Antonio Luquero | Vallecasweb
Ubicado en pleno Casco Histórico de Villa de Vallecas, hace años atravesado por el arroyo de la Gavia del cual brotaba una fuente de agua cristalina, y conocido por los más mayores del lugar por su antiguo nombre de Avenida de la Arboleda, se yergue en pleno corazón de Vallecas el Paseo de Federico García Lorca. Un lugar de encuentros, paseos y compras que el Ayuntamiento de Madrid debería tener “como los chorros del oro” pero cuyo mantenimiento deja mucho que desear.

El Paseo de Federico García Lorca es el centro neurálgico de la Villa de Vallecas. En sus 371 metros de longitud uno puede encontrar paradas de autobús, una boca de Metro, dos fuentes procedentes de una de las incontables (y a menudo innecesarias) remodelaciones de la Puerta del Sol, un colegio señero, un centro de mayores, la Junta Municipal del distrito, el monumento a uno de nuestros mejores poetas, tiendas de ropa, zapaterías, ferreterías, establecimientos de revelado de fotografías, bancos, bares y gente, mucha gente.

Porque en Vallecas —conviene recordárselo a los políticos del Ayuntamiento de Madrid— vive gente, y mucha. Personas con los mismos derechos que cualquier ciudadano residente en los llamados barrios del “centro” de la ciudad de Madrid a quienes los de Vallecas estiman que se presta más atención.



Llegar al Paseo de Federico García Lorca y sacar de la mochila la cámara de fotos para dejar constancia gráfica de los desperfectos que allí se encuentran es toda una experiencia que les recomiendo, por lo gratificante. Es habitual que un vecino, o vecina, se acerque para preguntarte qué haces o incluso te comenta, directamente, que “está todo hecho un asco” y que lo denuncies.

Es el caso de Primitivo, un vecino de 95 años con el que charlo durante casi una hora. Me cuenta que él, siendo de Puente (de la zona de Peña Prieta), se vino a vivir al Pueblo de Vallecas tras enamorarse “de una chavala de Entrevías”. Primi, como le conocen los vecinos, fue minero en Bélgica y llegó a vender caramelos en el famoso cine Gimeno de la Avenida de la Albufera allá por los años cuarenta del siglo pasado. A él, como a otros tantos con los que me cruzo, le molesta y mucho el estado de conservación que tiene Vallecas en general y el Paseo de Federico García Lorca en particular, pero hay algo que le ofende muchísimo: “Hay gente, sobre todo chavales, que se suben a jugar a la estatua de Federico García Lorca y me parece una absoluta falta de respeto. Pero no les digas nada, porque se te encaran. No sé cómo la Policía Municipal no hace nada y vigila un poco más todo esto”. ¿Se imaginan una situación similar con “chavales” haciendo alpinismo sobre la estatua de El Oso y el Madroño en la Puerta del Sol sin que la policía actúe de inmediato?

Hablando de osos; a diferencia del naturalista que se acerca al monte para fotografiar un oso pardo y que necesita de suerte para toparse con el plantígrado, encontrarse en Vallecas con un desperfecto en la vía pública es de lo más sencillo. Incluso diría que lo difícil sería no encontrarse con ninguno en un radio de 5 metros a la redonda.

Les recuerdo que estamos en el Paseo de Federico García Lorca, un sitio de los llamados “top” por no decir el más espectacular y bonito de todo Vallecas (incluidos el Puente y el Pueblo de Vallecas). Un lugar que para cualquier vallecano simboliza “su” Plaza Mayor, “su” Puerta del Sol o “su” calle de Alcalá. Recuerden que Vallecas fue una muy noble villa hasta el año 1950 y que nos encontramos en su centro neurálgico.

Tocada y "hundida". Una de tantas… (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

La "fractura" social entre los distritos se ejemplifica perfectamente con sólo mirar al suelo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Otra baldosa "mal avenida" con sus compañeras de paseo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Un grupito de baldosas sueltas, rotas y desniveladas pasando la mañana junto a una rejilla repleta de suciedad. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Más baldosas rotas al lado de una rejilla atascada que expulsa agua sucia hacia el Paseo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Unos jóvenes practicando 'parkour' en el monumento a Federico García Lorca. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Protecciones de corcho para mantener el nivel... o el desnivel. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Homenaje al árbol caído. Caído desde hace años, claro. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Arte en el Paseo: "Alcorque en descomposición", exposición permanente de autor anónimo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Manteniendo el “desnivel”. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

"A la espera de que alguien lo deje plantado", cuadro vanguardista en busca de autor. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Por lo tanto, y volviéndo al tema que nos ocupa: si cualquier vallecano considera el Paseo de Federico García Lorca como un lugar emblemático que merece de una atención especial (o muy especial) ¿por qué el Ayuntamiento de Madrid y su “sucursal” en forma de Junta Municipal no lo consideran así? Todo ello, sin olvidar que cualquier calle de Vallecas —tanto de Puente como de Villa— merece un mantenimiento acorde a lo que los vecinos esperan porque para ello pagan impuestos.

Les parecerá increíble, pero en el Paseo de Federico García Lorca —nuestra “Puerta del Sol” de Vallecas— faltan árboles. Algunos desde hace décadas. También encontramos ejemplares mal talados cuyo tocón lleva ahí, muerto, desde tiempo inmemorial sin que a ningún político —los de ahora, los de antes, y los de antes de los de antes— se le haya puesto la cara colorada de vergüenza ante esta eterna muestra de dejadez y desidia.

Y baldosas, muchas baldosas rotas y partidas. Un buen número de ellas carece de una de sus partes y otras están levantadas buscando algún zapato con el que tropezar.

Si hablamos de las alcantarillas y los registros de servicios el asunto roza el esperpento. Los hay a distinto nivel, algunos levantados, otros torcidos, otros hundidos, a la caza del incauto tobillo, del esguince, de la caída al suelo con rotura de tibia y peroné y —en el caso de las personas mayores— de la cadera.

Las señales indicativas y las farolas tampoco se escapan ante la falta de cuidado y respeto a los vecinos. La mayoría luce pintadas o pegatinas que nadie limpió jamás. Incluso —lo que es ya el colmo— los carteles que señalan dónde está la comisaría de Policía Municipal y la sede de la propia Junta Municipal muestran un estado lamentable, por no decir bochornoso. Y hablando del edificio de la Junta Municipal: su escalera exterior central muestra restos de carteles y pegamento que nadie se ha molestado en hacer desaparecer. Total ¿para qué?, parece que su única preocupación es que esté limpio y reluciente el edificio del Ayuntamiento de Madrid en la Plaza de Cibeles dando igual cómo se encuentre la “sucursal” del “barrio” de Vallecas.

El inspector que dio el visto bueno a esta chapuza debe dormir a gusto todas las noches. El vecino que meta el pie y se tuerza el tobillo ya no lo hará tan bien seguramente. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

La tapa presume de dueño: “Alumbrado público. AYUNTAMIENTO DE MADRID”. ¡Qué pocas luces y qué falta de respeto hacia el contribuyente de Vallecas! (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

El mantenimiento del Paseo de Federico García Lorca y de Vallecas en general es escaso y deficiente. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Una afectada por Filomena; una de tantas… (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Si la escalera de entrada a la Junta Municipal de Villa de Vallecas luce esta falta de lustre, qué vamos a pedir que hagan en el resto del distrito. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Garabatos, pegatinas, restos de celofán enrollado. Ni la policía se libra de tanta dejadez. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Así está la señal que nos debería llevar a la Junta Municipal. La limpieza periódica y en profundidad de los elementos urbanos no está entre las prioridades de la "delegación" en Vallecas del Ayuntamiento de Madrid. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

El Paseo de Federico García Lorca necesita un “lavado de cara” de forma urgente y permanente. Los vecinos pagan sus impuestos para ello. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Tampoco es de recibo que la Junta alegue que hay “vecinos incívicos” que realizan las pintadas o ponen pegatinas en las farolas para evadirse de sus responsabilidades. Su obligación como servicio público que pagamos es pillarlos y multarlos. Y después, los coja o no, su obligación es reponer lo roto, limpiar los desperfectos —hasta dejarlos impolutos, como sucede en ese “centro” de la ciudad de Madrid del que tanto presumen— para mantener Vallecas como se merece. Es decir: cuidado y bonito.

(*) En la imagen que abre esta información, el mantenimiento del Paseo de Federico García Lorca en Villa de Vallecas deja mucho que desear. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

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