Eduardo Cornago | Vallecasweb

El Rayo Vallecano volvió a ganar en Vallekanfield, devorando con todas las letras a una más que seria Unión Deportiva a Las Palmas y saliendo airosamente de los puestos de descenso. La victoria, por 2 a 0, fue muy trabajada desde la previa hasta la crónica. “La Vida Pirata” sonó diferente, con aires de épica, porque el equipo sorprendió; fue un vendaval de fútbol ‘caliente’ en pleno invierno. Algo que inesperado viendo nuestro pasado reciente. Señores, prepárense, ¡porque viene el Rayo!

La inauguración el día antes del partido de la Franja Sport Café dio suerte, nunca está de más jamón un poco de jamón del bueno, unos entrantes y la charla animada con buenos amigos, dándole vueltas a la complicada situación del equipo en la tabla clasificatoria. Incluso los jugadores se pasaron por allí después del último entrenamiento, en una visita fugaz en la que se sentaron para la foto y salieron disparados como alma que lleva el diablo. La UD Las Palmas quedaba a la espera.

Durante la presente temporada el Rayo ha estado inmerso en una auténtica montaña rusa. Los resultados no acababan de llegar, el juego no acompañaba y la huelga de animación no ayudaba en nada a un cambio de ciclo. Sin embargo, fue llegar el año nuevo y con él la versión 3.0 del equipo de la franja roja: reseteo del disco duro y a reiniciar el equipo.

Los partidos en Vallecas comienzan a ser una batalla a vida o muerte en la que no se contempla otro resultado que no sea la victoria, con los futbolistas empeñados en alegrar a la grada, y los aficionados dispuestos a dejarse la garganta —y los ‘güebos’ si fuera preciso— por que los tres puntos se queden en Vallecas.

Hasta el ratoncito Miguel, que ahora se sienta en el cielo a la derecha de Félix Rodríguez de la Fuente con su diminuta camiseta franjirroja, empujaba al equipo de Paco Jémez. También lo hacía Carlos Pérez Salazar, presidente de la Peña Rayista de México, que acudía a Vallecas por primera vez y quedaba emocionado por el partido que acababa de presenciar, el ambiente sobre el terreno de juego y el recibimiento que le prestaron cuantos aficionados se acercaron a saludarlo y abrazarlo. Llegado desde la capital, México DF, Carlos se empapó no sólo del ambiente del estadio, sino también de Vallecas. ¡Bienvenido!

Raúl Baena lucha por un balón en presencia del admirado jugador grancanario Juan Carlos Valerón. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Bebé sale ‘disparado’ para celebrar el golazo que acaba de ‘colar’ a Javi Varas. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)


El nuevo revulsivo y el ‘ex-revulsivo’ compartiendo banquillo. Piti se estrenaba como rayista en su celebrado retorno a Vallecas mientras Manucho veía el partido desde el banquillo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Las gradas de Vallecas están repletas de pequeñas y grandes historias dignas de ser contadas. El mexicano Carlos Pérez ha viajado más de 10.000 kilómetros desde la capital México DF para seguir a su equipo, el Rayo Vallecano. Preside la Peña Rayista México y pudo vibrar en directo con la victoria frente a la UD Las Palmas y los cánticos de la grada, cuyo ambiente le pareció espectacular. Estuvo superemocionado durante todo el encuentro, y nosotros con él. Gracias por sentir así al Rayo desde el otro lado del Atlántico. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)

Tras mostrarse algo ‘apagado’ durante la primera vuelta de la Liga, Roberto Trashorras ha despertado del letargo. El gallego no se sabe si sube o su baja, o si va o si viene, pero siempre está ahí, en el lugar adecuado y en el momento oportuno. Sin duda, uno de los mejores ‘fichajes’ de invierno. (© Foto: L. HERRERA / Vallecasweb.com)

Al Rayo le salió todo bien, imposible destacar un aspecto prevaleciendo sobre otros. Increíble pensar que este mismo equipo se arrastraba por los campos de fútbol hace poco más de dos meses. El propio Quique Setién, entrenador del conjunto visitante, declaraba ante los periodistas que el Rayo había jugado con tal intensidad “así es imposible ganarle”. El otro entrenador, el nuestro, estuvo igual de acertado con los cambios que con los “no cambios”, como el previsto de Bebé que decidió retrasar unos minutos lo que permitió al portugués lograr el gol de la tranquilidad.

Por otra parte, se produjo el gran reencuentro de la temporada: Piti volvió a ver cómo rugía Vallecas cuando saltó al terreno de juego en la segunda mitad. Lo de Piti tiene cierta semejanza con las entradas de Manucho en las segundas partes, pero cualquier comparación entre uno y otro revulsivo es pura coincidencia.

Solventados con sobresaliente los duros escollos de Valencia, Celta, Coruña y UD Las Palmas, el siguiente hueso que nos tocará roer será el Sporting de Gijón, la prueba definitiva para corroborar que el Rayo llega con hambre a esta fase crucial de la Liga y que igual se zampa un chuletón, como monda el hueso que lo sustenta. Afortunadamente, justo en el momento crucial, cuando ni estaba ni muchos le esperaban, el Rayo ha llamado a la puerta. Y ojito, porque la Liga está tan apretada por abajo y por el centro de la tabla, que a lo mejor en un par de empujoncitos más comenzamos a cantar aquello de “¡El año que viene Rayo-Liverpoool!”. Aunque sólo sea por pasar el rato…

Este nuevo Rayo tiene ahora varios sitios a los que agarrarse, como la velocidad supersónica de Bebé, la eficacia y empaque de Miku y los ‘cojones’ de Llorente, que dejan pequeños a los del caballo de Espartero. Y como sería injusto quedarse única y exclusivamente con tres futbolistas, añadiremos al pastel la emoción ilusionante de Piti, la sangre fría de Baena, la garra de Pablo Hernández, ese par de manos milagrosas de Juan Carlos y la omnipresencia de Trashorras, que parece estar sin estar estando, pero que se halla subiendo y bajando la escalera todo el partido, como buen gallego que es. En definitiva, el Rayo al más puro estilo Paco Jémez ha vuelto, en su más pura esencia.

Preparémonos para un fin de temporada al estilo Vallecas en el que vamos a sufrir, por supuesto, pero nos vamos a divertir como en pocos campos lo harán. Porque esto es Vallecas, que no lo olvide nadie, y el fútbol es así, como diría aquel.

(*) En la imagen que abre esta información, la explosión de alegría de este aficionado del Rayo Vallecano refleja el sentimiento de todo un barrio por el triunfo de su equipo. (© Foto: A. LUQUERO / Vallecasweb.com)
 

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