Antonio Luquero | Vallecasweb
La afición del Rayo Vallecano sabe de sobra que ir perdiendo en Vallecas por 0-3 frente al Real Madrid entra dentro de lo normal, por presupuesto y plantilla. Y que no es tan habitual que con el partido casi tirado por los locales, un árbitro valiente pite dos penaltis a tu favor (o casi sería mejor decir “contra el Real Madrid) y que, sorprendentemente, los dos se conviertan en gol. Cuando esto sucede, del desánimo a la locura, hay sólo un paso, pero de ahí a la remontaba hay todo un abismo. Los de Jémez se han especializado en transformar penaltis y faltas, pero se han mostrado en pañales cuando de meter gol de jugada elaborada se trata.

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Frente al Real Madrid se intentó, y fruto de ello fueron sendos remates a la madera, uno de Larrivey al travesaño y otro de Bueno al poste izquierdo. El Rayo remató y remató, pero no mató. Es la diferencia entre un equipo hecho a base de talonario, y otro conformado a base de “retales”. Por mucho que nos empeñemos, a los retales siempre les saldrán agujeros, algo que en el fútbol se traduce en una falta de calidad final para determinar si un balón acaba o no dentro de las mallas de la portería rival.

(*) En la imagen que abre esta información, aficionados del Rayo Vallecano celebran con confeti el segundo gol de Viera. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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¿Gol de Diego López?
El portero del Real Madrid tuvo más trabajo de lo esperado tras los dos goles de penalti conseguidos por el Rayo Vallecano. Dos tiros a la madera y varios disparos que le obligaron a emplearse a fondo, hicieron que Diego López pareciera perder los nervios en algunas fases del partido. Incluso, algo inaudito, tuvo que tirar de oficio para perder todo el tiempo posible ante un rival que amenazaba su puerta una vez tras otra.

Diego López, desesperado, “mete gol” contra su propia portería tras encajar el primer penalti tirado por Jonathan Viera. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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Pobres, pero con orgullo
Un choque entre el más grande y el más pequeño de nuestra Liga —hablando en términos económicos— nunca pasa desapercibido para los aficionados del fondo del Estadio de Vallecas. Bukaneros extendieron un “sabroso” mural con un mensaje para gente con entendederas amuebladas: “Somos pobres con orgullo. Con cojones como puños”. El caso es que el lema fue como una premonición, porque tras el mal arranque del partido por parte de los locales con un 0-3 en contra que parecía irremontable, saltaron los "huevos" al campo y se llegó al 2-3. A veces, el fútbol y los cojones, dicho con perdón de la expresión, deben viajar juntos...

Bukaneros exhibieron una monumental pancarta que fue como una premonición. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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¿Qué le asalta a Pepe?
Si uno se llama Képler Laverán Lima Ferreira lo primero que debe hacer es hacérselo mirar. Képler Laverán Lima Ferreira es un nombre demasiado largo para convertirse en futbolista de reputada fama, porque además no cabe en las camisetas que se supone debe vender a cientos de miles a lo largo y ancho de este mundo. Por eso, lo primero que conviene hacer es cambiárselo por uno “super-original” y evidentemente más corto, como por ejemplo: “Pepe”. Pues bien, Pepe, brasileño con influjo portugués estuvo desconocido en Vallecas en el último partido. No repitió las marrullerías que tanto enervaban antaño a la grada de Vallecas, discutió poco con el árbitro y se peleó —eso sí— con su amigo Marcelo cuando con el 2 a 3 la cosa empezaba a ponerse fea. En resumen: Pepe esta vez no fue tan Pepe, sino más bien Don José. ¿Una muestra más de que el Madrid empieza a perder la intensidad de otras épocas?

Mientras los jugadores de Rayo y Madrid se saludan antes de comenzar el partido, Pepe ya estaba pegando brincos por el césped. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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El último chupito
El “toro” del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, volvió a ser letal en Vallecas. Nos guste o no, marca la diferencia en la Liga y también en el Real Madrid. Este año no necesitó meter un gol de tacón entre un enjambre de piernas, porque las facilidades dadas por la blanda defensa del Rayo Vallecano le permitieron anotar gol en los minutos 3 y 4 de la primera y segunda mitad casi sin despeinarse. Más comedido en las celebraciones y mucho menos provocador que en anteriores choques, Cristiano fue menos silbado de lo habitual en Vallecas, por ejemplo mucho menos que a Messi jornadas atrás. ¿Será que Vallecas le está cogiendo “cariño”?

Cristiano bebe un trago antes de meterle el primer gol al Rayo Vallecano (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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Hasta el banquillo se les queda pequeño
Siempre nos ha parecido que al Real Madrid, el Estadio de Vallecas le debe parecer una ridiculez de campo. Dimensiones pequeñas, un fondo sin grada, unas localidades que no se llenan, y ahora… un banquillo en el que no cabe todos. Como se lo cuento. Todos los equipos caben siempre en el banquillo de Vallecas y al Real Madrid se le salen sus futbolistas por los bordes. En la imagen, Marcelo y Jesé permanecen sentados fuera del banquillo porque el resto estaba literalmente atestado. Sin duda, habían cogido mejor sitio Casillas, Morata e Illarramendi. Lo que hay que ver…

Marcelo se lo pasa bomba con Jesé sentados fuera del banquillo del Estadio de Vallecas. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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La primera para Carvajal
El colegiado Alfonso Álvarez Izquierdo no dejó mal sabor de boca en Vallecas. No puede dejarlo quien tiene la valentía de pitar dos penaltis a favor del Rayo, teniendo en frente nada más y nada menos que al Real Madrid. El primero de Pepe sobre Viera fue claro y el segundo de Marcelo sobre Bueno lo fue más. Además de estas acciones, el colegiado mostró una primera amarilla a Carvajal, pero se arrugó en el segundo tiempo cuando debió mostrar la segunda al defensa madridista con la consiguiente expulsión.

Álvarez Izquierdo mostró la primera amarilla a Carvajal, pero no se atrevió a mandarle al vestuario en la segunda mitad. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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Vallecas ya no lava tan blanco
Como viene siendo habitual —y pese a la llegada de un equipo de talonario “grande”— Vallecas tampoco se llenó con la visita del Real Madrid. Con entradas de entre 40 y 70 euros (los abonados del Rayo no tuvieron que pagar) sólo 11.052 espectadores presenciaron el partido. Vox pópuli era el comentario de que habían acudido muchos menos aficionados del Real Madrid que en ocasiones anteriores, también la percepción de que los blancos tienen menos tirón entre residentes extranjeros que el Barça, fundamentalmente entre hinchas de países sudamericanos. Aún así, algunos sí se dejaron ver por la grada y mostraron sus bufandas cuando su equipo logró los 3 goles, lo que provocó más de un conflicto que, afortunadamente, no llegó a mayores.

Un aficionado es increpado por hinchas locales cuando, tras lograr el 0-2, celebró el gol exhibiendo una bufanda del Real Madrid. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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La ventana repleta
Existe en Vallecas un método infalible para testar si un partido es o no es de interés general, y consiste en ver el estado de ocupación de las ventanas y balcones de los edificios colindantes al Estadio. Frente al Valladolid, hace una semana, todas las ventanas permanecieron cerradas. Anoche, frente al Madrid, la práctica totalidad estaban más llenas, atestadas. En un balcón de un edificio contiguo se exhibió una gran bandera del Real Madrid, mientras que no pudimos ver ninguna de aficionados del Rayo Vallecano. Conclusión: mientras el Estadio se vacía de rayistas, los balcones de los alrededores se llenan de madridistas. Y así nos luce el pelo…

En todos los edificios cuyos balcones y ventanas dan al Estadio, sólo pudimos ver a un aficionado con la camiseta del Rayo Vallecano. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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¡Tú tira por ahí, que yo cubro por aquí!
Los dos goles de penalti dieron alas al delantero canario, que tuvo unos minutos de inspiración. Su asociación con el pequeñín Embarba y Saúl trajo en jaque a la defensa del Madrid, que tuvo que pedir ayuda a los delanteros para poder frenar el inusitado furor de las huestes de Paco Jémez. En la imagen, Bale y Arbeloa intentan ponerse de acuerdo en qué hacer ante la llegada de Viera; el resultado de la jugada fue un “sombrero” del delantero canario con un balón que llegó a Embarba, que apareció veloz por detrás de ellos.

La defensa del Real Madrid pasó apuros gracias a la asociación entre Viera y el rapidísimo Embarba. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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Cuando "ruge" la marabunta
Los Rayo – Real Madrid, al igual que los Rayo – Barça, se convierten en un auténtico cocido en el que bullen en la olla periodistas, policías, policías locales, miembros de seguridad del Real Madrid, seguridad del Rayo, y otros equipos de seguridad, además de futbolistas. Cualquiera diría que se celebra en Vallecas una reunión del G20, con los líderes más poderosos del Mundo, pero no. Pocas veces se denigra tanto el trabajo de los profesionales de la comunicación y del público en general como en estos choques. Apelotonados en un especio muy reducido, cámaras de televisión, fotógrafos y reporteros deben soportar entre empujones que los jugadores del Real Madrid dediquen unas palabras a sus aficionados. Nada que ver con cualquier otro partido y nada que ver tampoco para los aficionados, que se topan con parte de los accesos al Estadio cortados para que estos “señoritingos” se encuentren cómodos. Vamos, como si los derechos de los demás no contaran para ellos...

Gálvez, jugador del Rayo Vallecano, pone cara de asombro al comprobar el revuelo formado a la salida de vestuarios. Al fondo, Pepe “hace las delicias” de los reporteros con sus interesantes declaraciones. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb)

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