Eduardo Cornago | Vallecasweb
El Rayo Vallecano Juvenil A, entrenado por Diego Merino, ha conseguido el Campeonato de Liga tras vencer por 0-1 al Alcorcón, con gol en el último minuto del partido del canterano vallecano Raúl Uche. La emoción y la tensión se palpaban en Vallecas en un estadio repleto de aficionados dispuestos a ver a los de Jémez batirse el cobre contra el Almería, pero con un ojo puesto en el marcador simultáneo y el oído atento a los que comentaban las radios sobre lo que acontecía en Alcorcón.

Hasta las doce del mediodía todo parecía normal: la afición apoyaba a su equipo en los aledaños al Estadio antes del inicio del partido frente al Almería, los niños iban de la mano de sus padres, y la gente alzaba sus bufandas al viento, orgullosos de su equipo, en una escena “made in Vallecas”.

Tras el pitido inicial, y con el transcurso de los minutos, todos los rayistas retrocedimos en el tiempo y soñamos algo que nunca imaginamos. Recuerdo que fue breve, a la vez que raro; el primer equipo terminaba ganando sin jugar bien al fútbol, y el venezolano Miku —uno de los jugadores que menos minutos ha disputado con la zamarra franjirroja— anotaba el gol 700 del Rayo Vallecano en Primera División, mientras el broche de oro a esta apasionante mañana de domingo lo ponía nuestro Juvenil A, con un tanto in extremis al más típico estilo “Tamudazo”, que le daba al equipo el Campeonato de Liga.

Personalmente, lo que más me llamó la atención fue que la Fuente de la Asamblea volviera a ser testigo de nuestros triunfos y no por “culpa” del primer equipo, sino por la hazaña de un Juvenil.

Lo que parecía una utopía se acababa de convertir en realidad, y aunque hayan tenido que pasar 2.800 días, por fin nuestro barrio vuelve a cantar sin pudor: “¡Que se enteren los vikingooos quien manda en la Juvenil de la Capitaaaal!”. Y sí, señores, ni vikingos, ni colchoneros, ni azulones, ni pepineros, ni alfareros. En la División de Honor juvenil “La Vida Pirata” no ha dejado de ser cantada durante todo la temporada; lo que demuestra que la “mini-franjita” ha hecho historia.

Ya decía Luis Aragonés aquello de “Y ganar, ganar, ganar, y volver a ganar, ganar, ganar”. ¿A qué es fácil de decir? Sin embargo, les invito a reflexionar un instante sobre el verdadero significado de este tópico tan usado por los futboleros. Ustedes, que son listos, llegarán a la conclusión de que muy pocos lo llevan a la práctica. Lo vemos en el primer equipo, cuyo máximo objetivo al inicio de la temporada no es conseguir un título, ni siquiera ganar, sino no descender. De ahí el valor de nuestros juveniles y la euforia que han desatado entre los aficionados que hizo estallar de júbilo el Estadio de Vallecas.

Raúl Uche consiguió el tanto definitivo que convirtió al Juvenil "A" en campeón de Liga. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Porque nuestros “héroes” del Juvenil, por su edad y su filosofía de vida, se salen del perfil del futbolista profesional, aquél en el que destacan los hombres ricos, con porsches y asentados en un gran club. Aquí, en Vallecas, las cosas son bien distintas. Alejados de los focos, y haciendo mucho ruido en los terrenos de juego, un grupo de chavales, muchos de ellos todavía sin barba, han dado una lección de humanidad a las grandes canteras españolas.

Y es que por aquí no han pasado —ni fichado— a chinos, o noruegos, o argentinos. En la “fábrica” franjirroja lo que más abundan son humildes jugadores locales, algunos de ellos vallecanos. Bajo mi modesto punto de vista, conseguir golear a rivales que tienen jugadores de otros países y que “niño que quiero, futbolista que tengo”, tiene mucho mérito. Y sí, amigos, por fin el fútbol ha sido justo con un equipo que inyecta valentía, coraje y nobleza a sus valerosos “cachorros”.

La temporada se podría comparar con el programa “¡Tú Sí Que Vales!” Mi locura supera límites insospechados, soy consciente de ello, pero la realidad es que los participantes aspiran a sobrepasar el máximo número de rondas posibles, siendo conocedores del gran nivel que hay en el escenario. Para que se ubiquen, nuestro Juvenil ha ganado la Liga en este contexto. Obviamente sí que eran favoritos a estar posicionados arriba, pero muy pocos les daban esperanzas de vida más allá de una hipotética tercera plaza al final del Campeonato.

El primer capítulo fue emitido desde Alcobendas. Las vaselinas de Uche, la calidad de Clavería, y el talento de todo el equipo, pusieron a todo el público en pie. “¡Estos chavales son buenos!”, se escuchaba desde la grada. Y claro que son buenos, le acababan de meter una manita a su rival. El show solamente acababa de empezar. A lo largo de la temporada, los pupilos de Diego Merino compusieron una sutil melodía y supieron bailar al todopoderoso Atlético de Madrid. Y ¡ojo!, porque cuando digo “bailar” me refiero a golear por medio de otra manita a un adversario de lujo.

En la 2ª jornada el bagaje de nuestros juveniles era muy esperanzador, con 10 goles a favor y cero en contra. Además, durante todo el campeonato fue el equipo visitante más temido, ya que hasta la jornada 14 permanecieron invictos como visitantes.

A cada jornada que pasaba, su hazaña era premiada con mayor número de asistentes en las gradas de la Ciudad Deportiva. Los franjirrojos iban superando rivales de mayor prestigio y poco a poco se iban convirtiendo en un serio aspirante a ganar el ansiado premio.

Los jugadores de Diego Merino agradecen el apoyo de loa aficionados en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. (© Foto: BUKANEROS92 / Vallecasweb.com)

Los grandes directores de otras “empresas” no dudaron en contratar a algunos “bailares” del Rayo. En efecto, Montiel y Akieme ya son internacionales con la “rojita” sub 19, tampoco hay que olvidarse de Juancho y del bueno de Pablo Clavería, ambos son futbolistas de 2ºB; por otro lado, los Raúl Uche, Montiel, y Shafa ya van siendo más habituales en los entrenamientos del primer equipo. Este es el principio de una larga lista de hazañas que están fraguándose gracias a un gran trabajo técnico y deportivo en equipo.

Juveniles, habéis tenido que superar un largo y duro trayecto para ser campeones de Liga, pero finalmente el sacrificio ha tenido su más que merecida recompensa. Vosotros y vuestros “antepasados” del 2007 (también campeones de Liga de la mano de José Manuel Jimeno), os habéis convertido en leyenda viva del Rayismo. ¡Anda que se dice pronto! Ocho años han tenido que pasar para que el ansiado trofeo retorne a Vallecas. Ocho años desde el día en que a Jimeno le mantearan en el centro del campo. Ocho años han tenido que pasar desde que un Juvenil pusiera de rodillas a los mejores equipos de España hechos a base, también aquí, de talonario. En definitiva: enhorabuena y gracias, campeones.

(*) En la imagen que abre esta información, un grupo de aficionados recibió a los flamantes campeones en la Fuente de la Asamblea. (© Foto: PRBUSUNO / Vallecasweb.com)

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