Antonio Luquero | Vallecasweb
Imagine que usted, que es ciudadano de bien porque sabemos que lee Vallecasweb, enciende la tele y escucha dos versiones diferentes sobre un mismo hecho. Una de ellas es aportada por la señora rubia de tez serena situada en la foto de la izquierda; la otra versión, radicalmente opuesta, la dan los aguerridos mozalbetes de gafas oscuras de la fotografía de la derecha. ¿A quién creería más, a la señora tranquila o a los chavalotes de gesto recio? Piénselo bien, porque a veces las apariencias engañan…

Los graves acontecimientos de Madrid Río en los que falleció un aficionado al fútbol tuvieron su “resaca” en Vallecas. En la reyerta, que terminó con la muerte del aficionado gallego, aparecieron involucrados los nombres de seguidores de diversos equipos de fútbol, entre ellos el Rayo Vallecano.

Realmente, no hay pelea que se precie, logro de la ciencia, o ascenso a las nieves del Kilimanjaro, que no esté protagonizada por dos científicos, tres alpinistas, dos chinos y, al menos, dos Bukaneros. No sé cómo lo hacen, pero siempre hay dos Bukaneros allí donde se requieren que estén. De hecho, yo por la calle siempre me cruzo no con uno, sino con “dos” Bukaneros.

En el retrete del teatro normalmente tienes que esperar a que entren dos Bukaneros, que están siempre delante de ti. El otro día fui El Corte Inglés y ¿a que no saben a quién me encontré en el espacio de música comprando “una maza para el bombo”? Sí, a dos Bukaneros, lo de siempre. A veces, cuando uno no ve “dos” Bukaneros —como sucediera el pasado sábado por la tarde— hasta empieza a preocuparse.

Me cuentan que cuando Armstrong, Aldrin y Collins llegaron a la Luna, ya estaba plantada allí una bandera —de las ahora prohibidas— de Bukaneros. Hasta el Pequeño Nicolás pidió hacerse un selfi con “dos” Bukaneros y no al revés, como hubiera sido la costumbre. En fin, el hecho de que los Bukaneros vayan siempre de dos en dos demuestra que son especímenes sociables. Rara vez “pillan” a “un” Bukanero en solitario; siempre a dos, por algo será…

Tras los sucesos de Madrid Río, la delegada del Gobierno en Madrid, arreglada, formal y con aspecto de no haber metido la pata en su vida, aseguró por activa y por pasiva que en la reyerta estaban involucrados “bla-bla-bla-bla-bla y bla”… y además, “dos Bukaneros”.

Días después de esta acusación, un grupo de jóvenes mal encarados, con aspecto de mala hostia y el rostro cubierto hasta las cejas —tal vez por sentirse injustamente señalados—, se plantaban en la puerta 1 del Estadio de Vallecas para asegurar que ellos no habían sido y que no estaban involucrados en ninguno de los acontecimientos anteriores, ni en las posteriores detenciones de Madrid Río.

Los periodistas, algunos con cara de susto, no terminaron de creerlo. ¿Cómo creer a estos tipos con pinta de delincuentes ante la mirada limpia y azul de la delegada del Gobierno? Y ahí quedó la cosa. La estética le acababa de ganar la batalla a la verdad.

Algunos periodistas, como Isaac Fouto, lanzaban en Twitter la noticia de que no había evidencias de que hubiera dos Bukaneros entre los detenidos, ni siquiera uno; vamos, ni medio, ni mitad de cuarto, nada de nada. ¡Vaya chasco! La Cadena Cope, incluso, emitía de viva voz una declaración de Cifuentes (escuchar audio), empeñada en asegurar que había dos Bukaneros sí o sí.


La Policía anunció en su cuenta de Twitter la detención de miembros de Bukaneros, y la Cadena Cope emitió una declaración de Cristina Cifuentes en la que confirmaba las detenciones. (© Fotos: I. FOUTO / DeportesCope)

El Rayo Vallecano, mientras tanto, solicitaba a la Delegación de Gobierno el nombre de estas personas, para expulsarlos del Club, pero no obtuvo respuesta. Así las cosas, los aficionados empezaban a notar en sus carnes el aumento en las medidas de control de acceso al estadio, la prohibición de meter pancartas, bombos, camisetas y hasta bufandas que tuvieran elementos estéticos difíciles de definir hasta para un experto en heráldica. Al Rayo como Club, y a su afición en general, la empezaban a “crujir” mientras los dos Bukaneros "fantasmas" —de los que todo el mundo hablaba— seguían sin aparecer.

Parecía que éste sería un “bucle” del que nunca terminaríamos de salir hasta que ayer, en una charla con adolescentes de 16 y 17 años en el Colegio Gredos San Diego Vallecas, saltó la noticia. Un joven, cuando los periodistas que cubrían el acto ya se habían marchado, preguntó a Cifuentes por el tema de los famosos “dos Bukaneros” implicados, y la señora respondió que no había implicado ninguno. Como pueden imaginarse, todos nos quedamos en estado de shock. Es como si de repente nos dicen que Alberto Bueno va a meter cuatro goles de golpe en un partido en Vallecas, algo que todos sabemos “nunca” podría suceder.

El estudiante del Colegio Gredos San Diego Vallecas le acababa de “colar” a Cifuentes un gol por toda la escuadra, y la delegada del Gobierno ni se había dado cuenta. La conversación, que resultó grabada y difundida (escuchar audio) corrió entre la afición rayista a más velocidad que la foto de Belén Esteban despanzurrada en un sofá de la casa de Gran Hermano.

Llegó la noticia al Club, que la difundió en Twitter, y comenzaron las rectificaciones en los medios de comunicación. Todas, menos las de la Policía y la de la propia Cifuentes, que se quedaron mudos ante la solicitud de información (escuchar audio) de nuestro compañero Raúl Granado, de Onda Cero Radio. Como preludio de este “cambio de rumbo”, un centenar de Bukaneros, horas antes, había interpuesto una denuncia contra esta agradable señora por los acontecimientos deplorables del sábado pasado, en los que la policía terminó cercando la calle Josefa Díaz donde había no "dos", sino un montonazo de Bukaneros dispuestos a subir a la Luna, ascender al Kilimanjaro o comprarse una maza para el bombo en El Corte Inglés. Incluso, me cuentan, tenían previsto acudir a un partido de fútbol.

Pese a la confesión, Cristina Cifuentes sigue sin responder al Rayo Vallecano, ni ha dado el nombre de los dos Bukaneros más buscados de la historia; tampoco ha llamado al Club para asumir que esos dos Bukaneros nunca existieron, y que fue un error, y que “me disculpen”. La verdad es que la estética, en este caso, ha estado muy mal acompañada por la ética.

(*) En la imagen que abre esta información, Cristina Cifuentes y Bukaneros en Vallecas. Juntos, pero no revueltos. (© Fotos: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

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