14 Febrero 2024
Exposición sobre los viajes y expediciones del naturalista vallecano Luis Miguel Domínguez
Hasta el 2 de marzo en el Museo de Arte y Tradiciones Populares
Antonio Luquero | Vallecasweb
El naturalista vallecano Luis Miguel Domínguez expone hasta el 2 de marzo, en el Museo de Arte y Tradiciones Populares, una retrospectiva de sus expediciones a lo largo y ancho del planeta bajo el título “En busca de la vida: naturaleza y etnografía”. La exposición, aparte de imágenes y fotografías inéditas, contiene infinidad objetos únicos procedentes de los más recónditos lugares de América, África y Asia.
Hablar con Luis Miguel Domínguez (Vallecas, 1963) es siempre un placer. No sólo por lo ameno de la conversación, sino por la sabiduría, conocimiento y buen humor que desprende quien ha viajado y estudiado los rincones más recónditos del planeta.
— Luismi, ¿qué podemos ver en esta exposición repleta de objetos personales procedentes de tus viajes por el mundo?
— Es una exposición que narra sobre todo una cultura, que es la cultura del naturalismo. Retrata el naturalismo desde mi punto de vista, porque me considero naturalista de principio a fin. Y la gente se preguntará: un naturalista ¿quién es? Pues es quien recorre el medio natural de cualquier lugar del mundo en busca de respuestas y en busca de las fuentes del conocimiento, casi siempre basado en la biodiversidad, pero no siempre. Prueba de ello es que yo soy en mezcla entre naturalista y etnógrafo, me interesan mucho las personas y me interesan mucho las culturas. La exposición está llena de materiales etnológicos que yo he ido recogiendo a lo largo de mi vida lo mismo en el Sáhara Occidental que en Mauritania, Vietnam, en la Amazonia o en Tanzania. La verdad es que recorrer esta exposición es recorrer mi vida también. Es un homenaje que este museo maravilloso me ha hecho, que me emociona muchísimo y que seguramente no merezco pero ¡mira qué bonito es ver esto de pie, vivo, después de lo que he pasado! Te puedes imaginar que esto para mí es una gran emoción. [Luismi sufrió un ictus en 2019].
— Cuando has ido a grabar documentales para televisión a tribus no contactadas de la Amazonia, ¿avisabas a las autoridades de vuestra presencia?
— Hay que tener mucho cuidado porque ir a puerta fría, sin avisar, con una etnia no contactada puede significar que dures menos que un caramelo en la puerta de un colegio, o sea que te maten a la primera. O puede ocurrir también que portes algún virus y mates a esa etnia, por eso hay que tener muchísimo cuidado con esto. Yo lo que siempre he hecho ha sido ponerme en contacto con la FUNAI, que es la Fundação Nacional do Índio del gobierno de Brasil que es quien te da el permiso para acceder a ciertas áreas donde hay pueblos aislados. Pueblos originarios indígenas "isolados", es decir, aislados. Te dan ese permiso y acompañados por funcionarios del gobierno de Brasil entonces ya sí. En el caso de Tanzania con el pueblo Maasai yo me presenté allí en el año 1985 porque era mi deseo, era mi sueño. Y siempre que vas con buenas intenciones encuentras buenas intenciones al otro lado, no te encuentras nunca a un pueblo hostil cuando la persona cumple con unas mínimas normas de sociabilidad y de humanidad. Siempre he dicho que hay cosas como la tristeza, el sentido del humor y la alegría que son patrimonio de todos los pueblos, y esto lo percibes con cada etnia con la que convives.
— Tú que has pisado las selvas más intrincadas, ¿qué enseñanza podemos sacar de los cuatro niños que estuvieron perdidos 40 días en la selva colombiana tras un accidente de aviación y lograron sobrevivir?
— Mira, en Brasil yo aprendí en el año 1999 que solamente en el territorio amazónico brasileño desaparecen todos los años en torno a cien aeronaves, entre helicópteros y avionetas. ¿Por qué desaparecen?, porque se estrellan y se los traga la selva. Si una avioneta que tiene un problema de combustible cae ese desierto verde que es la jungla, no vuelve a aparecer hasta décadas después, pero quienes en ellas viajan sobreviven en ese entorno porque tienen un conocimiento de supervivencia muy importante. Es indudable que el poderío de los recursos naturales en aquellos ámbitos y en aquellas latitudes sobrepasa al ser humano más fuerte. Uno cree además que la selva es menos agresiva que el desierto y se equivoca, en la selva puedes morir inmediatamente; es un territorio muy hostil, no cabe duda.
Luismi a lomos de un búfalo de agua en el Amazonas. Estos animales llegaron a la zona tras naufragar en el siglo XIX un barco que los transportaba desde la India. (© Foto: LMD / Vallecasweb.com)
De pie, con sombrero, durante una de sus expediciones al Amazonas. (© Foto: LMD / Vallecasweb.com)
La exposición muestra numerosos objetos procedentes de los viajes de Luis Miguel Domínguez, como este cráneo con cuernos de gran tamaño de búfalo de agua de la variedad “carabao”. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
Figuras de madera de ébano talladas en Tanzania que representan a una pareja de maasáis. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
El vallecano siempre contactaba con la Fundação Nacional do Índio del gobierno de Brasil antes de cada expedición. Una de las etnias con las que convivió en la selva fue la de los zoe. (© Foto: LMD / Vallecasweb.com)
La cantidad de material que era necesario transportar para la grabación de documentales para televisión es impresionante. (© Foto: LMD / Vallecasweb.com)
Salacot del ejército del Vietcong procedente de Cu Chi, Vietnam. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
— Cuando los europeos viajamos a estos lugares de África, América y Asia, ¿tal vez deberíamos llevar en nuestras maletas una buena dosis de humildad?
— Eso siempre; yo he aprendido allí cosas maravillosas. Te voy a contar una anécdota que para mí es la guinda del pastel. Yo estudié kiswahili cuando era chaval y eso me ha permitido entender ciertas cosas. Para quien no lo sepa, el kiswahili es una lengua vehicular del África Oriental. En una ocasión en Tanzania iba un compañero escuchando por los cascos de un walkman la Novena Sinfonía de Beethoven, era un coro de la BBC que estaba cantando el Himno de la Alegría. Se oía en estéreo con una impresionante calidad de audio. Resulta que en nuestro coche (un Land Rover) entraron dos maasai, un hombre y una mujer, que se sentaron frente a mí. Estos chicos iban a un mercado cercano. Entonces el maasai me hizo un gesto como para preguntarme: “Oye, ¿qué es eso que lleva tu amigo en las orejas?”. El caso es que le pedí a Manolo que me dejara los cascos, me los dio y se los puse a aquel maasai. Y aquel maasai empezó a abrir los ojos, que se le iban a salir de la cara por lo que estaba oyendo, y empezó a decir: “¡Anasema mungu, anasema mungu, munguuu!”. Y yo le entendí perfectamente: “¡Habla Dios!”. Esta persona estaba poseída, estaba oyendo a Beethoven y en realidad la traducción para él de Beethoven es que era Dios. Eso que él estaba escuchando, era literalmente la palabra de Dios. No se puede pedir más, porque para mí Beethoven siempre ha sido Dios, uno de los pocos dioses con los que un humilde mortal como yo puede contar en esta vida. Pero un maasai, que jamás había oído música clásica, ahí me enseñó el sentido de la palabra “trascendencia”. ¿Qué es la trascendencia?, a través de esta anécdota yo creo que está explicado perfectamente.
— Hablando de la palabra “trascendencia” en el sentido de repercusión, ¿de cuál de sus acciones en defensa de la Naturaleza te sientes más orgulloso?
— Sin duda, en estos momentos estoy muy feliz de mi batalla en la defensa legal del lobo ibérico. Creo que este ha sido el gran reto que yo me impuse y el gran reto que hemos conseguido saldar, porque hoy el lobo ibérico en toda España está protegido por ley y su caza está prohibida. Creo que es una lucha que tenemos que continuar pero, sin duda, es la que me hace sentirme más orgulloso. Junto a ella, por ejemplo, en los años ochenta cuando yo me puse a trabajar con todo mi amor y toda mi dedicación con los pastores trashumantes de la comarca de Aliste, en Zamora, los conocidos como “churreros de Aliste”. Por esos años me dediqué a la defensa de la cultura tradicional y popular de los últimos nómadas de Iberia y hoy me dedico a la defensa del lobo ibérico, animal totémico de esa gente. Ambas cosas me hacen sentir muy satisfecho.
— Las administraciones, ¿están a favor o en contra del lobo?
— Están totalmente en contra menos la administración más importante de todas ellas, que es el Gobierno central. El Ministerio para la Transición Ecológica está a favor de defender patrimonialmente a un taxón único en Europa que es el lobo ibérico, que según el Convenio de Berna es una especie de interés comunitario. Es decir, el lobo ibérico no sólo debe importarnos a los que vivimos en la Península Ibérica, ya que compartimos su población con Portugal, el lobo ibérico es de interés de todos los europeos. Y por eso este Gobierno ha decidido protegerlo con muy buen criterio, con muy buenas ideas y con mucha energía, porque están aguantando lo indecible. Con un gobierno del Partido Popular habría sido imposible salvaguardar patrimonialmente al lobo, puesto que los grandes carnívoros como el lobo, el oso pardo y el lince, la derecha y la ultraderecha quieren enfrentarlos al mundo rural. Dicen que son enemigos del mundo rural cuando no es así. Pero lo que sí son es territorio. Al ser animales que territorialmente pueden dejar una huella importante obligan a los gobiernos a controlar los usos tradicionales del suelo, en los que por ejemplo interviene la caza, y eso es lo que preocupa a ese “hipotético” mundo rural.
— ¿Por qué no preocupa tanto la superpoblación de jabalíes o de ciervos?
— Pero yo te pregunto: ¿Quién va a controlar mejor la superpoblación de jabalí que el lobo? Nadie. ¿Los Cazadores? ¡No! Y te puedo explicar exactamente por qué no. Hace unos días participaba yo en un debate en un canal estupendo que se llama “Animales con Derechos” y explicaba lo siguiente. Sabemos a ciencia cierta hoy en día que, el jabalí, se mueve en piaras capitaneadas por hembras. Al igual que en las manadas de elefantes son las elefantas quienes llevan la voz cantante del grupo, en los jabalíes es igual: son las hembras de jabalí más mayores, las más grandes, las que llevan la voz cantante en ese grupo y las que inhiben sexualmente a las hembras más jóvenes. Ellas son las que mandan y son las que marcan quién puede o no puede reproducirse. ¿Qué busca la caza? Busca trofeos, cabeza más grande para disecarla y ponerla en el salón, esa es la chorrada del control de la caza en España: la caza deportiva. Y por eso matan machos alfa y hembras alfa, a los jabalíes y a las jabalíes más grandes. ¿Y qué consiguen?, pues descabezar por completo a la piara de tal ,manera que el jabalí se reproduce muchísimo más cuando lo cazan.
Lusimi muestra una huella del “Yeti” (Hombre de las Nieves) captada durante la grabación de la serie “Vietnam, vida tras la muerte” que se emitió con gran éxito en Televisión Española. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
Subido a un dromedario en Tifariti, Sáhara Occidental. La silla de montar que se muestra en la fotografía se encuentra en la exposición. (© Foto: LMD / Vallecasweb.com)
Con un nómada saharaui ataviado con el típico pañuelo teñido con índigo natural que da a sus portadores en característico tono negruzco en la piel tras su uso. (© Foto: LMD / Vallecasweb.com)
El jefe tuareg se hizo amigo de Luismi y le regaló su pañuelo junto con la placa que portaba cuando formó parte del cuerpo de policía de la Provincia del Sáhara Occidental. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
El naturalista vallecano en el Pão de Açúcar de Río de Janeiro junto a la estatua del Cristo do Corcovado o Cristo Redentor. (© Foto: LMD / Vallecasweb.com)
Luismi cuenta numerosas anécdotas sobre cada imagen y objeto que se muestra en la exposición. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
— ¿Y ves alguna solución a este conflicto a corto plazo?
— La solución es abolir la caza en este país. Porque es una cuestión que nos sitúa frente a un modelo u otro: o España quiere seguir manteniendo el modelo arcaico casposo y contraproducente por el cual sólo el 2 % de la población se aprovecha del 80 % del territorio para matar animales a su gusto, o adopta otro modelo que es el del respeto a la biodiversidad y sacar jugo y fruto de esa interacción sin que haya sangre de por medio.
— La caza como método de subsistencia existe desde que existe el ser humano…
— Evidentemente, cuando va vinculada a alimentar a tus hijos quién se va a negar a ella. El problema es que la caza hoy en día, insisto, es una caza de trofeos. Por ejemplo: matar lobos es un crimen por muchas cuestiones, pero además perjudican a la ganadería porque están matando al macho alfa y estás evitando que esa manada sea capaz de matar un ciervo o un jabalí a la carrera porque no saben hacerlo porque se han quedado sin el jefe del grupo.
— La existencia de tantos espacios de de caza vallados, ¿no atenta contra la libre circulación de las personas y los propios animales?
— En el Artículo 4 de la Constitución Española lo primero que se dice es que todo ciudadano español tiene derecho a moverse en libertad por todo el territorio de España, y esto lo está evitando el cercado cinegético que mantiene el gran negocio de la caza mayor y que evita que los animales puedan intercambiar su genética. No hay posibilidad de que un lince pueda atravesar de una finca a otra para reproducirse con una hembra de lince preciosa que ha visto allí por estas vallas, que deberían quitarse de manera más o menos inmediata.
— Ya para terminar, Luismi, ¿qué ha sucedido este año para que de los cientos de cigüeñas que vemos en Vallecas de agosto a enero, apenas hayan pasado unos pocos ejemplares por aquí?
— Mira, anteayer vi sobrevolando en Chapinería un águila calzada, Comunidad de Madrid. El águila calzada que yo vi debería estar hoy en Mozambique, no en Chapinería. Debería haber emigrado ya, haber cruzado el Estrecho de Gibraltar, toda África y acabar en Mozambique. Ese águila calzada que vemos volar fuera de tiempo es un bioindicador de que la emergencia climática nos está complicando la vida. Los primeros que saben esto son las aves y las cigüeñas precisan del frío europeo, que es el que las empuja para que hagan su viaje a los cuarteles de invierno africanos y luego a la vuelta acoplen en territorios históricos como es Vallecas, un lugar que como tú y yo bien sabemos han elegido al ser un territorio tan querido para nosotros. Si te vas ahora a Alemania, Holanda o Bélgica, vas a encontrarte con las cigüeñas que aquí no están, por eso se equivocan aquellos simplistas que ante la debacle del Parque Nacional de Doñana dicen que no esto es una cuestión andaluza, que es un problema de la Junta de Andalucía y de nadie más. Se equivocan, los alemanes también se preocupan porque el Parque Nacional de Doñana es el territorio de las aves que a ellos les deleitan en una tarde de domingo; esas aves han pasado su invierno en Doñana, o sea que Doñana es tan español como belga o holandés. Eso es entender el mundo con una mirada amplia y global.
Muestra de la colección de botijos que atesora Luis Miguel, una de las más importantes de España. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
El vallecano considera el botijo, como este de enorme tamaño, un objeto etnográfico de primer orden. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
Luismi llevó la defensa de la Naturaleza y el medio ambiente a miles de ciudadanos gracias a su participación en los programas de la Cadena Ser. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
Escaleta de la serie documental “Fauna callejera”, presentada y dirigida por Luis Miguel Domínguez. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
Luismi cogió el testigo de la defensa del lobo ibérico que inició Félix Rodríguez de la Fuente. (© Foto: LMD / Vallecasweb.com)
A través de la Asociación Lobo Marley, Domínguez ha llevado a cabo numerosas acciones para defender al lobo en la Península Ibérica. (© Foto: LMD / Vallecasweb.com)
Luismi grabó en Vallecas un reportaje sobre cigüeñas para el programa “Aquí la Tierra” de TVE. En la imagen, con varios ejemplares de cigüeña sobre los tejados de edificios de Palomeras Sureste. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
MÁS INFORMACIÓN
Exposición “Luis Miguel Domínguez. En busca de la vida: naturaleza y etnografía”
► Dónde: Museo de Artes y Tradiciones Populares (Centro Cultural La Corrala).
► Dirección: C/ Carlos Arniches nº 3 y 5 (Madrid).
► Fecha: abierta hasta el 2 de marzo de 2024.
► Horario: lunes a viernes de 10:00 a 20:00 horas; sábado de 10:00 a 14:00 horas; domingo cerrado.
► Precio: gratuito.
► Cómo llegar: desde Vallecas lo más cómodo es hacerlo en Metro, bajando en la estación de Tirso de Molina (Línea 1) y después caminar unos 5 minutos hasta la sala de exposiciones situada en la zona de El Rastro.
(*) En la imagen que abre esta información, Luis Miguel Domínguez en la exposición “En busca de la vida: naturaleza y etnografía”. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
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Pepe