Antonio Luquero | Vallecasweb
Tras la consumación del descenso, los aficionados del Rayo Vallecano no ganan para disgustos. Y no me refiero a los sofocos vividos en primera persona por aquellos que llevan media vida —o toda— pagando cada temporada, a tocateja, el abono correspondiente, sino a los ‘padecimientos’ que ven pasar a ‘los demás’, esa casta de privilegiados que envuelven al mundo del fútbol.

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Los hinchas del Rayo han visto en poco más de tres semanas cómo su plantilla quedaba al borde de la deshidratación provocada por las avivadas lágrimas que los futbolistas derramaron sobre el césped del Estadio de Vallecas, incluidas las del propio entrenador. A las lágrimas de los jugadores, que ya de por sí nos parecieron copiosas, se sumaron días después las del director deportivo Felipe Miñambres, que entre pucheros e hipitos decía adiós al Rayo tras nueve años prestando sus servicios a la franja. La indiferencia del Club en su despedida, que llegó a tapar los escudos de la entidad en la sala de prensa, dejó atisbar que la salida del astorgano no había sido por las buenas, sino por las malas, y que Felipe Miñambres prefería irse al paro a seguir en el Rayo. Por fortuna para él, en menos de 24 horas encontró trabajo en el Celta de Vigo, adonde llegó entre sonrisas y apretones. Cosas del fútbol, que tan pronto te da el hipo como te lo quita.

El guardameta Yoel llora sobre el césped tras consumarse el descenso en el último partido de Liga frente al Levante UD. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Felipe Miñambres, con los ojos humedecidos, se despide como director deportivo del Rayo Vallecano. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

En Vallecas hemos visto también a aficionados del Rayo aporreando las taquillas cerradas porque se querían sacar el nuevo abono para la próxima temporada. Ni en El Corte Inglés, en rebajas, se vio nada igual. La revuelta vino de la pereza del Club por poner a la venta los nuevos abonos, de los que a día de hoy no han anunciado los precios ni se vislumbran prisas por hacerlo. El Rayo se suma así al selecto Club de empresas privilegiadas a las que lo que opinen sus clientes se la refanfinfla, porque sus ingresos deben venir por otro sitio.

A toda esta amalgama de noticias cuanto menos chocantes se suma ahora lo acontecido durante la última Junta de Accionistas del Club. A esta Junta, ‘extraordinaria’ por tratarse de una prolongación de otra celebrada en abril que se quedó a medias por un error en las cuentas, a partir de ahora la llamaremos ‘la rejunta’. La rejunta, tal y como pudimos vivirla, contó con todos los ingredientes que desearía para sí cualquier guionista del Club de la Comedia.

La falta de medios y de personal del Rayo es un arma de doble filo. Por un lado, la comedida infraestructura del Club le hace más cercano, pero a veces este asunto se torna en su contra. Y se vio durante el inicio de la rejunta. Nadie pareció saber quién podía pasar y quién no, por eso a nadie se le ocurrió pedir credenciales para acceder a la sala una vez los accionistas minoritarios ya estaban dentro. Así pues, con las puertas abiertas de par en par, un grupo de unos veinte jóvenes pertenecientes a un colectivo que a partir de ahora llamaremos “nuestro grupo” o “vosotros” (dependiendo del interlocutor) accedió a la rejunta mientras saludaban o daban besos a algunos de los periodistas que estábamos en la antesala esperando autorización para pasar. Nadie se lo impidió y a los que allí estábamos tampoco nos extrañó.

“Nuestro grupo” (“vosotros” o “estos chicos”, según se mire) se colocaron educadamente tras los accionistas minoritarios, y hasta pasados unos minutos nadie se dio cuenta de ello. De hecho lo hicieron tan silenciosamente, que los accionistas que se encontraban de espaldas a ellos ni se dieron cuenta. Acostumbrados como están a los cacheos e impedimentos de todo tipo, esto debió ser lo más "chupao" que han hecho en años.

La presencia de estos jóvenes, a los que el Rayismo en general conoce como “Bukaneros” (nombre que ni se citó), provocó un rifirrafe interesante, puesto que pidieron poder estar en la Junta dado que el presidente se negaba a ampliar capital y eso les impedía adquirir acciones. El debate fue in crescendo hasta llegar al punto en que algunos accionistas minoritarios, incluido el más mayoritario de los minoritarios, se ofreció a venderles acciones para que pudieran estar en la próxima Junta, pero ellos se negaron al considerar que tendría que ser Martín Presa quién debería dar ese paso.

Tras varios minutos de negociación, estos jóvenes aficionados accedieron a permanecer fuera durante la celebración de la Junta, con el compromiso de poder pasar y expresarse en un posterior “debate de amigos”, según palabras del propio presidente del Rayo Vallecano.

Martín Presa comenzó la Junta procediendo a reconocer y subsanar el fallo aritmético que motivó la convocatoria extraordinaria. El accionista Ángel Barranco pidió al Club información sobre si se había hecho algo con el auditor que había cometido el error, lo que había dado lugar a que la memoria del ejercicio fuera incorrecta. Luis Yáñez, director general del Rayo, respondió: “Ya le hemos dicho que se trató de un error aritmético al arrastrar un Excel y que se corrigió, a partir de ahí no sé si quiere que nos flagelemos o que le pidamos al auditor que se flagele durante una o dos semanas”. El presupuesto se aprobó con un 98 % de acciones a favor, 6 accionistas en contra, y ninguna flagelación de por medio.

El Club ha subsanado el error contable apreciado en la Junta de Accionistas ordinaria. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

En el apartado de ruegos y preguntas, Martín Presa respondió con gesto serio sobre los motivos de la marcha de Felipe Miñambres de la dirección deportiva del Club: “Se ha ido porque ha roto el contrato y lo hemos dejado claro en nuestro comunicado. Se trata de un profesional con contrato y si se va el Rayo defenderá sus intereses”. Y ahí se acabó la rejunta.

Como verán, el acto fue breve, porque había que dar paso al “debate de amigos”, una especie de Junta bis —o tris, que uno ya pierde la cuenta— a la que accedieron de nuevo esos “muchachos” que tanto ruido meten en el fondo. El primer tema, como no podía ser menos, fue el de los abonos. Desde Bukaneros se insistió mucho en que otros clubes ya habían sacado a la venta los suyos, y que el Rayo había perdido la oportunidad de hacerlo nada más terminar la Liga. Yáñez aseguró que estaban estudiando ponerlos a la venta en fechas próximas —sin aventurarse a concretarlas— pero adelantó, para los avispados, que “nadie espere descuentos del 60 por ciento”.

Martín Presa respondió a una pregunta sobre el patrocinador chino Qbao, y con cierta retranca aseguró que “he estado en China tratando este asunto, con una sola noche de hotel, intentando que se mantengan en el patrocinio la próxima temporada. Lo digo para aquellas personas que han hecho comentarios que no se ajustan a la realidad”.

El Rayo Oklahoma City, la franquicia americana de fútbol comprada por el Club la pasada campaña, también tuvo su momento de gloria. Tras descender el Rayo a Segunda el club la venderá “perdiendo lo menos posible”, y Yáñez apuntaló: “Hay que replegar velas”.

Raúl Martín Presa ha anunciado que pondrá a la venta su participación en el Rayo Oklahoma City. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

El polémico presidente de una popular peña rayista afeó a la directiva que el Club no hubiera actuado como han hecho otros, “lo que nos ha llevado al descenso”. El comentario provocó un aluvión de críticas por parte de todos los directivos: “En el Rayo podemos presumir de ser limpios y no tenemos pruebas de lo que hacen otros. Comprar un partido es una ilegalidad y el Rayo eso jamás lo va a hacer”, le respondieron con contundencia.

El accionista Ángel Barranco puso en duda que el propietario del Rayo Oklahoma City fuera el Rayo Vallecano como entidad deportiva: “No sabemos quién lo ha comprado”, apostilló. Según Yáñez “está certificado que el propietario es el Rayo Vallecano y no Raúl Martín Presa. No tiene más que ir al Registro Mercantil y podrá comprobar que se trata de una franquicia del Rayo Vallecano”.

Sobre la continuidad de Paco Jémez al frente del banquillo del Rayo, Martín Presa informó que el Club está trabajando en dos áreas, el departamento técnico y el nuevo entrenador, y aseguró: “Aún no estamos cerrados a Paco Jémez. El proyecto del Rayo es recuperar la categoría este próximo año, no sé si sabremos hacerlo o no”.

La falta de una persona que haga las funciones de enlace entre la afición y la directiva motivó un debate intenso, en el que los ‘invitados’ del fondo dieron su opinión: “Si nuestro grupo levantó la huelga de animación fue gracias a David Cobeño, que actuó por iniciativa propia y no por el mandato de un Club. Proponemos que se haga un plan para el desarrollo social del Club que actualmente no existe”. La directiva aseguró que siempre se apoyó a Cobeño para que interviniera como mediador en el conflicto, pero desde el fondo de la sala rebatieron el argumento: “Si no hubiera sido por Cobeño aún seguiríamos con la huelga de animación”.

El accionista Javier Ferrero volvió a incidir en la necesidad de potenciar un departamento que se ocupe del tema social, y así se lo hizo saber a Martín Presa: “El Club socialmente está abandonado a su suerte. Yo como Rayista te pido y te aconsejo que tengas una persona que se encargue de los temas sociales del Club, que no tengamos que estar pidiendo a la señora de la limpieza, con todos mis respetos, que tenga que estar resolviendo estos asuntos”. Presa agradeció el consejo y dio paso a otra pregunta.

Ángel Barranco se ofreció a crear un grupo de trabajo para que en el caso de que Martín Presa se decidiera a vender parte de sus acciones, haya gente decidida a adquirirlas, una propuesta “seria e interesante”. El vicepresidente José María Sardá respondió “para zanjar este tema de una vez por todas” que se trata de un tema privativo del presidente: “Esto no es la Bolsa, y aquí compra y vende quien quiere y quien le da la gana”. El accionista Paco Peco ofreció la posibilidad de agrupar y vender acciones de varios de los miembros de la Peña El Cencerro, que tienen acciones sueltas y no hacen uso de ellas: "Hay algunas señoras que tienen acciones y no las usan".

Igualmente, y desde el fondo, se solicitó a Presa que venda acciones: “Deberías vender acciones para que haya más gente representada aquí. Con ello tú no vas a perder nada de tu poder, no te va a suponer nada. Pero deberías saber que el que una sola persona tenga el 99 por ciento de las acciones da la sensación de un Club secuestrado”.

Casi al final, y cuando parecía estar todo el pescado vendido, nos encontramos con el plato fuerte del “debate de amigos”. El accionista Ángel Domínguez Valentín ‘Gelo’ mostró un documento en el que aseguraba que el Rayo seguía adelante con la denuncia contra 13 aficionados del Rayo por el corte de cables en el partido Rayo Vallecano – Real Madrid de septiembre de 2012, pese a que el Club había asegurado que dicha denuncia no continuaría.

El accionista Salvador Angón, que además es abogado y presidente del CD Santa Eugenia, lee el escrito presentado con fecha 3 de marzo de 2016 en el que se llama a declarar a los 13 encausados por el conocido como “caso de los cables cortados”. Al fondo, los también accionistas Julián Huerta y Ángel Prieto. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Martín Presa y Luis Yáñez cambiaron el gesto de su cara, y pidieron a la abogada del Club, Gema Barrasa, que explicara si era cierto que el Rayo aún seguía con la denuncia contra estos aficionados. Según la abogada, el abogado de los denunciados pidió el sobreseimiento de la causa, pero según el documento presentado por los denunciados el Club solicitaba la realización de diligencias complementarias solicitando la declaración de los 13 imputados.

El presidente rayista se mostró visiblemente contrariado por la revelación y varios de los encausados se enzarzaron en una fuerte discusión con la abogada del Club. Uno de ellos, que se mostró indignado, se dirigió a la directiva en estos términos: “Nosotros qué cojones vamos a ser responsables de lo de los cables. Nosotros somos trece mierdas que habéis buscado de cabeza de turco, que nos hemos comido cuatro noches de calabozo sin haber hecho nada, como demostró la Policía, que no tienen nada porque no hemos hecho nada. Había inculpada hasta gente que llevaba seis años fuera de España. ¿Y a esa gente les vais a llamar ahora por el corte de cables? Lo que tenéis es la cara muy dura y además sois muy torpes haciéndonos declarar otra vez por lo de los cables. Nosotros somos los primeros que queremos que se investigue quién cortó los cables, pero no que nos llamen a declarar por algo que ha quedado demostrado que no hicimos”.

Viendo el cariz que estaba tomando la discusión, educada pero con los decibelios sobreelevados, Martín Presa decidió cortar por lo sano la “discusión de amigos” (se demostró que el nombre estaba mal elegido) y pidió explicaciones a su propia abogada solicitando que adoptara las medidas oportunas para que la denuncia se resolviera a la mayor brevedad posible.

Tras el acaloramiento final, la reunión se dio por concluida. La rejunta no sirvió para acercar posturas, pero sí para demostrar que el Rayo, con sus defectos y sus virtudes, es un Club diferente. Y en cierta medida, debemos alegrarnos.

(*) En la imagen que abre esta información, antes de iniciarse la Junta de Accionistas, se debatió la posibilidad de que aficionados no accionistas pudieran permanecer en la sala en calidad de oyentes, pero la petición fue denegada. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

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