Antonio Luquero | Vallecasweb
Ser del Rayo es algo tan especial que resulta difícil de explicar. El equipo cae vapuleado en Villarreal por 4- 0 y los rayistas nos sentimos felices. Incluso después de haber encajado un 0-3 en casa una semana antes y mientras éramos engullidos por una montaña de papeles. Dos partidos, dos goleadas en contra, y tan “pichis”.

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La ventaja de ser del Rayo es que el listón de nuestro objetivo nos lo ponemos nosotros, y somos nosotros quienes decidimos si el objetivo se cumple, o no se cumple. En la campaña que está a punto de finalizar miramos al fondo del pozo y vimos ahí abajo a nuestro Rayito, intentando agarrarse al cubo para que los aficionados tiraran de la cuerda y lograran hacerlo subir a fuerza riñones. Y se consiguió.

El fútbol patrio es hoy mismo un hervidero de seguidores de los equipos punteros que muestran su desazón por los puntos perdidos, por la falta de rendimiento de sus “amillonados” jugadores, porque los árbitros “les perjudican”, y porque sus objetivos —que se basan fundamentalmente en que tienen que ganar SIEMPRE— no se han conseguido. Lástima...

La paciencia de los rayistas ante estos desanimados aficionados es infinita, soportando lamentos, aguantando pronósticos aburridos y teniendo que poner buena cara cuando te dicen lo simpático que es el Rayo y lo bien que les cae a todos. Tener que lidiar todos estos “brasas” es muy duro, durísimo, máxime cuando a la mayoría de rayistas todas estas guerras les traen al pairo. A veces conviene incluso ocultar que eres del Rayo, porque de reconocerlo tienden a utilizarte como una especie de psicoanalista con el que desahogarse.

Que los rayistas se sintieran felices cuando aún faltaban tres jornadas para que terminara el campeonato es sorprendente, ¡abracadabrante! El Rayo de Paco Jémez ha jugado al filo del precipicio porque el presupuesto no permitía circular por una autopista iluminada. Pese a ello, se ha convertido en el tercer equipo con más posesión de balón en esta Liga de las estrellas “estrelladas” (FC Barcelona 63´9%, Real Madrid 56´7% y Rayo Vallecano 55´5 %), logrando el objetivo de la permanencia antes de lo esperado. Sí, sabemos que con sólo posesión no se llega a ninguna parte, pero “mola” ver al Rayito ahí arriba en las frías estadísticas.

Además, y para abundar en lo “difícil” que es ser Rayista, los principales equipos de las categorías inferiores del Club han superado con creces las expectativas que sobre ellos había depositadas. El Rayo Vallecano Femenino dirigido magistralmente por Laura Torvisco terminó cuarto en la Superliga Femenina, todo un logro teniendo un presupuesto para fichajes reducido a la mínima expresión. Su “filial”, el Femenino B con Alberto Ruiz de la Hermosa en el banquillo, ha logrado el campeonato tras vencer al Atlético de Madrid.

Sin embargo la progresión más llamativa ha sido la del Rayo Vallecano “B”. El filial rayista, descendido en la anterior campaña desde Segunda B, jugará el play off en busca del retorno a la categoría de bronce tras un arranque descorazonador. El trabajo de Mariano Madrid ha dado sus frutos en un trayecto de largo recorrido y, como por arte de magia, los buenos aficionados a la franja tendrán un extra de fútbol de la mano del filial rayista. La primera eliminatoria ha emparejado al Rayo B con la Unión Montañesa Escobedo, la ida será en Cantabria el domingo 18 de mayo, y la vuelta en Vallecas una semana después.

Por todo ello ser del Rayo, me reafirmo, es durísimo. Llévenlo con paciencia, porque durante los próximos días tendrán que soportar los tremendos sufrimientos de quienes no lo son. ¡Se siente...!

(*) En la imagen, aficionados del Rayo celebran el objetivo de la permanencia "apretándose" un buen bocadillo. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

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