Antonio Luquero | Vallecasweb
Este domingo subió a Primera División un hombre del que no conozco su nombre. Se quedó ahí, petrificado, sobre el césped del área grande de la portería del fondo de Bukaneros, con su bufanda y camiseta del Rayo y una lágrima que surcaba su mejilla, mientras a escasos diez metros cientos de aficionados se hacían fotos con los jugadores en una azarosa vuelta al ruedo en torno a la hierba de Vallecas.

Este aficionado del Rayo Vallecano, a quien no osé preguntar su nombre y mucho menos fotografiarle en su momento de intimidad compartida, estuvo así varios minutos, sin atreverse a acercarse al jolgorio de los jugadores muy posiblemente por temor a ser reprendido, con la mirada perdida y lágrimas en los ojos.

El ascenso de este aficionado del que jamás olvidaré su cara representa el de otros miles de seguidores del Club de la franja en todo el Mundo, que en público o en privado han disfrutado de este ascenso como si fuera el mejor momento de su vida.

Este domingo en Vallecas he visto llorar a periodistas curtidos en mil batallas, a hombres y mujeres de los que sí conozco sus nombres y apellidos, a niños que quieren al Rayo Vallecano igual que se quiere a un familiar. El ascenso del Rayo ha supuesto un shock emocional para quienes no están acostumbrados a ganar, ni en lo deportivo ni en lo personal. Un subidón de adrenalina y felicidad difíciles de superar.

Que haya sido Míchel, el niño de Palomeras, quien ha estado pilotando este barco rumbo a Primera División le da un plus de autenticidad que difícilmente se podría conseguir de otra manera, con una plantilla plagada de jugadores de fuera en un barrio-ciudad de 'tan sólo' 328.000 habitantes. Ni un jugador nacido o residente en Vallecas que fuera del Rayo desde pequeñito ha podido vivir el ascenso del equipo porque ninguno hubo en la plantilla, pese a contar con una cantera súper laureada y reconocidísima a nivel nacional.

En vistoso corteo desde la Fuente de la Asamblea hasta la calle del Payaso Fofó fue el preludio de la fiesta que estaba por venir. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

La llegada del autobús del Rayo Vallecano estuvo acompañada por un dispositivo 'especial' de policia. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

La ausencia de autoridades en el palco de Vallecas estuvo compensada con la presencia del concejal de Vallecas, Francisco Pérez Ramos. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Álex Moreno tocó la gloria con el gol que daba el ascenso del Rayo a Primera División. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

El futbolista del Rayo intenta salir vivo de la “montaña” de jugadores que le aplastaron tras la consecución del gol. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Una afición como la del Rayo Vallecano se merecía una alegría tan grande como ésta. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

El utillero Isi celebra con Armenteros el ascenso de categoría dando la vuelta al terreno de juego. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Impecable el comportamiento de la afición del Rayo Vallecano, que no paró de animar durante todo el partido y convirtió Vallecas en una verdadera fiesta. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Míchel compartió con las jugadoras y jugadores de la cantera este momento inolvidable y cantó con ellos “La Vida Pirata”. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Al Rayo Vallecano lo han subido a Primera División sus jugadores, el equipo técnico, pero también sus gentes. Aquellos aficionados que apenas desfallecen ante la falta de empatía del fútbol de los mercaderes. Los mismos que montaron un corteo histórico desde la Fuente de la Asamblea hasta el Estadio de Vallecas minutos antes de que el autocar del equipo hiciera su aparición en la calle del Payaso Fofó. Los mismos seguidores que pedían al resto de aficionados que no se saltara al terreno de juego para que los actos de celebración del ascenso mantuvieran un mínimo de vistosidad.

El retorno del Rayo Vallecano a Primera División supone también un valor añadido para Vallecas, el distrito que a la vez es Puente y es Villa. El mismo en el que vallecano es no sólo quien aquí ha nacido, sino quien ha decidido serlo aún viniendo o viviendo en otro lugar. De Vallecas se es porque sí o porque se quiere ser.

En Vallecas se desató la locura con el pitido final porque no podía ser de otra manera. La afición vallecana se desmadró porque algo así hay que celebrarlo y lo hizo con la cordura y la alegría de quien sabe dónde está el límite. Los rayistas se echaron al terreno de juego con humildad y respeto porque hubo personal de seguridad que abrió las puertas para que así se hiciera, y porque es tan difícil sentirse del Rayo en la soledad del fútbol actual que el sólo hecho de poder pisar el césped produce una satisfacción personal difícil de igualar.

El horario de inicio del partido y su tardía hora de finalización en nada ayudaron a dar luz a una celebración frente a la Asamblea de Madrid no apta para niños menores en edad escolar. La oscuridad con que los jugadores dieron la vuelta a la Fuente de la Asamblea contrasta con la luz de las bengalas que los rayistas mostraron al viento, en una petición de más visibilidad, más simpatía y más empatía para con los aficionados en las temporadas venideras.

Que el Rayo Vallecano suba a Primera División significa que el Club se verá regado, como por arte de magia, por una lluvia de millones de euros que podrán permitirle fichar más y mejor, renovar su envejecida estructura y crecer más allá del número de abonados y aficionados actuales. Los dirigentes del Rayo Vallecano tienen otra oportunidad de oro para afianzar el Club, mejorarlo y hacerlo más grande. Ya saben que no están solos. Les acompaña, entre otros, aquel aficionado solitario que, envuelto en sus lágrimas sobre el césped de Vallecas, le cuesta expresar lo que significa para él que el Rayo haya logrado el hecho singular de conseguir que un equipo de barrio esté entre los grandes de la Primera División española.

Sólo pido a los directivos del Rayo Vallecano que no se dejen deslumbrar por esta deseada lluvia de millones, y que se dejen acompañar por esta magnífica afición, sin duda la mejor del Mundo, en este maravilloso viaje que acabamos de comenzar juntos.

(*) En la imagen que abre esta información, Míchel se dirige a los aficionados tras el ascenso conseguido frente al CD Lugo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

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