Antonio Luquero | Vallecasweb
Cuando a principios de febrero el Rayo se sumía en lo más profundo de la clasificación general, pocos podían pensar que diez jornadas después los de Jémez estarían acariciando la salvación tras un último tercio de Liga de escándalo. Los de Vallecas han pasado de estar a 5 puntos de la salvación, a mirar con cierta comodidad hacia los puestos de abajo.

Los números cantan, y sorprenden cuando se analizan a dos meses vista. Cuando en la Liga se llevaban disputados 22 partidos, el Rayo era penúltimo en la clasificación, con 17 puntos en su casillero, 5 partidos ganados, 21 goles a favor y 51 en contra. Diez jornadas después y tras la victoria frente al Celta de Vigo, el Rayo ha más que duplicado su número de puntos (de 17 ha pasado a tener 36) y de partidos ganados (de 5 a 11).

Destaca sobre todo que en tan sólo diez partidos, aquellos 21 goles a favor se han convertido en 37 y los 51 en contra han aumentado “sólo” a 68. Es decir, en las primeras 22 jornadas el Rayo encajaba una media de 2´3 goles por encuentro, y en las últimas 10 únicamente 17 (1´7 goles por partido), incluso contando con la “inevitable” goleada en el Santiago Bernabéu. A nivel ofensivo, en las primeras 22 jornadas de Liga el Rayo tenía una paupérrima media de 0´95 goles por partido, y en los últimos diez ha marcado una media de 1,6.

Pero no sólo los datos cantan, también las sensaciones. El Rayo ha pasado de la candidez defensiva a la solidad del bloque Zé Castro-Gálvez. De la nulidad rematadora a los veinte goles de Bueno y Larrivey. El Rayo no sólo se ha hecho fuerte en defensa, donde flaqueaba gravemente, sino también en ataque y fundamentalmente en casa; en su feudo ha vencido en los últimos 4 encuentros disputados.

Jémez siempre dijo que la clave de la permanencia estaba en Vallecas y aquí se perdieron 8 partidos (24 puntos) en la fase más “negra” de la Liga. Ahora, el Rayo ha encontrado el camino y no sólo en defensa, también en ataque. Bueno se ha convertido en el máximo goleador del Rayo Vallecano con 11 tantos, los dos últimos frente a un Celta de Vigo que padeció una efectividad rayista inusitada: tres de tres.

Tras la derrota frente al Sevilla mucho ha cambiado el equipo. Pero que nadie se lleve a engaño: parte de la mejora en la media goleadora que el Rayo está exhibiendo desde hace un par de meses tiene su origen en la grada. El público de Vallecas es tan bueno como Bueno, y es capaz de meter dos goles… o más. Que los que están abajo jugando la pelota, y los que están en el palco disfrutando de la remontada, no lo olviden. Vallecas es mucho más que once futbolistas corriendo detrás de un balón.

(*) En la imagen que abre esta información, Bueno celebra con un brinco el primero de sus goles frente al Celta en la última jornada de Liga. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

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