Antonio Luquero | Vallecasweb
La Biblioteca Pública de Vallecas ha acogido una conferencia del poeta Carlos Álvarez con motivo del Día Mundial de la Poesía. El poeta gaditano leyó poemas de su antología poética “Tercera mitad” y rememoró momentos importantes de su vida como su ingreso en prisión en la época de la dictadura franquista.

La vida no ha sido fácil para Carlos Álvarez Cruz (Jerez de la Frontera, Cádiz, 27 de diciembre de 1933). Su poesía de carácter realista y denuncia social marcada por su vivencias personales no esconde, sin embargo, un carácter amable y divertido que convierte en positivas algunas situaciones que a cualquiera nos parecerían dramáticas.

Antes de comenzar a recitar algunos de sus poemas, el autor gaditano se excusó ante el público por su mala voz, debido a que “he estado bastante enfermo por un problema con el sodio y me ha venido una depresión de campeonato con fallos en la memoria, por lo que me da algo de miedo a hablar en público”. Sin embargo, y pese a estos malos augurios, el poeta cumplió sobradamente las expectativas creadas y no sólo se metió en el bolsillo a los asistentes con su poesía directa y clara, sino con un rosario de anécdotas bien documentadas que demuestran que aún posee una memoria a ‘prueba de sodio’.

El poeta comenzó a escribir poesía en el año 1960 “a raíz de la impresión que me causó la lectura del libro ‘Belleza cruel’, de Ángela Figuera”, aunque antes había leído mucho a Antonio Machado y a alguno de los poetas de la Generación del 27, Blas de Otero y Gabriel Celaya. A raíz de la lectura de la obra de Figuera, llegó a la conclusión de que “las cosas que uno piensa se pueden escribir y llevar al verso, sobre todo porque si las escribías en prosa te llevaban inmediatamente a la cárcel y el verso disimula un poco más por el tema de las metáforas y demás”.

“La primera vez que me detuvieron en 1958 por repartir octavillas de las ‘Jornadas de Reconciliación Nacional’ organizadas por el Partido Comunista, escribí mentalmente mis primeros sonetos, uno al cocodrilo y otro a la serpiente, en la Dirección General de Seguridad”. Sin embargo hasta 1959 no escribió su primer poema ‘Salutación a Kopach’ con motivo de su visita a Viena para asistir al Festival Mundial de la Juventud, al que se marchó haciendo autoestop.

“Siempre he trabajado en oficinas y en temas relacionados con la publicidad. La primera vez que me detuvieron yo estaba trabajando en el Banco Hispano Americano, que me expulsó por ‘ausencia injustificada’, lo que me permitió a la muerte de Franco pedirles una indemnización por despido improcedente. Reconozco que si me hubieran readmitido me habrían hecho polvo… Con el dinero que me pagaron me fui a ponerle una corona de flores a la tumba de Carlos Marx, en Londres, en nombre del Banco Hispano Americano, y otra a William Shakespeare, que también está enterrado allí”, confesó entre las risas del público.

Momentos antes del inicio de la conferencia, Carlos Álvarez se funde en un intenso abrazo con su amigo Alberto Collado, un vecino de Vallecas con el que compartió prisión durante la dictadura. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

El poeta fue presentado por Antonio Rómar, responsable del Club de Lectura de la Biblioteca Pública de Vallecas. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

El hecho de haber trabajado durante años en una oficina le permitió seguir escribiendo poemas “en los numerosos ratos libres que tenía, porque para escribir una novela habría necesitado hacerlo en casa. La poesía te permite escribir en momentos libres”. Recopilados esos primeros poemas, publicó su primer libro 'Poemas de la tierra prohibida'.

Para su desgracia, el libro lo encontraron en un registro que hicieron en casa de su amigo, el poeta Julián Marcos, y le detuvieron por esos poemas y “por recoger firmas para un congreso clandestino que se iba a realizar en París. También me pusieron una multa que fue mi primer premio literario, dotado con 10.000 pesetas”.

Con un innegable sentido del humor, tuvo un ‘reconocimiento’ para la dictadura por haberle metido en prisión: “Franco me hizo el gran favor de irme reuniendo en 'determinados establecimientos' con algunas personas magníficas para que yo las conociera, y siempre le estaré agradecido. Era impensable encontrarse con tal cantidad de poetas y escritores de ese nivel fuera de allí”.

El poeta desgranó a continuación una selección de sus poemas y mantuvo posteriormente una animada charla con el público asistente, al que desveló la técnica para escribir en la cárcel poemas “de memoria” y poder posteriormente trasladarlos al papel. También desgranó los motivos que le llevaron a ser un poeta muy conocido en Dinamarca, país en el que se organizó una enorme campaña en prensa y televisión con motivo de una de sus detenciones, y cómo logró sacar uno de sus libros desde la cárcel escondido en la base de la escultura de un inocente ciervo hecho artesanalmente en prisión.

Sin embargo, esta y otras muchas anécdotas vamos a dejarlas guardadas en el cajón de las emociones, porque Carlos Álvarez volverá muy pronto a Vallecas, donde será homenajeado con motivo de la XVII Edición de Vallecas Calle del Libro y a buen seguro todos ustedes tendrán ocasión de charlar con él, como lo hicimos nosotros, y disfrutar de su poesía, sabiduría y excelente sentido del humor. Les mantendremos informados...

(*) En la imagen que abre esta información, Carlos Álvarez volverá muy pronto a Vallecas para ser homenajeado en la XVII Vallecas Calle del Libro. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

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