19 Mayo 2014

Un escalofrío heló a la afición del Getafe

Publicado en Deportes

Rayolandia: Rayo Vallecano 1 – Getafe CF 2

Antonio Luquero | Vallecasweb
El fútbol es paradójico. Tanto, que puede llegar a suceder que quienes se lo juegan todo parece que no se juegan nada, como demostró a ratos el Getafe en un encuentro en el que le iba la vida, y que quienes lo tienen ya todo hecho lleguen prácticamente a las manos por no dar el máximo en un partido absolutamente intrascendente.


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Los Rayo – Getafe no dejan de ser partidos entre vecinos con escasa tradición “revanchística”. Podrían ser choques de guante blanco entre dos equipos con aficiones modestas que —si miramos en el pasado remoto— se deben mucho. Sin embargo la memoria es muy larga cuando la falta de respeto ofende, y la afición del Rayo no olvida comportamientos pasados de una afición azulona que se mofó de la vallecana en tiempos aún no muy lejanos, concretamente en un enfrentamiento en Segunda División disputado el 9 de mayo de 2004 con un Rayo que se iba inexorablemente a Segunda B. 
Pongan este ingrediente como caldo de cultivo, y ya no hará falta ni echar fideos: la sopa estará servida, por no decir “hervida”.

El Rayo – Getafe de ayer fue un partido de alto riesgo, y lo será más a partir de ahora. Sobre el terreno de juego los de Jémez no se jugaban nada, excepto la mal llamada “honrilla”, mientras que los de Cosmin Contra traían a Vallecas, en su maletín, varias papeletas para la tómbola del descenso aunque, eso sí, con escasas posibilidades de que les tocara el “premio”.

Héroe y villano a partes iguales. Trashorras fue protagonista del gol del empate y de la discusión dentro del vestuario. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Héroe y villano a partes iguales. Trashorras fue protagonista del gol del empate y de la discusión dentro del vestuario. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Julio César tuvo que emplearse a fondo en los últimos minutos para evitar un segundo gol del Rayo Vallecano. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Julio César tuvo que emplearse a fondo en los últimos minutos para evitar un segundo gol del Rayo Vallecano. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Larrivey discute con Valera en uno de los múltiples encontronazos del partido. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)Larrivey discute con Valera en uno de los múltiples encontronazos entre jugadores. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

La afición rayista exigió al máximo a su equipo y algunos de sus jugadores entendieron que había que ir a por la victoria. Los hinchas de la franja roja no entienden de brazos caídos ni de partidos que hay que dejar pasar, sobre todo porque en ningún punto del abono anual se especifica que el equipo deba tirar la toalla cuando los objetivos estén conseguidos. El Getafe entendió esta actitud como una afrenta y la chispa sólo necesitó de un par de acciones para encenderse.

Ciprián adelantaba a los azulones en el ´42 con un derechazo que tocó en el pie de Baena, que desviaría lo justo para despistar a Rubén. Alberto Bueno a punto estuvo de poner el empate con un globo desde el centro del campo que obligó a Julio César a recular y despejar in extremis pegando con sus costillas contra el poste izquierdo de su portería.

En la reanudación el Rayo salió más enchufado. Tal vez en ello tuvo que ver el rifirrafe entre Cobeño y Trashorras durante el descanso, en el que el primero recriminó al segundo falta de actitud en el encuentro, lo que obligó a Paco Jémez a separarlos, según desvelaron nuestros compañeros de Rayo Herald. El asunto es que Trashorras pudo desquitarse metiendo un gol de falta directa en el ´67 mientras mandaba un “recadito” al banquillo en forma de “receta escrita” para que alguien tomara nota.

Los resultados simultáneos que se iban dando en otros estadios indicaban que si el Getafe perdía, se iba a Segunda. Por ese motivo, la sangre de los visitantes se heló en Vallecas cuando Bueno conseguía un segundo gol, anulado por fuera de juego, o tras un remate de Baena en el ´90 que Julio César despejaba de paradón. De haber subido alguna de estas jugadas al marcador, el Getafe habría descendido a Segunda División.

Pero todo se solucionó para el Getafe inmediatamente después. Rubén derribaba a Sammir dentro del área y el penalti era transformado por Ciprián, certificando la victoria y la permanencia azulona en Primera División. El Rayo, por su parte, se iba al vestuario con los deberes hechos hace ya tres jornadas, y la sensación de haber sido partícipe, un año más, del milagro que supone tener al Rayo Vallecano en Primera División.

(*) En la imagen que abre esta información, Perea lucha un balón con Lacen. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

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