12 Enero 2019

Castigo a la 'alta traición' de Fran Beltrán

Publicado en Deportes

El jugador se marchó llorando del Estadio de Vallecas

Antonio Luquero | Vallecasweb
Había ganas en Vallecas por recibir al Celta de Vigo. Y no sólo por los tres puntos en liza, vitales para las aspiraciones de mantener al Rayo Vallecano en Primera División. En la expedición gallega venía Fran Beltrán, el canterano rayista que poco antes de comenzar la Liga decidió cambiar de aires para sorpresa y enfado de la afición franjirroja.

El Rayo no sólo ha ganado por goleada al Celta de Vigo (4-2) en un apasionante encuentro con tres goles de Raúl de Tomás. En la grada de Vallecas, además de la alegría, se “mascaba” la venganza contra el futbolista que hasta hace tan sólo unos meses representaba las esperanzas y aspiraciones de toda una afición.

Para saber por qué a Fran Beltrán se le recibió y despidió con pitos en Vallecas, tenemos que remontarnos al verano pasado. El 1 de agosto el Celta de Vigo anunciaba, para sorpresa mayúscula de la afición rayista, el fichaje de Fran Beltrán tras haber depositado la cláusula de rescisión de 8 millones de euros.

Cualquier futbolista de cualquier equipo está en su derecho de cambiar de aires si cumple con las condiciones económicas fijadas en la legalidad vigente. Así sucedió con la salida de Fran Beltrán en lo deportivo, pero no así en lo sentimental.

Fran Beltrán fue el jugador que se echó el equipo a sus espaldas en la temporada en la que el Rayo estuvo a punto de descender a Segunda B; y en la última en la que se consiguió el ascenso a Primera División. Con tan sólo 17 años, y posteriormente 18, su poderío físico y entrega le convirtieron en un referente futbolístico y alguien en quien la afición del Rayo Vallecano se veía reflejada desde el punto de vista emocional.



Si volvemos a agosto de 2018, Fran Beltrán anuncia su marcha del Rayo Vallecano cuando los abonos del Club ya están en venta. Beltrán, el “solista” que hizo afinar y funcionar la heterogénea banda de músicos que representa la plantilla del Rayo Vallecano, se fue sin decir ni adiós, dejando “tirada” a su afición. El cualquier otro espectáculo, si el cantante decidiera no actuar y “fichar” por otra banda de música seguramente el público tendría derecho a la devolución del importe de la entrada, pero en el fútbol no. En el deporte del balón televisado una vez que compras tu abono no sabrás, hasta el último minuto, ni quién va a cantar, ni dónde, ni qué día ni a qué hora. Tampoco sabes si la música sonará bien o si el concierto será desafinado.

A Beltrán se lo llevó al Celta Felipe Miñambres, ex director deportivo del Rayo Vallecano, que salió de Vallecas por la puerta de atrás y con los escudos tapados por el Club en su rueda de prensa de despedida tras anunciar su fichaje —también— por el Celta de Vigo. Raúl Martín Presa se sintió traicionado por Miñambres y por la directiva viguesa, con quien rompió relaciones por considerar que había actuado de mala manera.

Así las cosas, el Celta de Vigo se convirtió, para el Rayo Vallecano, en lo que el lobo a Caperucita Roja. Sin embargo, como en el cuento, no queda muy claro si la culpa es del lobo, por comerse a la abuelita, o de ésta por dejar la puerta abierta exponiéndose así a la entrada de la variada “fauna” que habita en el ecosistema futbolístico dispuesta a saciar su hambre.

De todos es conocido que el Rayo Vallecano nunca trató bien a Fran Beltrán desde el punto de vista económico. Basándose en que el jugador se declaraba rayista, exprimió hasta el máximo esta circunstancia sin ser consciente del nivel del futbolista y de todos los intereses que se mueven en este mundo del balón putrefacto.

El ex jugador del Rayo Vallecano nunca se sintió solo en Vallecas. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)El ex jugador del Rayo Vallecano nunca se sintió solo en Vallecas. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Con una ridícula cláusula de 8 millones de euros por esta joya del fútbol (a Kakuta, el Rayo le ha puesto una cláusula de 50 millones, sirviendo como ejemplo comparado de disparate en la gestión) era de cajón que el jugador se terminaría marchando, aunque no de esta manera…

Intentando desmadejar este ovillo caliente cada vez más enmarañado, llega el Celta de Vigo a Vallecas. Y lo hace con Fran Beltrán de titular. El futbolista es recibido con pitos, y con pitos señalado cada vez que toca el balón. El Fran Beltrán que vimos en el partido de Vallecas distó mucho del jugador “descarado” y valiente que todos conocimos. Seguramente la presión influyó en ello y el hecho de no sentirse referente de un equipo, como aquí sí lo fue.

Acabado el partido y una vez que los futbolistas del Rayo abandonan el terreno de juego, varios de ellos deciden sacar a Fran Beltrán de nuevo al césped y colocarlo frente a Bukaneros para “arroparlo” (odioso palabro muy de moda actualmente) y demostrar que están con él. Y es ahí cuando se desata el enfado de la afición rayista definitivamente.

Con la acción de exponer al futbolista a su ex afición (¡por favor, que le den un premio a el o los “lumbreras” que tuvieron la ocurrencia!), no sólo no se consiguió el efecto deseado, sino que los ánimos se caldearon contra Fran Beltrán y hasta desde la grada le lanzaron algún billete de 5 euros con el que engrosar su nada despreciable ficha en el Celta de Vigo, al grito de “¡pesetero!”.

El jugador terminó llorando sobre el césped de Vallecas y algunos jugadores del Rayo, como Gálvez y Raúl de Tomás, marchándose al vestuario en señal de desacuerdo con la actitud mostrada por los aficionados. La acción de sacar a Fran Beltrán de nuevo al césped viendo cómo estaba de caldeado el ambiente demostró, una vez más, que el joven futbolista es fácilmente manejable, y que el resto de futbolistas en general no tiene ni puñetera idea de por dónde respira su afición.

La última vez que Fran Beltrán se situó frente al fondo de Vallecas contó con el apoyo de la afición. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)La última vez que Fran Beltrán se situó frente al fondo de Vallecas contó con el apoyo de la afición. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Fran Beltrán, visiblemente afectado aunque ya más tranquilo en sala de prensa, aseguró que es posible que algún día “lo cuente todo”, como queriendo señalar a otros de lo sucedido sobre el terreno de juego y sobre su traspaso al Celta.

En este juego de intereses, posiblemente Fran Beltrán no sea el mayor culpable de todo este lío, aunque sí un colaborador necesario al ser quien finalmente firmó todos los contratos. Sin embargo, no debemos olvidarnos de su representante; su familia; el director deportivo del Celta, Felipe Miñambres; y el presidente del Rayo Vallecano, Raúl Martín Presa. Mientras todos ellos siguen dando vueltas en el interior de la madeja, el único que dio la cara —para que se la “partieran” en forma de pitos y gritos desde la grada— fue el propio Fran Beltrán. Punto a su favor, en este caso, por valiente… o por inconsciente.

A Fran Beltrán le salva que tiene tan sólo 19 años y está rodeado de un mundo de intereses en el que un futbolista, sobre todo si es tan joven, es muy fácil de manejar. A la afición del Rayo Vallecano, a la que pitó a Fran Beltrán, le salva todo: se sintió “estafada” por la marcha en el último momento del mejor futbolista de la plantilla, desconoce qué pasó en realidad, tiene que escuchar cómo todos amenazan con que “algún día” contarán y con que “si se supiera…”, pero nadie dice la verdad, y encima deben soportar que no son agradecidos y que a Fran no hay que pitarle. Hasta aquí podíamos llegar. A falta de información, blanco y en botella: traición.

El aficionado, el cliente del fútbol, ha perdido muchos de sus derechos, entre ellos el de poder ver un partido en un día y un horario decentes. Ahora, los defensores de “causas pobres” quieren decirles también que no se debe silbar a un futbolista. Precisamente a esta afición, la del Rayo Vallecano, que siempre anima y jamás pita a un futbolista, ni aunque el equipo esté hundido miserablemente en la tabla clasificatoria o, como es el caso más sangrante, se haya consumado el descenso.

Hay equipos supersónicos con plantillas mucho mejores que la del Rayo Vallecano y presupuestos “muchimillonarios”, que son silbados por sus aficiones día sí y día también. Y futbolistas galácticos que son cuestionados en cada partido. Yo quiero en Vallecas al Fran Beltrán que lo dio todo por el Rayo, pero no a todos aquellos que viven y sacan provecho del talento de un futbolista, estén del lado que estén. Que no venga nadie, por tanto, a dar lecciones a la afición del Rayo Vallecano sobre lo que debe o no debe hacer.

(*) En la imagen que abre esta información, Fran Beltrán durante su feliz etapa como jugador del Rayo Vallecano. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

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Comentarios (1)

  • Juan sin Credo

    Juan sin Credo

    12 Enero 2019 a las 13:01 |
    Excelente artículo Antonio. Desmenuzas en trocitos todo el «culebrón»