Antonio Luquero | Vallecasweb
La última derrota del Rayo Vallecano frente al Elche CF no ha hecho más que acentuar algo que salta a la vista, y no es otra cosa que la dinámica descendente del conjunto de Vallecas, que va dando pasos cada vez más grandes en dirección a la Segunda División.

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Los datos que arrojan el fin de la primera vuelta de la Liga no son nada alentadores. Trece derrotas en 19 partidos jugados, con tan sólo 5 victorias y un empate, 16 puntos en el casillero y 19º en la clasificación general no permiten el optimismo. La sal en la herida la ponen los 45 goles en contra, casi dos goles y medio por partido, con tan sólo 19 goles a favor.

Hace un año exactamente, con el mismo entrenador en el banquillo —Paco Jémez— y el mismo presidente en el palco —Raúl Martín Presa—, el Rayo era 6º en la clasificación con 31 puntos y había ganado 10 partidos, justo el doble que en la temporada actual. Lo único que ha cambiado, de un año para otro, ha sido la plantilla.

El Rayo, este año, “disfruta” de una plantilla mediocre. Felipe Miñambres y Paco Jémez han tenido que confeccionar un grupo en el que han entrado 14 caras nuevas. Pretender que un entrenador pueda mantener un esquema de equipo con 14 caras nuevas, cuando entre los que se fueron ya no están ni Piti, ni Chori Domínguez, ni Javi Fuego, es mucho pretender. Si un equipo se queda sin referentes sobre la hierba, se queda sin nada.

La dirección deportiva del Rayo conforma sus fichajes con jugadores que llegan sueltos, o vienen lesionados o acaban de salir de una lesión, o son muy jóvenes y no cuentan para sus equipos, o —en definitiva— no los quiere nadie.

Por norma general, en las últimas temporadas han llegado jugadores que aquí han despuntado y, por supuesto, se han tenido que ir al año siguiente. Con este panorama, la plantilla nunca llega a conocerse y jamás podrán practicar el “jugar de memoria”, pues cada año, por decirlo de alguna manera, más de la mitad de la plantilla es nueva y, si nada lo remedia, cada vez peor.

La llegada de Raúl Martín Presa ha significado un cambio sustancial y positivo para el Rayo Vallecano: ha puesto en orden las cuentas y ha conseguido reducir la deuda con una quita que permite al Club subsistir a día de hoy pero ¿y en el futuro?

Martín Presa llegó a Vallecas con un objetivo claro: sanear el Rayo, pero ¿con qué dinero? El objetivo cumplido de la firma del convenio y la salida del concurso de acreedores se ha hecho con ingresos “futuros” de dineros que aún no se tienen. Los pagos por Léo Baptistao por parte del Atlético de Madrid y los dineros de la televisión si nos mantenemos en Primera —recalco lo de “si nos mantenemos en Primera"— están por llegar, pero no han llegado aún. Los ingresos publicitarios y el nivel de asistencia al estadio tampoco son como para hacer la ola.

Habría sido sensacional que los actuales propietarios hubieran llegado a la entidad con 30, 40 ó 50 millones de euros que inyectaran liquidez al Club, pero no fue así. Su pobre proyecto económico lastra el proyecto deportivo: “No hay dinero para fichajes”, asegura Martín Presa cada vez que se le pregunta por la configuración de un equipo que se forma, año tras año, de cesiones y préstamos de lo más variopinto. Así las cosas, el Club de Vallecas sigue siendo “pobretón” de solemnidad y en este fútbol de hoy en día, ésta es una buena “cualidad” para poner camino a la Segunda División porque, no nos engañemos, lo sucedido el año pasado fue un espejismo que se da una vez en la vida.

Llega el momento de apretar los dientes y confiar en que los fichajes de enero y el buen hacer de Paco Jémez den la vuelta a la tortilla, una tortilla que en una de sus mitades ya se ha quemado. Ahora que toca remar todos a una, la directiva tiene la obligación de llenar Vallecas —de rayistas, a ser posible— con promociones “brillantes” que no lesionen los intereses de los abonados.

De ésta se puede salir, pero no sin esfuerzo, trabajo, y una buena dosis de fortuna. Pocos equipos tienen una afición tan entregada como la del Rayo Vallecano. Es una pena que no se cuente más con ella para sacar esto adelante.

(*) En la imagen, Roberto Trashorras se ha quedado sin referente en el centro del campo tras la marcha de Javi Fuego. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

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