Antonio Luquero | Vallecasweb
El Rayo Vallecano homenajeó en la previa del partido frente al Albacete a los futbolistas que protagonizaron el histórico primer ascenso del equipo a Primera División al cumplirse el 40 aniversario. El acto quedó empañado por el secretismo con el que se llevó a cabo el reconocimiento, quedando deslucido a los ojos de los propios aficionados rayistas.

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Fue visto y no visto. Más bien no visto. Con un secretismo impropio de un Club con 93 años de historia, el Rayo Vallecano ha rendido tributo a los jugadores que conformaron la plantilla que en la temporada 1976/1977 lograron el primer ascenso del Rayo Vallecano a Primera División.

Los futbolistas, que habían sido convocados al acto desde hacía semanas sin que trascendiera a la opinión pública, comieron en el Restaurante La Franja situado en el Estadio de Vallecas y recibieron como recuerdo una camiseta del Rayo con su nombre estampado a la espalda y un “dossier” con los datos estadísticos de cada uno de ellos como defensores de la franja roja. Ninguno de los actos programados se anunció con antelación, impidiendo que los aficionados tuvieran conocimiento y pudieran disfrutar suficientemente de ellos.

Algunos de los protagonistas comentaron que la comida se desarrolló de una manera un tanto atropellada, pues debían estar sobre el terreno de juego antes del inicio del choque que enfrentó al Rayo con el Albacete Balompié, cuyo comienzo estaba fijado para las 4 de la tarde. Más de uno, según me dijeron, no pudo terminar el postre.

Descendieron los héroes del ascenso por las escaleras situadas en el graderío del Arroyo del Olivar ante la total indiferencia de los aficionados, que desconocían, al igual que la prensa, que se estaba tributando un homenaje a la plantilla de aquel hecho histórico.

Guzmán hace un gesto a la grada indicando el número uno. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Francisco y Serrano esperando la orden para saltar al terreno de juego. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Con los 17 héroes sobre la banda del césped de Vallecas, algunos de ellos superando los 70 años de edad y en algunos casos con dificultades de movilidad, se les indicó que saldrían al césped a saludar a la afición para posteriormente posar con los jugadores del primer equipo. Eso sí, deberían hacerlo todo “muy deprisa”. Pregunté entonces si podíamos hacer que los jugadores posaran un momento todos juntos para hacer la foto y se me dijo que no, porque no se podía pisar el césped y no había tiempo.

Un acto como este, que en cualquier otro Club habría disfrutado de mayor difusión y solemnidad, resultó de una factura “incalificable”, por definirlo de alguna manera que evite caer en la grosería. No sólo se insistió a los homenajeados reiteradamente que no podían pisar, tocar y rozar el terreno de juego que tantas veces corrieron defendiendo la franja, sino que llegado un momento se les indicó que salieran a saludar volviendo rápidamente a la banda como el que sale y entra de un vagón de Metro que no puede esperar más en la estación. Coincidiendo con ello, desde la megafonía, se leía un mensaje que a todos pilló por sorpresa en el que se daban de manera atropellada los nombres de estos héroes del Rayismo.

Mientras esto sucedía, en el momento que los veteranos saltaban a saludar, la grada estaba a menos de la mitad de su capacidad porque en Vallecas se entra tarde al campo y, además, en el exterior de Arroyo del Olivar había aficionados agolpados en determinadas puertas, como la número 8, mientras la de al lado estaba completamente vacía sin que se pudieran “trasvasar” espectadores de la una a la otra. Todo ello, sumado, corrobora que este acto tuvo que haberse realizado durante el descanso y no en la previa del partido.

Con los protagonistas del ascenso junto al banquillo del Rayo esperando la orden para poder hacerse la fotografía (¿qué necesidad había de ello?) con el primer equipo, llegó el explícito mensaje: “¡Vamos, ahora, vamos vaaamos!”. Así, con elegancia... Para acto seguido, apenas 30 segundos después, tener que escuchar: “¡Ya, yaaaa, fuera, fueraaaa, vámonooos!” cuando casi no había dado ni tiempo para inmortalizar el momento y algunos a duras penas habían llegado a su sitio.

Juan Luna recibió una camiseta con el número que lució el día del ascenso a Primera División. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

El primer equipo posó con los veteranos del Rayo Vallecano. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

El gran Potele aprovechó para saludar a Míchel y a los jugadores del banquillo. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Abandonaron los héroes del ascenso el perímetro del terreno de juego a toda prisa, porque la televisión manda y cualquier retraso es susceptible de sanción, con una bolsita de regalo que incluía una camiseta troquelada con su nombre y un dossier que, en realidad, no eran más que unas fotocopias tiradas por impresora con datos sacados de la web “BDFútbol”.

Ya en el descanso, algún aficionado me preguntaba quiénes eran “esos” que se habían hecho la foto con el primer equipo, porque no se habían enterado de nada. En realidad, esos “veteranos a la carrera” no eran otros que Alcázar, Anero, Uceda, Tanco, Luna, Guzmán, Alvarito, Rial, Macua, Fermín, Luis Nieto, Potele, Serrano, Felines, Francisco, Iglesias y Manolito, los protagonistas del primer ascenso del Rayo Vallecano a Primera División en toda su historia, aquellos a quienes el Club ocultó este sábado como si fueran de su propiedad. De hecho, alguno de estos veteranos me comentó que no entendía por qué la prensa no había estado presente en la comida de su homenaje.

El Rayo empató frente al Albacete en un partido en el que los manchegos tomaron la medida al conjunto de Míchel, permitiendo que dos de los tres puntos volaran de Vallecas. Sucedió en una tarde gris con un Rayo gris que perdió repentinamente (confío en que la recuperará pronto) la senda del buen fútbol, mientras se trataba a los veteranos de una manera llamémosla “distante”. Afortunadamente, este miércoles 8 de noviembre en el mismo lugar de los hechos (Restaurante La Franja, Estadio de Vallecas) la Peña Rayista 2004, en nombre de todos los aficionados del Rayo Vallecano, homenajeará a estos veteranos con el calor que se merecen durante la entrega de los X Premios Rayista del Año. Ahí sentirán en primera persona la cercanía y el cariño que el Club pretendió darles, con tan dudoso resultado.

(*) En la imagen que abre esta información, los héroes del ascenso sobre el césped del Estadio de Vallecas. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

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