cantera del Rayo unos dicen que es muy buena, otros que no está bien cuidada, en fin… Yo con el presidente no me quiero meter porque esto ya no es un equipo de fútbol que representa a Vallecas, ahora es la empresa de un señor que en su momento compró unas acciones”. Dicho esto, muestra su enfado porque no se haya podido conseguir que el Rayo sea de los rayistas y de los vallecanos: “Critico a las personas que se meten con el presidente —¡y ojo, que yo le critico mucho también al presidente, le digo lo que le tengo que decir a la cara, para que él lo sepa!—. Yo tengo 12 acciones, pero creo que si todos los vallecanos que le critican hubieran dicho mejor: “Vamos a comprar 10 acciones del Rayo” la realidad sería otra. Si en Vallecas, donde somos 350.000 personas, 10.000 ó 20.000 personas se hubieran puesto de acuerdo para comprar acciones del Rayo, entonces sí podríamos criticar”.

Benito finalizó dando de nuevo las gracias y haciendo un alegato que muchos rayistas firmarían ahora mismo: Yo soy de la Agrupación Deportiva Rayo Vallecano, a mí lo de Rayo Vallecano de Madrid no me dice nada. Muchas gracias a todos por este premio que me han concedido”.

Antonio Mora, presidente de la Federación de Peñas, cerró el acto dando las gracias a los asistentes y a los premiados: “Estoy casi más feliz que ellos porque me ha tocado en este evento representar a las peñas, a todos los aficionados. Quiero recordar que este Centenario es de todos: de la familia Huerta, de los que estuvieron, de los que estarán. Es un Centenario que tenemos que celebrar todos”.

“No nos merecemos como aficionados que todo lo que consigamos sea tan difícil. Cualquier cosa que realiza el club es porque los aficionados le dedican muchas horas, mucho esfuerzo, mucha energía, y si no fuera por el motor de la afición no sé qué sería del Rayismo”.

Antonio Mora animó a disfrutar de las Jornadas del Rayismo del Centenario mientras, al fondo, charlan los dos premiados. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
Antonio Mora animó a disfrutar de las Jornadas del Rayismo del Centenario mientras, al fondo, charlan los dos premiados. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

“Como bien ha dicho Lorenzo Benito el Rayo ahora es una empresa, pero durante el 70 por ciento de sus cien años de existencia no ha sido una empresa, sino una Agrupación Deportiva en la que los socios aportábamos y teníamos voz y voto. No nos merecemos que el club no aporte nada; no es normal que un club que está en el corazón de Vallecas no tenga ni una pizca de cariño por Vallecas, por el barrio, por el Rayismo, y que todo le dé igual: los aficionados, los veteranos, los vecinos, los comercios. Por eso hay que reconocer el esfuerzo de todos los grupos, las peñas, los aficionados, que están colaborando, juntando esfuerzos para que estas Jornadas del Rayismo del Centenario sean un éxito. ¡Animo desde aquí a todos a disfrutarlas!, concluyó Antonio Mora.

(*) En la imagen que abre esta información, Julián Huerta y Lorenzo Benito, acompañados en el centro por Antonio Mora, durante el homenaje que recibieron por parte de la Federación de Peñas del Rayo Vallecano. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)