Antonio Luquero | Vallecasweb
Del ¡”Que te pego leche”! al disfraz de Supermán, el empresario José María Ruiz-Mateos se hizo famoso por sus excentricidades y por sus causas pendientes con la Justicia, aunque en Vallecas se le conoce por haber sido el propietario del Rayo Vallecano durante 20 años. Hoy ha fallecido a los 84 años de edad a causa de una neumonía, dejando esposa y 13 hijos.

José María Ruiz-Mateos nunca dejó indiferente a nadie. Desde la expropiación de Rumasa en febrero de 1983, su aparición en los medios clamando justicia se hizo visible de las maneras más extravagantes. Tan pronto aparecía disfrazado de presidiario, como de enfermo en una ambulancia o vestido de Supermán. Este último disfraz, junto con su conocida frase “¡Que te pego leche”! pronunciada ante el Ministro de Economía Miguel Boyer, al que acusó de ser el artífice de la expropiación de su emporio económico, sirvió de inspiración para la mascota “Rayito”.

“Rayito”, un monigote vestido de Rayista con gorra chulapa y el puño cerrado a punto de pegarte un puñetazo, estuvo presente a tamaño real en las oficinas del Rayo Vallecano durante casi 10 años, hasta que fuera sustituido como mascota por la “Abeja Pica-pica”, símbolo indestructible de la Nueva Rumasa. Sin embargo, su presencia se mantuvo visible en forma de placa en el banquillo local del Estadio de Vallecas hasta épocas recientes, ya con Raúl Martín Presa de presidente Rayista. Lejos de retirarlo, a “Rayito” le pegaron un brochazo de pintura blanca que dejaba entrever aún su pasado lustroso.

No era fácil ver a José María Ruiz-Mateos en las oficinas de Vallecas, y menos aún en el Estadio. Acostumbraba a sentarse en un lugar retirado situado a la derecha del palco en la Tribuna de Preferencia de Arroyo del Olivar. En ocasiones, contadas, bajaba a vestuarios o a la sala de Prensa, y cuando se le preguntaba sobre el futuro del equipo, a menudo rozando los puestos de descenso de categoría, solía abrirse el abrigo y mostrar multitud de imágenes de santos que adornaban sus bolsillos. Rara vez se encomendaba al entrenador o al buen juego de los futbolistas, y acostumbraba a pedirle a la Virgen del Pilar “milagrera y milagrosa que todo lo puede”.

Mª Teresa Rivero y Javier Ruiz-Mateos el 29 de mayo de 2011 anunciando su marcha del Rayo Vallecano. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

José María Ruiz-Mateos compró el Rayo Vallecano en febrero de 1991 cuando el Club se encontraba al borde de la desaparición tras la conocida como guerra de “los Pedros” y la afición, dividida en dos bandos enfrentados, dirimía sus disputas —literalmente— a puñetazos. El 12 de enero de 1994 nombró a su mujer, Mª Teresa Rivero, presidenta del Club, convirtiéndose así en la primera mujer en presidir un equipo de fútbol de Primera División en España.

De Mª Teresa Rivero se hicieron famosas sus “cabezadas” durante los partidos —el fútbol le aburría muchísimo—, sus llegadas tarde a los partidos —porque venía de la peluquería, o de hacer la compra, pero siempre conduciendo su propio coche— y sus gritos e improperios a los árbitros cuando pitaban en contra o dejaban de pitar a favor del Rayo Vallecano. Durante su mandato, el Rayo vivió la época gloriosa de su participación en la Copa de la UEFA en la temporada 2000/2001 tras una magnífica campaña anterior, aunque también mantuvo al Club al borde de la desaparición tras su descenso a Segunda División B en 2004.

La presidenta Rayista mantuvo muy buena relación con los aficionados del Rayo Vallecano, fundamentalmente con las llamadas peñas “tradicionales”, a cuyas cenas aniversario acudió de buen grado durante años hasta que desmotivada por envidias y rencillas entre las mismas, decidió dejar de hacerlo.

Como muestra de agradecimiento hacia Teresa Rivero y tras un controvertido “referéndum”, los abonados decidieron en febrero de 2004 poner al estadio el nombre de la presidenta aunque, tras el anuncio de la retirada de la familia Ruiz-Mateos del Club, un “comando” justiciero decidiera arrancar su nombre de la fachada de la Avenida de la Albufera. ¿Qué había pasado? Pues que meses antes, el 17 de febrero de 2011, Nueva Rumasa entraba en Ley Concursal suspendiendo los pagos de 10 de sus empresas, entre ellas el Rayo Vallecano. Los Ruiz-Mateos formalizaban la venta del Rayo Vallecano al actual propietario, Raúl Martín Presa, en mayo de 2011.

En la actualidad, el nombre de la expresidenta se mantiene de manera oficial en numerosos documentos y señalización pública en Vallecas, pese a que Teresa Rivero dejó de ser presidenta hace más de tres años y la instalación muestra de manera discreta el nombre de Campo de Fútbol de Vallecas.

(*) En la imagen que abre esta información: “Rayito” en el banquillo de Vallecas. La violenta mascota del Rayo Vallecano estaría hoy en la cárcel si se aplicara estrictamente la “Ley Tebas”. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

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