06 Junio 2016

Retratos de amor y dolor

Publicado en Reportajes

Vallecas en el censo de infraviviendas madrileñas de mitad del franquismo (1956-1963)

Juan Jiménez Mancha | Vallecasweb
En el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid se conservan miles de fichas y fotografías de las zonas de Vallecas donde, a mediados del siglo XX, se encontraban las viviendas más humildes. Las fichas dan cuenta de los datos principales de los habitantes de esas casas, mientras que las fotos, que sobrecogen por el cartel con número que siempre las preside, reflejan la humanidad de unas personas que malvivían pero sin perder la dignidad; sabias en la búsqueda de la felicidad pese a las enormes carencias que les rodeaban.

De otros distritos y barriadas madrileñas también se guarda una elevada cantidad de fichas y fotos, como Tetuán, Peña Grande, Las Ventas, Hortaleza, Chamartín, Villaverde o los Carabancheles; pero en el caso de Vallecas es especialmente numerosa la documentación de este censo custodiada por el Archivo Regional. En concreto son 253 carpetas, cada una de ellas por lo general con 49 fichas de viviendas, en su mayoría chabolas, aunque existen multitud de fichas sobre cuevas. Es decir, que se conservan nada más y nada menos que cerca de 10.000 fichas de hogares vallecanos, cada una con una foto familiar a modo de ilustración.

Ni que decir tiene que esta documentación posee un valor incalculable para la reconstrucción de la historia de Vallecas en pleno franquismo. Las zonas con mayor cantidad de fichas son Pozo del Tío Raimundo, Entrevías y Cerro del Tío Pío; y ya en menor proporción, Pozo del Huevo, Barrio Obrero, los Ahijones (hoy perteneciente a Vicálvaro), Enrique Velasco, Josefa Díaz, Alto del Arenal, Tejar de Luis Gómez, Camino de Valderribas, Cerro del Cristo y Poblado de Vallecas.


Las fichas elaboradas por el Ministerio de la Vivienda contaban con dos caras. En la anterior, junto con la fotografía familiar hecha en la puerta de la vivienda, se detallaba su ubicación, así como el número y nombre de sus habitantes. La cara posterior contenía los datos del cabeza de familia así como su tiempo de residencia en Madrid, localidad de procedencia, oficio, lugar de trabajo y sueldo. La ficha de la fotografía corresponde a una “chabola” situada en El Pozo del Tío Raimundo y en ella aparecen retratados sus siete habitantes —el matrimonio y sus cinco hijos—. La profesión del cabeza de familia era ayudante de albañil y cobraba un sueldo de 1.000 pesetas mensuales, equivalentes a 6 euros de la actualidad. Se detalla igualmente que los habitantes son propietarios de la vivienda. La imagen es del 18 de agosto de 1956.(© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Las fichas elaboradas por el Ministerio de la Vivienda contaban con dos caras. En la anterior, junto con la fotografía familiar hecha en la puerta de la vivienda, se detallaba su ubicación, así como el número y nombre de sus habitantes. La cara posterior contenía los datos del cabeza de familia así como su tiempo de residencia en Madrid, localidad de procedencia, oficio, lugar de trabajo y sueldo. La ficha de la fotografía corresponde a una “chabola” situada en El Pozo del Tío Raimundo y en ella aparecen retratados sus siete habitantes —el matrimonio y sus cinco hijos—. La profesión del cabeza de familia era ayudante de albañil y cobraba un sueldo de 1.000 pesetas mensuales, equivalentes a 6 euros de la actualidad. Se detalla igualmente que los habitantes son propietarios de la vivienda. La imagen es del 18 de agosto de 1956.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

El censo lo encargó la Comisaría General para la Ordenación Urbana de Madrid y sus alrededores, a la que desde 1963 revelaría, en este tipo de cometidos, la Comisión de Planeamiento y Coordinación del Área Metropolitana de Madrid (COPLACO). La intención era controlar las casas consideradas en malas condiciones para actuar en caso de riesgo de derrumbe y para tener en cuenta a las familias que las ocupaban en futuros realojos. Recordemos que muchas de estas viviendas habían sido autoconstruidas en pocos días por los propios habitantes, en su mayoría inmigrantes procedentes de localidades rurales. Había, por tanto, un importante número de ellas en estado precario.

De los trabajos de recopilación del censo se ocuparon equipos de campo compuestos por un agente de información, que se encargaba de rellenar y revisar las fichas, y de un fotógrafo, que debía realizar retratos de la fachadas de las casas que incluyeran las puertas de entrada.

Documento que el agente de información llevaba consigo para acreditar su trabajo. Entre otras indicaciones, señalaba las siguientes: “se exigirá a la persona, cabeza de familia o quien la represente por ausencia, titular de la cueva chabola o casa, el Documento Nacional de Identidad que acredite su personalidad. (…) Se exigirá al cabeza de familia su Carnet Profesional para justificar su condición de productor”. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Documento que el agente de información llevaba consigo para acreditar su trabajo. Entre otras indicaciones, señalaba las siguientes: “se exigirá a la persona, cabeza de familia o quien la represente por ausencia, titular de la cueva chabola o casa, el Documento Nacional de Identidad que acredite su personalidad. (…) Se exigirá al cabeza de familia su Carnet Profesional para justificar su condición de productor”.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

El Servicio de Información Social de la Comisaría General para la Ordenación Urbana de Madrid proveía al fotógrafo de unas instrucciones que debía seguir a rajatabla. Entre ellas, se detallaba la obligación de fotografiar la fachada o puerta de entrada a la “cueva, chabola o inmueble” y “al pie de la edificación y en lugar bien visible deberá colocar el número de orden de filiación para que se aprecie con toda nitidez en la fotografía”. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)El Servicio de Información Social de la Comisaría General para la Ordenación Urbana de Madrid proveía al fotógrafo de unas instrucciones que debía seguir a rajatabla. Entre ellas, se detallaba la obligación de fotografiar la fachada o puerta de entrada a la “cueva, chabola o inmueble” y “al pie de la edificación y en lugar bien visible deberá colocar el número de orden de filiación para que se aprecie con toda nitidez en la fotografía”.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

En las fotografías tenía que aparecer un habitante de la vivienda en primer plano y al pie de la edificación “el número de orden de filiación”, un aparatoso cartel que servía para identificar cada domicilio y que hoy, especialmente cuando reposa entre las manos de un vecino, puede recordar a técnicas de marcado de judíos por parte de los nazis. Más que crueldad a la hora de la toma de datos para el censo, cabe pensar en una absoluta falta de tacto, fruto de una época en la que las clases bajas eran tratadas como ciudadanía de segunda. Nota para los jóvenes lectores de ahora: en las calles no existía la solidaridad, palabra entonces apenas empleada, sino la caridad. Las precarias condiciones de la gente no indignaban, si acaso daban pena.

A veces el espacio era tan reducido, que resultaba imposible situar el cartel con los números a la puerta de la vivienda. En la imagen, una vecina sujeta el número de filiación frente a su humilde chabola situada en la calle de Enrique Velasco, Puente de Vallecas. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)A veces el espacio era tan reducido que resultaba imposible situar el cartel con los números a la puerta de la vivienda. En la imagen, una vecina sujeta el número de filiación frente a su humilde chabola situada en la calle de Enrique Velasco, Puente de Vallecas.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

En otras ocasiones, pese a haber espacio para hacer la foto, los habitantes de la casa se veían obligados a sujetar con sus manos una tabla con el número de expediente de la vivienda, algo cuya visión provoca en la actualidad un evidente impacto emocional acrecentado por las condiciones inhumanas en que vivían estos vallecanos. La imagen corresponde una chabola situada en el polígono 10 de Entrevías. No hay más que ver la calidad de la edificación, con ladrillos descolocados en la fachada y el tejado de chapa sujeto por piedras, para imaginar las condiciones en que vivían sus ocho habitantes. Un adoquín de granito, aposentado sobre dos pedruscos, servía de banco para aliviar el calor en las tórridas noches de verano. (© Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)En otras ocasiones, pese a haber espacio para hacer la foto, los habitantes de la casa se veían obligados a sujetar con sus manos una tabla con el número de expediente de la vivienda, algo cuya visión provoca en la actualidad un evidente impacto emocional acrecentado por las condiciones inhumanas en que vivían estos vallecanos. La imagen corresponde a una chabola situada en el polígono 10 de Entrevías. No hay más que ver la calidad de la edificación, con ladrillos descolocados en la fachada y el tejado de chapa sujeto por piedras, para imaginar las condiciones en que vivían sus ocho habitantes. Un adoquín de granito, aposentado sobre dos pedruscos, servía de banco para aliviar el calor en las tórridas noches de verano.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Pero ¿por qué se hicieron estas fotografías? Es evidente que no eran necesarias puesto que de haberlo sido habrían captado exteriores e interiores de las viviendas, útiles para evaluar posibles realojamientos, es decir, habrían sido mucho más prácticas. ¿Tan poco valor tenía entonces la privacidad de las familias de clase humilde? Es vergonzoso que sólo se efectuaran porque el objetivo eran hogares con escasez de medios, ¿se imaginan ustedes algo similar delante de portales del barrio de Salamanca, con señores con corbata, o damas encopetadas, sosteniendo entre sus manos esos dolorosos números? Sí podemos considerar razonable, si acaso, que se fotografiasen las puertas de entrada a las casas, para una localización futura más fácil de la vivienda, pero los ocupantes ¿para qué?, si daba igual quién posase.

Pero más allá de tan desatinado y poco delicado método, destaca en las fotografías la humanidad de las personas retratadas. No hay quejas en sus rostros; hay naturalidad, sencillez, dignidad… El conjunto de imágenes captadas conforma un extraordinario repertorio de cómo era la gente en aquel olvidado Vallecas. Abundan las familias integradas por al menos cuatro hijos, para beneficiarse de las ventajas que reportaba tener el carné de familia numerosa. La mayoría de retratados eran mujeres y niños. Cabe imaginar que los varones, los “cabezas de familia”, o estuviesen trabajando o intentasen evitar tan amargo trance. Puestos en la mentalidad machista que imperaba en la época, para eso estaban las mujeres y los niños…

Los siete habitantes de esta chabola del Pozo del Huevo posan sonrientes pese a la precariedad de sus condiciones de vida. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Los siete habitantes de esta chabola del Pozo del Huevo posan sonrientes pese a la precariedad de sus condiciones de vida.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Los agentes de información avisaban con antelación de su visita, lo que permitía a algunos vecinos adecentar su presencia luciendo sus mejores ropas. La imagen corresponde a una madre con sus cuatro hijos —y el perro— en la puerta de su casa situada en la calle del Cerro de la Alcazaba, dentro de la zona conocida como Barrio Obrero de Entrevías. Como puede apreciarse, la vivienda tiene los ladrillos a la vista sin enfoscar. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Los agentes de información avisaban con antelación de su visita, lo que permitía a algunos vecinos adecentar su presencia luciendo sus mejores ropas. La imagen corresponde a una madre con sus cuatro hijos —y el perro— en la puerta de su casa situada en la calle del Cerro de la Alcazaba, dentro de la zona conocida como Barrio Obrero de Entrevías. Como puede apreciarse, la vivienda tiene los ladrillos a la vista sin enfoscar.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Si nadie de la familia se encontraba en casa al llegar el equipo de campo se tomaban fotos de la puerta de la vivienda cerrada, con el número a sus pies. Una imagen siempre ha valido más que mil palabras. La ausencia de habitantes en la fecha y hora concertada era anotada por el agente de información para estudiar posibles sanciones.

En bastantes fotos aparecen partes de los barrios donde estaban ubicadas las casas. Por un lado son muestras del pésimo o inexistente urbanismo que las rodeaba, y por otro, cuando asoman vecinos en las instantáneas, ejemplos de buena y entrañable vecindad.

A esta casa de la calle del Camino de Valderribas llegaron los agentes sin encontrar dentro a sus propietarios. En estos casos, se situaba el número de filiación frente a la puerta cerrada para poder realizar la fotografía correspondiente. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)A esta casa de la calle del Camino de Valderribas llegaron los agentes sin encontrar dentro a sus propietarios. En estos casos, se situaba el número de filiación frente a la puerta cerrada para poder realizar la fotografía correspondiente.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

El tiempo ha permitido que las imágenes destinadas a identificar a los habitantes con sus viviendas, dejen al descubierto otros detalles de gran valor. Por ejemplo, la foto de esta vecina tomada frente a una chabola del Barrio de la Celsa, permite ver tras ella un carro de madera destinado al tiro de animales. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)El tiempo ha permitido que las imágenes destinadas a identificar a los habitantes con sus viviendas dejen al descubierto otros detalles de gran valor. Por ejemplo, la foto de esta vecina tomada frente a una chabola del Barrio de la Celsa permite ver tras ella un carro de madera destinado al tiro de animales.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Los niños, retratados en infinidad de fotos, merecen un capítulo aparte. Los encontramos integrados de todas las maneras imaginables: en solitario, junto a sus hermanos, al lado de la madre (o a sus faldas), e incluso rodeados por los amigos de la calle. En ocasiones visten sus mejores galas; en otras se intuye que ropas mejores no existen. Es difícil no sentirse conmovido ante las imágenes que conforman. Algunos retratos impactan por esconder complejos mundos interiores.

Se conservan una buena cantidad de fotos de exteriores de comercios. Se trata lógicamente de modestas fachadas y entradas, pero que remiten a lugares que quedaron grabados para siempre en la memoria de los vallecanos.

Las fotos son todo un documento de las condiciones de vida de los vecinos. Una madre con sus dos hijos en la puerta de su chabola en el Pozo del Huevo; el de la izquierda lleva un balón bajo el brazo. Al fondo, unas vecinas observan con curiosidad la escena asomadas a las puertas de sus casas. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Las fotos son todo un documento de las condiciones de vida de los vecinos. Una madre con sus dos hijos en la puerta de su chabola en el Pozo del Huevo; el de la izquierda lleva un balón bajo el brazo. Al fondo, unas vecinas observan con curiosidad la escena asomadas a las puertas de sus casas.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Tres niños, uno de ellos a medio esconder, posan a la puerta de su chabola en el Pozo del Huevo. A la precariedad de la vivienda se suma el suelo de tierra y la ausencia de aceras y servicio de alcantarillado. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Tres niños, uno de ellos a medio esconder, posan a la puerta de su chabola en el Pozo del Huevo. A la precariedad de la vivienda se suma el suelo de tierra y la ausencia de aceras y servicio de alcantarillado.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Dos hermanos sonríen para la foto en su casa de la calle del Camino de Valderribas. En esta vivienda habitaban “solamente” cinco personas. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Dos hermanos sonríen para la foto en su casa de la calle del Camino de Valderribas. En esta vivienda habitaban “solamente” cinco personas.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

La complicada orografía de Vallecas facilitó la proliferación de cuevas como ésta de la calle del Camino de Valderribas, en las que abundaba la presencia de niños. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)La complicada orografía de Vallecas facilitó la proliferación de cuevas como ésta de la calle del Camino de Valderribas, en las que abundaba la presencia de niños.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Dos hermanos gemelos frente a su chabola de Entrevías. En el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid existe un buen número de fotografías en las que aparecen hermanos gemelos habitando viviendas en condiciones infrahumanas. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Dos hermanos gemelos frente a su chabola de Entrevías. En el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid existe un buen número de fotografías en las que aparecen hermanos gemelos habitando viviendas en condiciones infrahumanas.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Junto a las casas proliferaron pequeños negocios que prestaban un servicio impagable a los vecinos, el germen de las tiendas proximidad. La modestia del comercio no impedía utilizar nombres rimbombantes, como el que aparece en la fotografía: “Panificadora La Fama, sucursal nº 46”, situado en la calle de Avelino Fernández de la Poza, Entrevías. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Junto a las casas proliferaron pequeños negocios que prestaban un servicio impagable a los vecinos, el germen de las tiendas de proximidad. La modestia del comercio no impedía utilizar nombres rimbombantes, como el que aparece en la fotografía: “Panificadora La Fama, sucursal nº 16”, situado en la calle de Avelino Fernández de la Poza, Entrevías.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Las tiendas de comestibles triunfaron en barrios en los que había muchas bocas —en su mayoría de niños— que alimentar. La de la imagen muestra latas de conservas en su diminuto escaparate y un rótulo totalmente sugerente: “Comestibles finos”. Estaba ubicada en la calle Sepúlveda nº 11 de Entrevías. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Las tiendas de comestibles triunfaron en barrios en los que había muchas bocas —en su mayoría de niños— que alimentar. La de la imagen muestra latas de conservas en su diminuto escaparate y un rótulo totalmente sugerente: “Comestibles - Finos”. Estaba ubicada en la calle Sepúlveda nº 11 de Entrevías.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Las imágenes que resultan más dolorosas de contemplar son las dedicadas a las cuevas. La existencia de numerosas colinas en la complicada orografía de Vallecas posibilitó la construcción de multitud de cavidades habitables. No importaba que la tierra fuera arcillosa y que se empapara fácilmente de agua con la llegada de las lluvias. Estas cuevas, ante las que posaban con ejemplar amabilidad los vallecanos, eran un nido de humedad y de falta de ventilación; un cruel ejemplo de falta de salubridad. Cuesta imaginar cómo la gente podía aspirar a ser feliz viviendo en ellas. Dentro de las casas les envolvía la humedad y la falta de aire, y fuera tenían bajo sus pies enormes y eternos barrizales. Pero el carácter vallecano, tan acostumbrado a las limitaciones de todo tipo, les hacía tirar para adelante.

Las cuevas solían acaparar muchos de los informes negativos que redactaba el equipo de campo al observar graves deficiencias en las viviendas. En estos informes se detallaban los problemas estructurales con peligro para los residentes o los vecinos.

Las imágenes de vecinos delante de sus cuevas nunca dejarán de impresionarnos. A veces, las puertas eran tan pequeñas que los vecinos apenas cabían por ellas. La de la imagen existía en el lugar conocido como La Sartenilla, en el Pueblo de Vallecas; a la derecha puede apreciarse un tubo de hojalata que hacía las veces de respiradero. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Las imágenes de vecinos delante de sus cuevas nunca dejarán de impresionarnos. A veces, las puertas eran tan pequeñas que los vecinos apenas cabían por ellas y parecían ser gigantes. La de la imagen existía en el lugar conocido como La Sartenilla, en el Pueblo de Vallecas; a la derecha puede apreciarse un tubo de hojalata que hacía las veces de respiradero.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

En esta cueva de La Sartenilla (Pueblo de Vallecas) vivían siete personas. Dentro de la tremenda humildad, a mano izquierda, una repisa sostiene dos tiestos que adornan la entrada. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)En esta cueva de La Sartenilla (Pueblo de Vallecas) vivían siete personas. Dentro de la tremenda humildad, a mano izquierda, una repisa sostiene dos tiestos que adornan la entrada.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

En zonas que hoy nos parecen muy céntricas, como la calle del Arroyo del Olivar, existían cuevas. Este informe datado en 1962 daba cuenta de la precariedad de las mismas hasta tal punto, que alertaba del “evidente peligro de hundimiento”. Las cuevas estaban excavadas en laderas con “vetas de arena” sin consistencia alguna y que “se desmoronan con facilidad”. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)En zonas que hoy nos parecen muy céntricas, como la calle del Arroyo del Olivar, existían cuevas. Este informe datado en 1962 daba cuenta de la precariedad de las mismas hasta tal punto, que alertaba del “evidente peligro de hundimiento”. Las cuevas estaban excavadas en laderas con “vetas de arena” sin consistencia alguna y que se desmoronaban con facilidad”.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Las cuevas proliferaban por todo Vallecas, tanto en el Pueblo como en el Puente. En la zona conocida como Cuevas del Cristo (Pueblo de Vallecas), el inspector redactó un informe que detallaba cómo una de ellas se estaba desmoronando por los “desprendimientos de arena” y solo se sostenía mediante “soportes de madera” y trozos de chapas colocados en el centro de cada una de las estancias. Era febrero de 1962. (© Foto: JJMANCHA / Vallecasweb.com)Las cuevas proliferaban por todo Vallecas, tanto en el Pueblo como en el Puente. En la zona conocida como Cuevas del Cristo (Pueblo de Vallecas), el inspector redactó un informe que detallaba cómo una de ellas se estaba desmoronando por los “desprendimientos de arena” y solo se sostenía mediante “soportes de madera” y trozos de chapas colocados en el centro de cada una de las estancias. Era febrero de 1962.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

Este censo de infraviviendas madrileñas que conserva el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid está a disposición del público mañana y tarde. No solo se puede acceder libremente a él, sino que además el propio usuario puede realizar todas las fotografías que desee. Eso sí, no se permite el uso de teléfonos móviles ni dispositivos similares. En caso de divulgación de los textos e imágenes, sólo se pide que no se deje rastro alguno de los nombres que figuran en la documentación.

El Archivo Regional de la Comunidad de Madrid se encuentra situado en la calle Ramírez de Prado nº 3, en el edificio de la antigua fábrica de cervezas El Águila, próximo a la estación de ferrocarril de Delicias. Está abierto sin interrupción de lunes a jueves de 9:00 a 21:00 horas y viernes de 9:00 a 14:00 horas. Su teléfono es el 91 720 88 67. Su correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.">Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.

Los antiguos vecinos de Vallecas, habitantes de aquellos barrios, tienen la oportunidad de una búsqueda emocionada de la ficha y foto de su familia. Y quién sabe si, además, de tropezar con una foto por ellos mismos protagonizada cuando eran niños.

** Vallecasweb quiere agradecer a Juan Jiménez Mancha, escritor, historiador y archivero bibliotecario del Ayuntamiento de Madrid, su encomiable labor de recuperación de la memoria histórica de Vallecas a través de los artículos que publica con asiduidad en nuestro Periódico.

(*) En la imagen que abre esta información, ficha correspondiente a una casa situada en el “lugar conocido como Entrevías” habitada por catorce personas —ocho de ellas niños— pertenecientes a tres familias distintas. La fotografía fue tomada el 30 de agosto de 1958.Foto: Fondo COPLACO – Archivo Regional de la Comunidad de Madrid / JJMANCHA Vallecasweb.com)

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Comentarios (35)

  • Angeles

    Angeles

    06 Junio 2016 a las 15:55 |
    Otro impresionante reportaje! Es en realidad una EXPOSICIÓN VIRTUAL del menosprecio y padecimiento que tuvieron que soportar tantas familias. Enhorabuena Juan Jiménez y a Vallecasweb por este extraordinario e impecable trabajo.
    Gracias por hacernos llegar estos pedacitos de nuestra historia.
    • Gregoria

      Gregoria

      06 Junio 2016 a las 21:12 |
      También me uno al reconociendo y las gracias por este magnifico trabajo
  • David Sánchez

    David Sánchez

    06 Junio 2016 a las 17:40 |
    Soy vecino de Vallecas de toda la vida. No sabría como expresarles mi agradecimiento por el reportaje que acabo de leer, me he quedado sin palabras. Es de lo mejor que he leído en mucho tiempo sobre historia de Vallecas con unas fotografías impactantes y un texto muy explicativo y educativo. Muchísimas gracias desde Entrevías.
    David.
  • Gregoria

    Gregoria

    06 Junio 2016 a las 20:50 |
    Falta información sobre el Poblado Mínimo de Vallecas llamado la colonia falangista. Mi familia fue a vivir allí en el 1963. Franco llamaba vivienda y eran chabolas.
    • Juan Jiménez Mancha

      Juan Jiménez Mancha

      06 Junio 2016 a las 21:43 |
      Hola, Gregoria. Tienes razón. Siento no haber hablado de la colonia falangista. Para que el reportaje no fuera demasiado largo decidí escoger sólo una parte de las muchas zonas vallecanas con chabolas. Cuando tenga tiempo, un día de estos, investigo tu colonia y te cuento. Gracias
      • Antonio Sánchez juan

        Antonio Sánchez juan

        07 Junio 2016 a las 01:36 |
        Juan Jiménez, impresionante documentación que has recopilado y bien argumentada. Me trae cantidad de recuerdos, cómo nos quedábamos sin luz por una tormenta y el transformador ardía, pero literalmente, inundaciones varias en épocas de lluvia, bueno era tremendo.
        Yo vivía en el Pozo del Huevo desde el 1965 al 1975 y el frío y calor que hemos pasado en esas chabolas del Huevo. Me acuerdo cuando fue un día la tía del nuevo rey a visitar el barrio y nos prometió que nos iba a asfaltar las calles, que ella se encargaría. Y lo que nos hicieron es echar zahorra para tapar los baches.
        Nosotros tuvimos suerte que no nos tiraron una habitación que hizo mi padre por la noche entre sábado por la noche y domingo, allí iba un tal Piqueras a tirar las casas, habitaciones o ampliación de las chabolas con la guardia civil y un retén de obreros para tirar lo que se había hecho por la noche, con todo el trabajo que costaba hacerlo de noche. Me acuerdo que había más actividad de noche en el barrio que de día, era impresionante.
        Yo me fui con 8-9 años con una carretilla al Pueblo a un derribo a coger ladrillos viejos que luego teníamos que quitar el yeso o cemento para volver a utilizar ese ladrillo. En fin, un abrazo muy grande y sigue recuperando la memoria de tanta gente que hemos sufrido el pertenecer a una clase social marginada por el franquismo. Saludos.
      • Juan Jiménez Mancha

        Juan Jiménez Mancha

        11 Junio 2016 a las 11:19 |
        Hola de nuevo Gregoria.

        Me imagino que en el Censo sobre el que trata el artículo no habrá fichas sobre el poblado falangista, oficialmente llamado Poblado Mínimo de Vallecas. La razón es que el Censo era en su gran mayoría de chabolas, cuevas y casas bajas pendientes de realojamiento, y la colonia falangista fue una actuación justamente realojadora, enmarcada en el Plan de Urgencia Social de 1957. Esto no quita que, en efecto, el poblado tuviese unas viviendas muy poco aptas para ser habitables. Fueron construidas con materiales tan pésimos y con tan escasos metros cuadrados que pronto proliferó el mal estado de las casas y el hacinamiento de familias. O sea, que sí, que como bien dices tú no eran chabolas pero como si lo fuesen. Muchas casas bajas estaban en mejores condiciones.

        Los poblados mínimos y las unidades vecinales de absorción (las famosas UVA), fueron "soluciones" baratas impulsadas por el Ministerio de la Vivienda para mitigar las necesidades de vivienda de las clases humildes a la vez que se adecentaba el paisaje urbano. Con el tiempo ambos tipos de actuaciones dejaron ver sus gravísimas carencias.

        Para arquitectos y urbanistas pueden ser hitos de nuestra historia, con ingeniosas soluciones en tiempos de poco dinero por parte de nuevas generaciones de arquitectos, pero desde el punto de vista humano, y yo diría que sociológico, fueron sólo parches para silenciar a la gente y para esconder las numerosas miserias que estaban a la luz en el cinturón madrileño.
  • Antonio Sánchez juan

    Antonio Sánchez juan

    07 Junio 2016 a las 01:51 |
    Yo vivía en la calle cuarta del Pozo del Huevo. De niño éramos felices pensando que esa era la vida de todos los ciudadanos, pero cuando salias fuera te dabas cuenta que nosotros pertenecíamos a una sociedad humilde con muchas carencias que otras no tenian. Te dabas cuenta que otros eran superiores a ti por pertenecer a otra sociedad, todo desde el propio análisis que inconscientemente hacíamos sin darnos cuenta pero que ahora gracias a ti recuperamos esa memoria. Gracias otra vez Juan Jiménez.
    • Juan Jiménez Mancha

      Juan Jiménez Mancha

      07 Junio 2016 a las 05:44 |
      Impresionante tu testimonio, Antonio, me has emocionado lo que no está escrito. Y que todavía haya gente que diga que ya se ha revisado todo el franquismo! Ni siquiera ha habido un desahogo de lo que se sufrió. Visitas de altas instancias con promesas caritativas hubo muchas, ayudas de verdad muy pocas, por no decir ninguna. Eran constantes las promesas sobre todo de esposas de altas personalidades, asegurando la próxima llegada de luz, o de agua, o de pavimento, o de colegios o de tantas cosas básicas que no se tenían. Pero ahí seguía ese infinito barro, esa oscuridad, esa sequía, ese hambre, ese frío, etc. Antonio, me has arrancado estas palabras para estar contigo en tu sentidísimo y valioso testimonio. Estoy contigo en todas y cada una de tus palabras. Un abrazo
  • Estrella Díaz

    Estrella Díaz

    07 Junio 2016 a las 07:28 |
    Impresionante reportaje! Olvidamos muy pronto, pero es nuestra historia. Muchas gracias.
  • Beatriz Corvillo

    Beatriz Corvillo

    07 Junio 2016 a las 09:24 |
    Buenísimo. Me ha recordado a mis abuelos, que se vinieron desde Extremadura a Vallecas.
  • Maria Jesus Aroca Gonzalvo

    Maria Jesus Aroca Gonzalvo

    07 Junio 2016 a las 09:29 |
    Impresionante documentación, y unas fotografías impactantes.
  • Jesús Villaverde S.

    Jesús Villaverde S.

    07 Junio 2016 a las 09:32 |
    Este reportaje de J. J. Mancha es una joyaza. La memoria histórica de Vallecas en el s. XX.
  • R.Márquez

    R.Márquez

    07 Junio 2016 a las 12:33 |
    Excelente reportaje, mil gracias por compartir.
    La historia de los barrios de Madrid es una asignatura pendiente que con trabajos se recupera y debe de servir a su conservación.
    Enhorabuena.
    • Juan Jiménez Mancha

      Juan Jiménez Mancha

      07 Junio 2016 a las 21:37 |
      Gracias, Ricardo. A ver si al menos de vez en cuando compartimos el trabajo en esta asignatura pendiente. Acuérdate lo que el otro día hablamos sobre Hortaleza: hay muchísimo por hacer. Un abrazo.

      Pinchando arriba en el nombre en rojo R. Márquez , que es un enlace, se va al blog de Ricardo Márquez titulado "Historias Matritenses", un meritorio y muy trabajado espacio dedicado a la difusión de la historia de Madrid y de sus barrios.
  • Andrés Molina González

    Andrés Molina González

    07 Junio 2016 a las 12:51 |
    Excelente trabajo de recuperación. El método de reubicación deplorable.
    Gracias.
  • Gerva Castañares Vidal

    Gerva Castañares Vidal

    07 Junio 2016 a las 13:13 |
    Precioso reportaje, lo mal que se pasó y todavía hay gente en España que lo esta pasando mal.
  • Julio

    Julio

    07 Junio 2016 a las 21:32 |
    Impresionante reportaje.

    En cada cara quiero ver el orgullo de esas personas que, con poco y menos, salieron adelante y nos han dejado tanto. Mi suegro vino del pueblo y estuvo alquilado en una chabola, que hasta en eso se hacia negocio...

    Ahora estamos mucho mejor, pero no olvidemos de donde venimos...
  • Jose

    Jose

    07 Junio 2016 a las 22:40 |
    fantastico reportaje, me gustaria saber si es posible ver todo esos documentos en internet o si será posible en un futuro, pues hay gente que conozco que no usa internet y seguro que les gustaria ver esta joya.
  • Isabel N.

    Isabel N.

    08 Junio 2016 a las 10:18 |
    También vivo en Vallecas y quiero felicitarte por retratar una época tan miserable para nuestros padres en la que lucharon con muchas dificultades para sacar a sus familias adelante y en la que la dignidad y los derechos se confundian con la caridad y la intolerancia.
  • Beatriz Surroca

    Beatriz Surroca

    11 Junio 2016 a las 10:43 |
    Muy bueno, Juan,me ha gustado mucho este trabajo de investigación dotado de mucho estilo, sensibilidad y como no, plagado de amor hacia el pasado recuperando el alma de todas las miradas de esos seres que aparecen en las fotos reivindicándolos con total dignidad bajo la nobleza de tu pluma.
    Muchas gracias!!!
  • Pedro

    Pedro

    16 Junio 2016 a las 20:55 |
    Grandísimo reportaje Juan!
    Después de ver y leer este reportaje nadie puede dar lecciones a los vallecanos de humildad, sacrificio y dignidad. Nadie nos regaló nada, solo el trabajo y el sufrimiento hicieron de este barrio lo que es hoy día.
    La memoria histórica de Vallecas siempre habremos de tenerla presente. Nuestros antepasados y nosotros hemos hecho de este barrio un barrio Único que permanecera para siempre en nuestras mentes.
    Gracias.
  • Pedro

    Pedro

    16 Junio 2016 a las 20:59 |
    Hola Juan,
    Me gustaria saber algo de la historia de Palomeras Bajas (casitas hechas por las noches en condiciones precarias algunas de ellas en las cuales viví).
    Gracias de nuevo.
  • ANTONIA

    ANTONIA

    22 Junio 2016 a las 21:13 |
    Hola Juan, muchas gracias por tu informe, espectacular. Mis padres también vivieron en una cueva del Cerro del Cristo, y hace unos días se lo enseñé a mi madre y recordaba que a ella le hicieron fotos así que como tu nos animabas a visitar el archivo, allí nos fuimos esta mañana mi hermana y yo a investigar...decirte que ha sido emocionante, que tu título de amor y dolor nunca estuvo más acertado, pues sientes a la vez que pena, orgullo de ver como estamos hoy y lo que consiguieron mis padres con un solo sueldo sacar a seis canijos adelante. Desde el momento que abrimos la primera carpeta no dejábamos de emocionarnos al ver a nuestras vecinas a las que recordamos con mucho cariño, reconociámos a muchos, porque cuando nos tiraron las cuevas nos realojaron en casa prefabricadas en el barrio de la UVA de Vallecas, y alli hemos crecido todos. Cuando nos tiraron las casitas 19 años después, mi madre no queria verlo y no lo comprendíamos pues íbamos a un piso en mejores condiciones; y hoy la he comprendido y no paro de llorar recordando que para ella las casas prefabricadas eran lo mas parecido a un palacio. Enhorabuena por tu trabajo. Un abrazo. Toñi
  • Juan Jiménez Mancha

    Juan Jiménez Mancha

    23 Junio 2016 a las 10:49 |
    Gracias, Antonia, me has emocionado muchísimo. ¡He llorado al leer lo que has escrito! Precioso tu texto y lo que cuentas. Un abrazo, también para tu hermana y para tu madre. Juan
  • Eduardo

    Eduardo

    30 Junio 2016 a las 07:59 |
    Buenos días Juan,

    Enhorabuena por este memorable reportaje. Desconocía la existencia de este censo del Ministerio de la Vivienda franquista y me va a ser de gran ayuda.

    Estoy tratando de localizar algún registro sobre un foco conocido como La Higuerilla, en el Km 13 de la Autovía del Este, conocida como carretara de Valencia (la antigua n-III),desdoblada en la más moderna A3 (autopista de Levante). El foco, que se extinguió en 1963, se localizaría en la calle Francisco Álvarez (incluyo enlace a google maps).

    https://www.google.es/maps/@40.3646662,-3.5718578,2256m/data=!3m1!1e3

    He estado haciendo una consulta en el Archivo Regional de la CAM pero el caso es que no encuentro ninguna carpeta cuya denominación se corresponda con esta ubicación. Tampoco ha ayudado la consulta bibliográfica efectuada.

    ¿Sabría usted el nombre del sector, polígono o zona en la que podría haber sido catalogado este foco en el censo o denominación oficial del mismo en época franquista?

    Le estaría muy agracido si tiene a bien responderme ya que delimitaría mucho mi búsqueda.

    Muchas gracias y un cordial saludo.

    Eduardo.
  • Juan Jiménez Mancha

    Juan Jiménez Mancha

    06 Julio 2016 a las 10:58 |
    Hola, Eduardo. Siento no poder ayudarte, no recuerdo ver nada relacionado con lo que me indicas. Muchas carpetas están dentro de Polígonos; tal vez dentro de alguna pudiera haber algo... yo empezaría por ahí, aunque está claro que es un trabajo que te puede llevar bastante tiempo. Gracias por tus palabras y mucha suerte en tu investigación. Lo siento.
    • José

      José

      19 Diciembre 2018 a las 15:21 |
      La zona del km 13, 14 de la antigua carretera Madrid-Valencia está muy cerca de Rivas Vaciamadrid. Había una iglesia construida con ladrillo a orillas de la carretera, a mano derecha viniendo de Conde Casal. Enfrente de esta iglesia estaban Los Arcos (a la izquierda viniendo de Conde Casal), y antes de llegar a Rivas, que se encontraba a la izquierda también. Actualmente, en esa zona está el basurero de Valdemingomez.
  • Alberto Bueno

    Alberto Bueno

    06 Julio 2016 a las 15:00 |
    Muy buen trabajo, e interesante, seguir así, saludos.
  • Maribel

    Maribel

    26 Septiembre 2017 a las 21:37 |
    Viví en las chabolas que había cerca del campo del Rayo en lo que hoy es una zona de parques y piscinas en Vallecas con mis padres y tres hermanos más, dos de ellos mellizos, y mi padre ahondó en la tierra y hizo una cueva para meter a su hermana con tres niños. Esa fue por un tiempo nuestra vida. Nos realojaron en Orcasitas peor que la chabola de donde salimos. Cuánta penuria, ningún niño se merece eso.
  • Sonia

    Sonia

    29 Junio 2018 a las 23:37 |
    Gracias Juan, magnífico reportaje. Estoy intentando encontrar imágenes de mis antepasados ellos estuvieron en las chabolas de Las Ventas y los realojaron en poblados. Sabrías si habría imágenes de estas chabolas y sus familias en este archivo.
  • José luis

    José luis

    28 Octubre 2018 a las 09:59 |
    Viví entre El Pozo y Palomeras Bajas. Mis tíos, mis abuelos y mi madre llegaron al Pozo a mediados de los 50, calle Reguera de Tomateros.
    Al mismo tiempo mis otros abuelos levantaban otra chabola en la calle Hermanos Santos, Palomeras Bajas.
    Es tremendo la vida que padecieron estas gentes, vivir en la más absoluta precariedad, entre orinales de mierda, barro, hambre y marginación. Más tarde yo lo viví tan duro por el problema de la heroina.
    Vaya toda mi admiración para cada persona que tuvo que enfrentarse a esto.
    Un cálido abrazo. Y un respeto lleno de valor y bondad para todos los Vallecanos y otras gentes con este gen.
    Cada día me siento mas orgulloso de pertenecer a estas memorias llenas de riqueza humana y verdadero valor.
    Gracias a todos.
    • Amanda

      Amanda

      21 Noviembre 2018 a las 01:20 |
      Mis padres también estaban en esa
      Calle. Estoy buscando fotos
  • Antonio Chiquero

    Antonio Chiquero

    18 Febrero 2021 a las 11:45 |
    Hola, yo vivi en la calle Hermanos Santos n.4 desde el año 1958 al 72, era solo un crio, pero aun recuerdo como viviamos, sin agua, sin alcantarillado, practicamente sin nada
  • Pedro torres

    Pedro torres

    13 Enero 2022 a las 20:52 |
    Interesante y emocionante reportaje. He podido reconocer a dos personas k salen en las cuevas k ubicas en La Sartenilla en realidad es en nuestro poblado denominado La Era, estaba junto a las chabolas del Cristo y ellas eran Maria Josefa Cabello y la niña Julia Escribano. Grandes recuerdos de muchos buenos momentos y muchos recuerdos de miserias y precariedades k ningún ser humano debería de pasar, en fin quedémonos con los buenos sin olvidar los malos y quienes fueron los culpables que chuparan la sangre de las clases más humildes de la sociedad... Jamás el paraíso de unos pocos se puede forjar sobre el infierno del resto... Ojalá y siempre se logre una justicia social k no deje a ninguna persona excluida!!

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