31 Enero 2015

Libertad de “opresión”

Publicado en Deportes

Rayolandia | Rayo Vallecano 1 – Deportivo La Coruña 2

Antonio Luquero | Vallecasweb
Dicen que el fútbol es un espectáculo para todos los públicos, en el que cualquiera se puede expresar libremente. A lo mejor dicen bien, pero deberían añadir “para todos los públicos dispuestos a sufrir o a ser humillados y oprimidos”. El público en Vallecas es un compendio de las dos cosas: sufre en lo deportivo y se le humilla como espectador que paga por acudir a un partido de fútbol. Con tamañas premisas, hasta resulta reconfortante saber que 10.724 “desinformados” tuvieron el atrevimiento de presenciar un Rayo-Depor en una desapacible noche de fútbol.

A las puertas de Vallecas había gente que se preguntaba por qué “regalaban” una “bolsa de basura” de color naranja para entrar al estadio. Como las normas cambian tan a menudo, a lo mejor ahora nos obligan a barrer el estadio y llevarnos las cáscaras de pipa a casa…

Ver cómo algunos se introducían la bolsa por la cabeza y sacaban sus bracitos por los lados terminaba descolocando a los no habituales, que no sabían qué hacer con ella. Y explicar “el tema” deprisa y corriendo resultaba un poco desconcertante para los totalmente desinformados. A mí me tocó hacerlo con un periodista brasileño, que seguía el partido desde la zona de Prensa enfundado, miméticamente, en su bolsita de color naranja: “¿Por qué esto?”, me decía, pensando seguramente que se trataba de un protector para la lluvia diseñado por una afición muy previsora.

Ya dentro del Estadio, uno no puede parar de pensar en el absurdo en que se está convirtiendo el fútbol, por culpa sin duda de las televisiones y la Liga de Fútbol Profesional (esa Liga de Fútbol “Perjudicial” que tan bien define Koldo Reskoldo con sus ácidas “informaciones” en Vallecasway!).

Aficionados del Rayo Vallecano hacinados al intentar acceder a su localidad por la puerta número 1. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Aficionados del Rayo Vallecano hacinados al intentar acceder a su localidad por la puerta número 1. Esto no es "agredir" los derechos del espectador, claro.... (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Raúl Martín Presa y el hijo de Wilfred apremiados porque el partido tiene que comenzar. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Raúl Martín Presa y el hijo de Wilfred se apresuran a depositar el ramo de flores porque el partido tiene que comenzar. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Socios de la Peña Rayista Bus Uno dejaron, en nombre de toda la afición, un ramo de flores en el otro poste de la portería que durante 6 años defendió Wilfred Agbonavbare. A su vez, Bukaneros exhibieron una pancarta en memoria del portero nigeriano. (© Foto: PRBU / Vallecasweb.com)Socios de la Peña Rayista Bus Uno dejaron, en nombre de toda la afición, un ramo de flores en el otro poste de la portería que durante 6 años defendió Wilfred Agbonavbare. A su vez, Bukaneros exhibieron una pancarta en memoria del portero nigeriano. (© Foto: PRBU / Vallecasweb.com)

Los jugadores de la primera plantilla también mostraron una pancarta en recuerdo del que fuera guardameta del Rayo Vallecano. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Los jugadores de la primera plantilla también mostraron una pancarta en recuerdo del que fuera guardameta del Rayo Vallecano. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

De una parte, nos encontramos con Raúl Martín Presa, que baja al césped sabiendo que se va a hacer un homenaje al tristemente fallecido Wilfred, pero que pegado al teléfono no puede hacer nada sin consultarlo todo con el delegado de la Liga, con las televisiones, con la Torre UCO —ese compendio de seguridad que si sitúa bajo el marcador electrónico— y hasta si me apuran con la bruja Lola, esa que adivina el futuro (tan mal, por cierto).

Depender de tanta gente que no eres tú mismo, tener que sincronizar todo tan al milímetro, al segundo, al milisegundo, estar vendido tan permanentemente al diablo de las televisiones y a los arbitrios de la LFP (la “Perjudicial”, no lo olviden), es una vergüenza tal que al aficionado al fútbol le perjudica por activa y por pasiva. Hemos pasado del sentimiento y la expresión de las emociones, al ordeno y mando, al haces esto y al no puedes hacer lo otro, porque para todo el Rayo Vallecano tiene que pedir permiso. Como el resto de clubes, imagino…

Aparecidos los hijos de Wilfred sobre el césped como por arte de birlibirloque, se inició una carrera desenfrenada en la que Martín Presa era el que más corría con el ramo de flores en la mano, en dirección a la esquina de la portería donde se haría el homenaje al malogrado guardameta. Un homenaje a la carrera y —ya les digo yo, porque estuve en medio del “ajo”— dictado desde el “pinganillo” por alguien a quien Wilfred le importa un carajo, la afición del Rayo menos, y los sentimientos de unos y de otros menos aún. El partido tenía que empezar a su hora, y punto.

El batiburrillo de cámaras, fotógrafos, cables por el suelo y periodistas yendo y viniendo, dejó fuera de los focos el otro homenaje, el más sentido, el que los aficionados al fútbol y al Rayo Vallecano dedicaron a Wilfred Agbonavbare en el poste opuesto de la misma portería. Allí, tras pasar los correspondientes controles de seguridad, y después de pedir permiso a la Liga de Fútbol Profesional —salvo para hacer pis, que todo se andará, en esta vida hay que pedir permiso a la LFP para todo— dos aficionados, Rocío Gallo y Javier Ferrero, ambos miembros de la Peña Rayista Bus Uno pero en aquel momento representantes de todos los aficionados rayistas, depositaban otro anónimo y sentido ramo de flores. Pero casi nadie se enteró, porque el barullo estaba en otra parte…

Tras el alboroto del homenaje a Wilfred, que por respeto al fallecido debió contar con mayor sensibilidad y reposo por parte de aquellos que manejan el fútbol y sus dineros, se dio el pitido inicial a un partido del que no quedan ni ganas de hablar.

Aunque comenzó el Rayo disponiendo de una buena ocasión con un disparo cruzado de Leo Baptistao que Fabricio tuvo que despejar a córner, en el minuto 10 el Depor se adelantaba en el marcador tras una falta lanzada por Cavaleiro que Toño despejaba y Celso Borges sólo tenía que empujar. Con el 0-1 en el marcador, el Rayo volvía a remar contracorriente y así lo haría durante todo el partido.

Los jugadores del Depor celebran el 0-1 conseguido por Celso Borges. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Los jugadores del Depor celebran el 0-1 conseguido por Celso Borges. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Kakuta, de nuevo el jugador más desequilibrante del Rayo Vallecano, se va de la marca de José Rodríguez. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Kakuta, de nuevo el jugador más desequilibrante del Rayo Vallecano, se va de la marca de José Rodríguez. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Leo Baptistao, recién salido de una lesión, no pudo escaparse de esta maraña de defensores gallegos. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Leo Baptistao, recién salido de una lesión, no pudo escaparse de esta maraña de defensores gallegos. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Baena celebra el gol de falta directa conseguido por Kakuta, sin percatarse de que el asistente “número 2” lo anula banderín en alto. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Baena celebra el gol conseguido por Kakuta de falta directa, sin percatarse de que el asistente “número 2” lo anula con su banderín en alto. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)


En la grada, vestida de naranja en “homenaje” a los presos de Guantánamo y a la persecución que está sufriendo por parte de las autoridades deportivas y no deportivas, el gol sólo sirvió para acrecentar la sensación de frialdad. Sin apenas pancartas —vamos, seamos claros: sin pancartas— y con los cánticos de ánimo reducidos a la mínima expresión —que es lo mismo que decir: sin cánticos—, el Rayo naufragaba a la deriva de un juego soso y poco vistoso.

Sólo en el minuto 24 cambió el decorado cuando desde el fondo se acabó la “tregua” y atronó el “¡A las armas!”, mientras volvían a ondear esas banderas grandes de largos mástiles, tan peligrosas, que fueron prohibidas en el Estadio Vicente Calderón la semana anterior. Sin embargo, los monos de color naranja y la enorme pancarta negra de Bukaneros “codificada” —desaparecieron las letras, aunque la distribución de colores permitía “leer” con nitidez su contenido—, delataban que el ambiente de Vallecas está siendo reprimido sin causa real ni legal. En el ´21 Bueno ponía el empate a uno pero lo visto sobre el terreno de juego no dejaba buenas sensaciones a los aficionados del Rayo Vallecano.

Cavaleiro dio el primer aviso en la segunda mitad con un disparo al travesaño. Ni el gol anulado a Kakuta ni la inmejorable ocasión perdida por Bueno ante el portero servirían para poner por delante al Rayo en el marcador, así pues el Depor sólo tuvo que esperar a que llegara su momento, y éste lo haría en forma de penalti de Alboulayé Ba sobre Sidnei, que Celso Borges transformaría en el 1-2 definitivo.

La afición del Rayo mostró su frustración protestándole al árbitro… y algo más. Un aficionado al fútbol —y al tabaco— terminó lanzando un mechero contra el asistente Manuel Aboy Rivas (del colegio de Las Palmas) sin impactarle. Este asistente fue el mismo que anuló un gol de falta directa lanzada por Kakuta. El colegiado recogió el incidente en el acta arbitral, indicando que “en el minuto 55 de partido mi asistente número 2 me informó de que se produjo el lanzamiento al terreno de juego de un mechero hacia su persona, pasando cerca de él pero sin impactarle”. Bien redactado por parte del señor colegiado, pero llamar a un compañero “el asistente número 2” es como hablar, en cierta medida, del “preso número 9”. Que los asistentes tienen nombre, señor “árbitro principal”…

A la postre, el lanzamiento del mechero demostrará dos cosas. La primera que es más fácil tirar un mechero al terreno de juego, que un bombo de un metro de diámetro —por lo que habría que prohibir entrar con tabaco a los estadios, en lugar de con un tambor—, y la segunda es que sancionarán al Club y al resto de aficionados en general porque en esto del fútbol, la culpa es de todos, y en el Rayo, aún más. ¡Ay, si hiciéramos lo mismo con los dirigentes del fútbol y los metiéramos una temporadita en la “nevera”!

(*) En la imagen que abre esta información, aficionados del Rayo Vallecano protestan por las exageradas medidas de control a las que son sometidos, ataviados al más puro estilo Guantánamo. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

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Comentarios (1)

  • Raúl No sé Qué

    Raúl No sé Qué

    01 Febrero 2015 a las 20:43 |
    Y lo que nos queda por aguantar.